«Esta será la mejor Vuelta Ciclista a Burgos de la historia»

«En toda su historia, la Vuelta a Burgos ha tenido corredores muy importantes. De hecho, tiene un palmarés envidiable», con nombres de la talla de Perico Delgado, Alex Zulle, Laurent Jalabert, Abraham Olano, Alejandro Valverde, Nairo Quintana, Mikel Landa o Alberto Contador. Sin embargo, el propio Rico reconoce que «nunca antes se habían juntado tantas estrellas en una misma edición». En total, 22 equipos, 14 de ellos de la máxima categoría internacional. Casi nada.

Esa circunstancia, sobrevenida a cuenta de la pandemia de la covid-19 y la coincidencia en el calendario del reinicio de las competiciones ciclistas con la celebración de la ronda burgalesa, supone un motivo de orgullo para la Diputación que preside César Rico. Orgullo y responsabilidad, claro. «Tenemos que demostrar que sabemos hacer las cosas», sobre todo en una situación como la actual, subraya Rico.

Para ello, el Instituto para el Deporte y la Juventud (IDJ), entidad dependiente de la Diputación burgalesa y encargada directa de la organización de la ronda, ha tenido que adaptar todos sus protocolos para garantizar la seguridad sanitaria de corredores y espectadores. Un trabajo que ha sido posible gracias a la colaboración y coordinación de las diferentes administraciones y a la «experiencia» de los técnicos del Instituto para el Deporte y la Juventud. «La Vuelta a Burgos es siempre un ejemplo de organización y seguridad» y este año va a dar el do de pecho, asegura el presidente provincial. Y no solo por exigencias del guión, sino por el convencimiento de hacer las cosas bien. La imagen de la provincia está en juego.

«Magníficos resultados»

De hecho, ese es el principal objetivo de la Vuelta a Burgos: promocionar su imagen a través del deporte. Y los resultados son «magníficos» todos los años. «Si quisiéramos hacer una campaña publicitaria con el mismo impacto que tiene cada año la Vuelta a Brugos, con millones de personas pendientes de ella en todo el mundo, no tendríamos dinero para pagarla», resume César Rico.

Esa certeza es la que sostiene la organización de una prueba que este año supondrá una «inversión» de 700.000 euros para las arcas provinciales. Un dinero que, a juicio del presidente, tendrá un importantísimo retorno. «La imagen de Burgos se verá en todo el mundo. Este año más aún», subraya.

Es por ello que en esta edición se ha vuelto a mimar el diseño de las etapas, intentando aunar espectáculo deportivo y promoción. «Todas las etapas tienen un porqué», desde la primera jornada, con salida en la Catedral y llegada en el Castillo de la capital provincial. También se mostrarán los rincones del geoparque de Las Loras, el potencial enoturístico de La Ribera, la riqueza patrimonial y artística de las Cuatro Villas de Amaya o la salvaje naturaleza de Las Merindades y la Sierra de la Demanda. Lugares todos ellos de una belleza incomparable.

El problema suele ser cada año elegir las salidas, llegadas y los recorridos. «Al final, tenemos que ir cada año apostando por unas localidades o por otras, para intentar que el recorrido sea representativo», explica Rico. Así, por ejemplo, la última etapa de este año, con final en el siempre explosivo puerto de Las Lagunas de Neila, partirá desde Covarrubias, en vez de en Revenga, donde habitualmente tenía establecido el punto de salida.

De momento, la Vuelta Ciclista a Burgos, que volverá a contar con la colaboración de Unipublic y de RadioTelevisión Española (RTVE), que realizará la emisión, ya ha despertado este año un interés aún mayor de lo habitual. Ahora, una vez preparado hasta el último detalle, solo resta esperar que las condiciones acompañen. Y que todo el mundo pueda admirar Burgos y disfrutar del espectáculo del ciclismo. Eso sí, con «responsabilidad» para evitar aglomeraciones a lo largo del recorrido. Y es que, «está en juego la salud de todos», sentencia César Rico.