El Barça de Aitana no tiene piedad del Real Madrid

Las azulgrana acudían al encuentro con la baja de la doble ganadora del Balón de Oro Alexia Putellas, que se sumaba a las ausencias de Rolfö, Jana, Bruna e Irene Paredes, mientras que el Real Madrid se presentó sin Caroline Weir ni Carla Camacho, ambas con lesiones de larga duración.

Jonathan Giraldéz, técnico del Barça, apostó por Engen en la defensa y situó a Mariona Caldentey en la posición de falso nueve aunque se estuvo cambiando de lugar con Salma Paralluelo durante todo el encuentro, por su parte Alberto Toril, preparador madridista, dejaba a Zamora fuera del once dibujando el clásico 4-2-3-1 con Brunn arriba para tratar de desequilibrar la defensa blaugrana.

El Madrid comenzó el encuentro tratando de tener el control, sorprendiendo a las culés con unos primeros minutos de dominio, pero la sorpresa duró hasta que la flamante ganadora del Balón de Oro se puso el mono de trabajo. Aitana Bonmatí se multiplicó durante la primera parte del encuentro, estaba en todas partes, robando, asistiendo y presionando. La centrocampista era la directora de orquesta de un Barcelona que continúa funcionando como una máquina de hacer goles bien engrasada.

El primer gol del Barça no se hizo esperar, y en una conexión entre Hansen y la propia Aitana, la campeona del mundo acabó mandando el balón al fondo de la red en uno de sus movimientos clásicos: giro en la frontal, y con la zurda al palo largo poniendola lejos del alcance de Misa. Desde ese momento, el Real Madrid, que estaba bien plantado en el partido, se desdibujó completamente, convirtiéndose en un monólogo blaugrana.

Aitana primero con un balón al palo tras una gran jugada colectiva, Salma poco después con una gran carrera individual que se la escapó por centímetros, y una Hansen desatada que mandó un balón al larguero antes de fallar otra ocasión a puerta vacía, fueron algunas de las opciones con las que contó el Barcelona antes de que esta vez si, la atacante noruega cazara un rebote de otro balón al palo de Salma y perforara la portería de Misa con un disparo cercano.

Con el Madrid tocado y sin respuesta ante las constantes acometidas blaugranas, Mariona Caldentey aprovechó un rechace tras un saque de esquina para anotar un gran gol que dejaba el marcador 3-0 al descanso y con la sensación de que podrían haber sido muchos más.

Toril sabía que necesitaba cambiar algo de cara a la segunda parte, por lo que hizo tres cambios en el entreacto dando entrada a Feller, Oroz y Zornoza. Sin embargo, el segundo tiempo comenzó tal y como había acabado el primero, con un balón filtrado para Salma que estaba siendo un quebradero de cabeza para la zaga madridista que terminaba en un mano a mano que resolvía de manera brillante Misa con una gran parada con el pie. La cancerbera merengue estaba siendo la mejor jugadora de su equipo, lo que dejaba clara lo crítico de la situación del Madrid.

Aitana Bonmatí continuó demostrando por qué es la mejor jugadora del mundo en la actualidad, dejandole un balón a Salma que se escapo por centímetros de nuevo. El Madrid trató de encontrarse en el partido, introdujo a Svava por una Athenea que no había tenido el mejor día de su carrera, pero todos los intentos del combinado blanco de salir hacia el campo contrario eran frustrados por una zaga blaugrana donde Mapi León y Ona Battle estaban excelsas.

Brugts, Marta Torrejón y Claudia Pina entraban al campo de un lado blaugrana que aunque seguía dominando el encuentro, se veía que había quitado el pie del acelerador. Para desgracia de todos los amantes del buen futbol, en uno de los pocos ataques del Real Madrid, la flamante ganadora del Golden Girl, Linda Caicedo, abandonaba el campo lesionada entre lágrimas.

Ya en el descuento, Aitana Bonmatí se inventó otra jugada de ensueño para regalarle el balón a Claudia Pina que anotaba el cuarto gol del equipo, y apenas un minuto después Vicky Lopez haría la manita con la que se pondría el último clavo del ataúd de un Real Madrid que aún no tiene el nivel para competir al mismo nivel que el conjunto blaugrana, que aún sin algunas de sus mejores jugadoras, han demostrado por qué son actualmente el mejor equipo del mundo.