Pogacar celebra el título mundial en Zúrich Reuters
Mundial de ciclismo

Pogacar se pone a la altura de Merckx y Roche al lograr la triple corona en Zúrich

El corredor esloveno, a sus 26 años, gana el Mundial con una exhibición, en el mismo año en el que ha logrado Tour y Giro

Beñat Arnaiz

Domingo, 29 de septiembre 2024, 17:18

Tadej Pogacar corre para la historia y se ha enfundado en Zúrich el maillot arcoíris que le acredita como nuevo campeón del mundo después de una cabalgada de 100 kilómetros, distancia a la que atacó para sorpresa del resto de los favoritos, que o no quiso o no pudo seguir al esloveno. 'Demasiado lejos', habrían pensado Bélgica y Países Bajos con la mayoría de sus efectivos todavía frescos para trabajar. 'Vaya estupidez', pensarían otros, también el propio Pogacar. Pero fuera como fuera, no volvieron a ver a Pogacar hasta meta, donde el esloveno expresó «quizás haya hecho un ataque estúpido, no sé en qué estaba pensando, me he guiado por las sensaciones».

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El mejor corredor del mundo es ya campeón del mundo y vestirá ese precioso maillot hasta la próxima cita, el 28 de septiembre de 2025 en Kigali, capital de Ruanda, con un recorrido que tendrá incluso más metros de desnivel positivo (5.475) que el de ayer, de 4.470. Es el primer campeonato del mundo que gana un esloveno, país que esta temporada se ha llevado las tres grandes vueltas (Roglic, desparecido ayer, ganó en España) y el Mundial.

La razón por la que Pogacar describió su ataque como «quizás idiota» fue porque después de formarse la fuga original un corte de muchísimo nivel con Sivakov (Francia), Cort (Dinamarca), Cattaneo (Italia), De Plus (Bélgica), Tratnik (Eslovenia), Vine (Australia) o Lipowitz (Alemania) obtuvo tres minutos a unos 125 kilómetros de meta. Cierto es que Eslovenia filtró a un corredor y se limpió las manos ante cualquier trabajo de persecución que le pudiera tocar, pero Tadej Pogacar no quiso esperar mucho más y al inicio de la cuarta vuelta de siete que había que dar al circuito, a 100 kilómetros y en el repecho que dejaba atrás las calles de Zúrich, el campeón atacó y solo Bagioli (Italia) pudo seguirle unos metros hasta que cedió.

Bélgica con Evenepoel y Países Bajos con Van der Poel no reaccionaron de inmediato y sus líderes tampoco se dejaron ver en esa aceleración. Apostaron por mantener la calma y utilizar a sus gregarios para impedir que la diferencia no se disparara. En una primera instancia lo lograron. Después de que Tratnik se dejara caer y los dos eslovenos alcanzaran cabeza de carrera a 90 kilómetros con una diferencia de 53 segundos, diez más tarde la renta descendió a 35 segundos.

Pogacar volvió a acelerar en el repecho inicial del circuito pero, para no irse solo tan pronto, esperó a Sivakov, compañero de equipo en el UAE, por lo que el tiempo ganado en ese esfuerzo lo perdió esperándole.

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El francés no tenía nada que hacer ante Pogacar, pero decidió ayudarle y fue lo que le sirvió al esloveno para mantener la diferencia mientras detrás Bélgica quemaba sus naves. A 72 kilómetros, una vuelta después del ataque de Pogacar, Van Gils reventó y Evenepoel se quedó solo ante la responsabilidad de tirar y cazar. Ahí terminó la carrera.

51 kilómetros en solitario

Las aceleraciones se sucedieron, pero no hubo continuidad y las opciones de volver a ver a Pogacar, aunque fuera en la lejanía, desaparecían con el paso de los kilómetros. El esloveno soltó a Sivakov a 51 de meta y comenzó una plácida cuenta atrás hacia su campeonato mundial.

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Detrás hubo una bonita pelea por las medallas. A Skujins (Letonia) y Healy (Irlanda), quienes rodaron durante muchos kilómetros a 45-50 segundos de Pogacar, se sumaron en la última vuelta Van der Poel, Evenepoel, Enric Mas (España), O'Connor (Australia) y Marc Hirschi (Suiza).

Por el lógico cansancio de Pogacar o las ganas de tener un poco de emoción la diferencia bajó de los 40 segundos a 15 kilómetros y alguna alarma comenzó a sonar tímidamente, pero el esloveno no tuvo problemas en llegar sonriente a meta. O'Connor, segundo en la Vuelta, se colgó la medalla de plata y la de bronce fue a parar a Van der Poel.

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