Secciones
Servicios
Destacamos
La Vuelta a Burgos es mucho más que ciclismo. Sus etapas serpentean entre patrimonio milenario, bellezas naturales, pueblos con encanto, tradiciones, ocio… El itinerario en bicicleta recorre una provincia que está inundada de riquezas que sorprenden y enamoran, en el territorio con mayor número de ... municipios de España. El pistoletazo de salida para el pelotón se dará en la ciudad de Burgos, un lugar que acapara las miradas gracias a sus monumentos más conocidos y emblemáticos. La Catedral, Patrimonio de la Humanidad y uno de los mayores exponentes del gótico en Europa; la Cartuja de Miraflores, una maravilla del gótico isabelino o el Monasterio de las Huelgas, una joya románica con fuertes influencias mudéjares que servía de retiro espiritual de las damas de la nobleza de la época. En esa primera línea también se encuentran el Museo de la Evolución Humana que divulga los restos arqueológicos procedentes de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, y el Museo de Burgos que recoge piezas artísticas de distintas épocas procedentes de la capital y provincia. Aunque, más allá de sus principales reclamos, la ciudad de Burgos esconde otros tesoros, quizás menos conocidos. Atractivos que sorprenden por su gran potencial. Uno de ellos, será testigo de excepción de la llegada a la primera meta. El Castillo de Burgos, las ruinas de una construcción medieval ubicadas en un gran parque. Su situación estratégica propicia un mirador desde el que se aprecian vistas panorámicas de toda la ciudad.
Las cuatro villas
Abandonando la capital, el pelotón ciclista será testigo, en la segunda jornada, de las huellas de la historia que quedan reflejadas en las Cuatro Villas de Amaya, formadas por Castrojeriz, Melgar de Fernamental, Sasamón y Villadiego. Los templos, castillos y páramos irrumpen alrededor de la Peña Amaya, un curioso macizo calizo que preside un paisaje de lomas de suaves perfiles, extensos campos de cultivo y tranquilos páramos. El pelotón emprenderá recorrido en Castrojeriz, una parada destacada en el Camino de Santiago, el cual cruza la localidad longitudinalmente a lo largo de más de 1.500 metros, convirtiéndose en la travesía más larga de toda la ruta jacobea en la provincia. Una de las primeras sorpresas que se encuentran los peregrinos, los visitantes y, ahora, los amantes del ciclismo, se sitúa tres kilómetros antes de alcanzar el casco urbano. Las ruinas del antiguo Hospital General de San Antón son los restos de una impresionante construcción del siglo XIV. La entrada a la iglesia se hacía a través de una portada con seis arquivoltas totalmente adornadas de estatuas y un arco elevado del siglo XVI. Lo que queda de ese templo configura el umbral anticipado de esta villa que recibe a todos, a través de su famoso arco. Siguiendo la ruta, en Melgar de Fernamental se dice que el agua es vida, la villa de los ríos y los canales, entre inmensos campos de cereal y páramos verdes. Su núcleo urbano cuenta con grandes atractivos patrimoniales y edificios históricos. Por otro lado, Sasamón sorprende como los restos de diferentes culturas que han convivido a lo largo del tiempo, conformando un conjunto histórico artístico que impresiona. El final del recorrido llegará en Villadiego que recibirá a los corredores con sus estrechas y sinuosas callejuelas, en una villa que mantiene su antiguo trazado medieval.
Las Loras
En la tercera cita con la ronda burgalesa, acaparará el protagonismo la importancia natural y geológica del Geoparque de las Loras. Un paisaje singular que ha sido configurado por antiguos fondos marinos, ríos, la erosión y la intervención humana. Abarca a once municipios de Burgos, donde se puede visitar el Sepulcro megalítico de corredor en Sargentes, el yacimiento arqueológico de Humada y el arte rupestre de Orbaneja del Castillo. Las geosendas, rutas a pie guiadas por el espacio natural, sirven para adentrarse en la fauna o la flora de la zona. El pelotón cruzará la línea de salida en Sargentes. Su término municipal alberga el único campo petrolífero en tierra que de toda la península y un museo que recoge la historia. Fue, concretamente, el día 6 de junio de 1964, cuando brotó por primera vez el petróleo en el Páramo de la Lora.
Los pedaleos pasarán la línea de meta en Espinosa de los Monteros, en la comarca de Las Merindades, al norte de la provincia. Una zona de gran belleza montañosa y verde, con un variado mosaico de ecosistemas y paisajes naturales. Entre sus atractivos destaca Ojo Guareña, una de las mayores cuevas del mundo, un inmenso complejo kárstico de más de 100 kilómetros de galerías, simas, ríos subterráneos y formaciones geológicas. Además, la zona alberga cascadas y la más elevada concentración de eremitorios, castillos, iglesias románicas, palacios y casonas señoriales de toda España. Dentro de esa gran comarca natural, impresiona también un gran puente horadado durante siglos por el río Nela y sobre el que ahora está construido el pueblo de Puentedey. El río con paciencia y tenacidad, para continuar su camino hacia el Ebro, excavó durante millones de años un arco natural a través de la roca.
Ribera del Duero
Largos kilómetro de viñedo, esperando al inminente envero, acompañarán a la familia ciclista en su cuarta jornada. La Ribera del Duero burgalesa, entre Gumiel de Izán y Roa, servirá de escenario a los corredores en una ruta marcada por el terruño, y también por grandes bodegas que elaboran algunos de los mejores vinos a nivel internacional. En el punto de partida, Gumiel de Izán, una villa declarada como conjunto histórico artístico por su trazado medieval, cuajado de lagares y de interesante arquitectura popular. Paseando entre sus estrechas y empinadas calles se puede disfrutar de antiguas casonas con escudos heráldicos, hasta llegar a la Plaza Mayor, donde se encuentra el monumento más emblemático, la iglesia de Santa María.
La línea de meta se cruzará en Roa, con una arraigada tradición vitivinícola y una historia estrechamente vinculada a la figura de El Empecinado. En lo alto de un cerro dominando el valle del río Duero, se asienta la villa. El denominado Balcón del Duero es uno de los lugares imprescindibles, ya que desde el mirador de El Espolón históricamente se divisaba y quedaba asegurada la línea del Duero. A lo lejos destaca la fortaleza del conjunto histórico de Haza, un pequeño municipio que esconde una de las joyas más destacadas y desconocidas de la comarca. Haza es una villa fortificada, declarada Bien de Interés Cultural desde 2010. El acceso se realiza por la muralla, a cuya derecha está la Torre del Homenaje, resto del castillo reedificado entre los siglos XII y XV. De las murallas que rodeaban el cerro quedan importantes vestigios. En la Ribera del Duero tampoco se puede olvidar la belleza de pueblos como Caleruga, Peñaranda de Duero, o Peñalba de Castro y su yacimiento romano de Clunia. Corresponde a una de las ciudades romanas más importantes, en la que destaca su imponente anfiteatro del siglo I, puesto en valor tras un proyecto de restauración y difusión.
Del triángulo del Arlanza...
El triángulo del Arlanza se convierte en el anfitrión en la última de las salidas de la ronda. Covarrubias, junto a las localidades de Lerma y Santo Domingo de Silos, conforman lo que se denomina el Triángulo del Arlanza. El punto de partida, Covarrubias está integrado entre los pueblos más bonitos de España y presenta un caso urbano de cuento que parece anclado en la Edad Media con sus calles, plazas y fachadas blancas con balcones de madera. Por su parte, Santo Domingo de Silos se levanta entorno a un monasterio benedictino que, entre sus muros, conserva los cantos gregorianos que se pueden presenciar por parte del visitante. Mientras, Lerma está integrada en los Pueblos más Bonitos de España, con un rico patrimonio histórico vinculado al Duque Francisco de Sandoval y Rojas, uno de los mejores campos de golf y parador nacional. Más allá de estas localidades, el triángulo también presenta reclamos naturales y paisajísticos destacados, como el parque natural de La Yecla, por donde pasa el Río Lobos entre cañones y desfiladeros; los famosos Sabinares del Arlanza y las ruinas de grandes monasterios como San Pedro de Arlanza.
Y el evento ciclista terminará en alto. Literal y metafórico. La extraordinaria belleza de las Lagunas de Neila pondrá la guida final al acontecimiento. Un conjunto de lagos formados en unos circos glaciares rodeados de picos de unos 2.000 metros de altura, al sur de la Sierra de Urbión, cercanas a la localidad de Neila con acceso desde Quintanar de la Sierra a través de una carretera de alta montaña. Los circos glaciares con mayor desarrollo se localizan la Sierra de Neila.
El más espectacular es el que está ocupado por las oscuras aguas de dos grandes lagunas: la Laguna Negra y la Larga. El circo de la Laguna Negra es el más grande y de formación más perfecta del Sistema Ibérico. Desde los desagües de estas lagunas se precipita una cascada, que en invierno se hiela de manera espectacular. Allí se dirá adiós a la competición, se pondrá punto final a kilómetros de bici e historia.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La bodega del siglo XIV que elabora vino de 20 años y el primer vermut de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.