Lo más granado del ciclismo mundial

Llamativo lo del corredor navarro Miguel Induráin. El ciclista de Villava, ganador de cinco Tours de Francia de manera consecutiva, de 1991 a 1995, no tuvo fortuna en sus participaciones en la Vuelta a Burgos. En la edición de 1990, demostrando que era una realidad firme del ciclismo español a sus 26 años, logró una meritoria tercera plaza por detrás de Mariano Lejarreta y Miguel Ángel Martínez Torres. Seis años después, ya como pentacampeón de la ronda gala, se vio las caras con su adversario durante esos años de esplendor, Tony Rominger, quien impidió que Induráin sumase a su palmarés la Vuelta a Burgos. La edición de 1996 fue ganada por el suizo. El navarro ya no tendría oportunidad de ganarla, ya que ponía fin a su carrera como corredor profesional. Burgos se le resistía al mejor ciclista español.

Pedro Delgado, en cambio, sí logró imponerse en la ronda burgalesa. Hay que remontarse al año 1991. El segoviano estuvo acompañado en el podio por el italiano Gianni Bugno y el colombiano Martín Farfán.

Sin duda, el gran dominador de la Vuelta a Burgos es el vizcaíno Mariano Lejarreta. Pleno de victorias en cuatro participaciones, en los años 1986, 1987, 1988 y 1990. No parece que su dominio corra peligro, aunque el joven colombiano Iván Ramiro Sosa, ganador de las dos últimas ediciones, acude a la cita de este 2020 con el deseo de llevarse en propiedad un tercer maillot morado y acercarse un poco más a los cuatro triunfos del corredor de Bérriz.

Otro de los corredores con dos títulos en esta ronda y todavía en activo es Alejandro Valverde. El murciano logró el triunfo en la clasificación general final en 2004 y 2009. También subió al podio en 2007, aunque fue como segundo clasificado por detrás del colombiano Mauricio Soler.

Otro de los insignes del ciclismo español, Alberto Contador, logró sumar la Vuelta a Burgos en 2016. Solo por un segundo. Le bastó tan exigua ventaja para estrenarse en esta prueba. Un año después cerraba su trayectoria como ciclista profesional después de catorce temporadas del ciclista pinteño en la élite.

El nivel de la carrera burgalesa se puede medir a través de los grandes vueltas conseguidas por algunos de los ciclistas que también han escrito con letras de oro su nombre en el palmarés de la ronda burgalesa. Nada menos que once de los corredores que lograron la victoria en tierras de Burgos han ganado al menos en una ocasión la Vuelta a España. El primero de ellos fue Bernardo Ruiz, que venció en Burgos en 1947 y se apuntó la Vuelta a España del año siguiente. Además hay que sumar a Faustino Rupérez, que venció en la Vuelta a España en 1980 y fue el primer vencedor en la edición de la ronda burgalesa en la que se retomaba después de 35 años de no celebrarse. Le siguieron Mariano Lejarreta, ganador de la Vuelta a a España en 1982; Pedro Delgado en 1985 y 1989; Tony Rominger en 1992, 1993 y 1994; Laurent Jalabert en 1995; Alex Zulle en 1996 y 1997; Abraham Olano en 1998; Alberto Contador en 2008, 2012 y 2014; Alejandro Valverde en 2009, y Nairo Quintana en 2016. Los mejores corredores, tanto nacionales como extranjeros, en las diferentes generaciones que han destacado en la élite mundial durante las últimas cuatro décadas.

Pero no solo de Vuelta a España vive la ronda burgalesa. Ya que además hay que destacar que nada menos que tres de los vencedores de la clasificación general en Burgos han conseguido llevarse a casa la maglia rosa del Giro de Italia. Nos referimos al suizo Tony Rominger, que logró ganar en tierras transalpinas en la edición celebrada en 1995; Alberto Contador, vencedor dos años en el Giro de Italia, en concreto en 2008 y 2015, y Nairo Quintana, que se llevó la prueba transalpina en 2014.

También el Tour de Francia ha compartido ganador con la Vuelta a Burgos. Dos ciclistas han ganado ambas competiciones ciclistas. Han sido Pedro Delgado, que llegó primero a los Campos Elíseos de París en 1988 y Alberto Contador, que cuenta en su palmarés con los triunfos obtenidos en el Tour de Francia de los años 2007 y 2009.

También cuatro campeones mundiales han subido a lo más alto de podio en tierras burgalesas. Hablamos de Abraham Olano, que obtuvo el jersey arcoiris en el Mundial en ruta celebrado en la localidad colombiana de Duitama en 1995 al imponerse a Miguel Induráin, que acabaría segundo por delante de Marco Pantani –el navarro se sacaría la espinita ganando el Mundial en la modalidad contrarreloj, donde vencería al vasco, que se tuvo que conformar con el segundo puesto–. Habría que esperar hasta 2018 para que un ganador de la Vuelta a Burgos se enfundase el maillot arcoiris. Ese año, Alejandro Valverde ganaba el Mundial en ruta en la ciudad austriaca de Innsbruck. Por lo que respecta a corredores extranjeros, dos de los triunfadores en la ronda burgalesa han protagonizado éxitos en los Mundiales de ciclismo. En este caso hablamos de la modalidad contrarreloj. Alex Zulle era profeta en su tierra y se impuso en la crono del Mundial de Lugano en 1996. Un año después, el francés Laurent Jalabert hacía lo mismo, esta vez en el Mundial que se celebró en San Sebastián.