Costa Rica, un debut asequible en el Mundial

El equipo de Jorge Vilda parece haber dejado atrás la polémica de las quince rebeldes, un cisma que amenazó con dejar a la selección sin algunas de sus mejores futbolistas siempre y cuando el seleccionador continuase en el cargo. Han regresado algunas de las disidentes y la herida parece cerrada, o al menos aparcada en beneficio de la competitividad de un combinado que tiene argumentos sobrados para soñar a lo grande en las antípodas.

Costa Rica, el primer escollo para España en el torneo, es una vieja conocida. La selección tica fue precisamente el rival ante el que La Roja estrenó su camino en los Mundiales. Fue el 9 de junio de 2015 con un empate que puso muy cuesta arriba la clasificación para la fase eliminatoria. Poco tiene que ver esta selección actual con aquella primeriza, aunque todavía esté pendiente el salto definitivo en los grandes torneos. Estuvo cerca de darlo en la Eurocopa del pasado verano, con una nómina de jugadoras de primer nivel y la base de un Barça dominador en la Champions, pero se cruzó en su camino la anfitriona y posterior campeona continental, Inglaterra, y evitó la ansiada primera victoria en un duelo a vida o muerte de las grandes competiciones de selecciones.

«Por pequeños detalles nos hemos quedado fuera en las eliminatorias y ahora queremos ir a por todo y llegar muy lejos», señaló Vilda en su rueda de prensa previa al debut, en una clara declaración de intenciones respecto a los objetivos de su equipo en el Mundial, que ha comenzado hoy con los triunfos de las anfitrionas Nueva Zelanda y Australia frente a Noruega e Irlanda y grandes entradas de público en los estadios.

España ha aprendido la lección respecto a la Eurocopa, en la que un segundo puesto de grupo tras la potente Alemania la condenó a un cruce de la máxima dificultad, y en este Mundial pretende amarrar la primera posición en la fase inaugural del torneo. En esa ecuación la victoria frente a Costa Rica, previsiblemente el rival más asequible, resulta una obligación.

La preparación española, con goleadas contundentes ante Panamá y Vietnam y la victoria frente a un adversario de nivel como Dinamarca, y los últimos precedentes de la selección tica, a la que goleó Venezuela y que también cayó derrotada contra Guatemala en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, invitan al optimismo en un debut asequible, ideal para tomar la temperatura al Mundial antes de los enfrentamientos ante Zambia y Japón.

Para el esperado debut en el Estadio Regional de Wellington, en Nueva Zelanda, Vilda cuenta con las 23 futbolistas convocadas. Las dudas sobre el estado físico de la doble Balón de Oro y gran estrella española, Alexia Putellas, parecen disipadas, a pesar de que la centrocampista del Barça se ejercitó al margen del grupo en los primeros días de concentración. «Estamos siendo muy delicados con todo lo que se hace y poniendo todos los medios para que Alexia llegue en las mejores condiciones», explicó el seleccionador en relación a su jugadora franquicia, que entrenó en plenas condiciones justo antes del estreno en el Mundial y apunta a titular.

También Amelia Valverde, la entrenadora de Costa Rica, tiene a toda su plantilla a disposición. Sin embargo, sus aspiraciones son bastante más modestas y todo lo que suponga competir sería un éxito. Tras la reciente retirada de Shirley Cruz, su capitana histórica, la atacante Raquel Rodríguez es la gran referente del combinado tico y aspira a repetir el tanto que le marcó a España en aquel estreno de 2015.

España: Misa Rodríguez, Ona Batlle, Paredes, Ivana Andrés, Carmona, Irene Guerrero, Alexia Putellas, Bonmatí, Paralluelo, Jenni Hermoso y Mariona Caldentey.

Costa Rica: Solera, Guillén, Benavides, Villalobos, Del Campo, Alvarado, Villalobos, Rodríguez, Granados, Chinchilla y Herrera.

Árbitro: Casey Reibelt (Australia).

Hora: 09:30 h. Regional de Wellington.

Televisión: La 2.