Sarina Wiegman simboliza el éxito de las entrenadoras

La artífice del triunfo británico lleva cuatro finales consecutivas, dos con Países Bajos (Eurocopa 2018 y Mundial 2019) y otras dos con la selección que dirige desde 2021 (Eurocopa 2022 y Mundial 2023). Los dos torneos continentales se los llevó el equipo que dirigió la exjugadora del Ter Leede, la primera tras vencer a Dinamarca y la segunda haciendo lo propio ante Alemania, solo diez meses después de llegar al cargo. En la cita mundialista se conformó con ser subcampeona con su país de origen, tras caer ante la todopoderosa Estados Unidos. En Sídney le espera España para saber lo que añadirá a su ya sensacional palmarés. «Han cambiado muchas cosas. Las expectativas de Inglaterra han sido altas todo el tiempo, pero después de ganar la Eurocopa subieron. La propia vida de las jugadoras cambió mucho», dijo ante los medios tras las semifinales ante Australia.

Es la única entrenadora en un Mundial -masculino o femenino - que ha llevado a dos naciones a una final del torneo y desde que se hizo con las riendas de las británicas solo ha perdido un partido (un amistoso ante Australia en abril) de los 38 que ha dirigido. Cinco de ellos acabaron en empate, uno de los cuales fue ante España en febrero del pasado año, con un once en el que solo repiten cuatro de las actuales titulares de La Roja y en el que jugaban varias de las díscolas del seleccionador.

La neerlandesa simboliza el éxito del gremio de entrenadoras. Las siete últimas Eurocopas, cinco de los seis últimos Mundiales y los últimos cinco Juegos, todos ellos femeninos, han sido ganados por equipos dirigidos por una mujer.