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Andreas Leknessund, nueva maglia rosa del Giro. Jennifer Lorenzini / Reuters
Francesco Moser gana otra carrera a Saronni
Cuarta etapa

Francesco Moser gana otra carrera a Saronni

Evenepoel regala la maglia rosa a Andreas Leknessund camino del lago Laceno, donde Aurélien Paret-Peintre se adjudica la etapa

Iñaki Izquierdo

Martes, 9 de mayo 2023, 20:06

Cuarenta años después, Francesco Moser le ganó otra carrera a Giuseppe Saronni. El trentino, gran rodador, figura aristocrática del ciclismo de los 80, defendía que Remco Evenepoel (Soudal) tenía que ceder la maglia rosa, que no debía empecinarse en llevarla todos los días sino asegurarse ... de vestirla en Roma el último. Saronni, lo contrario. Como siempre. Las dos Italias. Las grandes rivalidades que hacen grande al ciclismo no se extinguen nunca. El piamontés, también de origen acomodado pero más visceral y fogoso que el elegantísimo Moser, creía que Evenepoel no solo tendría que sujetar el rosa a toda costa sino que debería aprovechar su estado de forma para machacar a sus rivales en la primera semana de carrera y lograr una diferencia insalvable. En Lago Laceno, primer final en alto del Giro, Evenepoel se alineó con Moser.

Saronni ganó dos Giros, fue precoz. El primero, en 1979, antes de cumplir 22 años. El segundo, en 1983. Moser, como los vinos de la bodega familiar en Trento, ganó con la edad. Lo hizo en 1984, a punto de cumplir los 30. Nunca hubo acuerdo posible entre ellos, ni entre sus tifosi. Evenepoel decidió regalar la maglia rosa en Lago Laceno. Dejó que la escapada llegara a meta –la primera vez que sucede este año en los 58 días de competición disputados en el World Tour– y cedió los trastos al noruego Andreas Leknessund (DSM), que llegó a una entente cordial a la antigua usanza con Aurélien Paret-Peintre (AG2R) para repartirse el rosa y la etapa. Hoy el DSM tirará un rato y descargará de trabajo al Soudal. Por supuesto, Saronni se rasgará las vestiduras en cuanto alguien le pregunte: «¡La maglia rosa no se regala!» Moser sonreirá y seguirá corriendo el Giro en bicicleta eléctrica, impecable a sus 71 años.

Evenepoel controló los tiempos de la etapa y llegó a meta a dos minutos del ganador, para perder el liderato por 28 segundos. Una gestión impecable desde el punto de vista numérico, pero que provocó tristeza entre los tifosi, que piensan como Saronni. Que la maglia rosa no se regala. Evenepoel no igualará a Girardengo, Binda, Merckx y Bugno, los únicos que lideraron el Giro del primer al último día. No es un cualquiera Beppe, hoy mánager del UAE. Es el último campeón del mundo en ejercicio que ganó el Giro, en 1983, reto al que aspira Evenepoel.

Sin sobresaltos

Fue una etapa sin sobresaltos para los hombres de la general, salvo para Jay Vine (UAE), que estuvo a punto de caerse cuando recibía asistencia del coche de su equipo y mantuvo el equilibrio de forma milagrosa. En la subida final no hubo diferencias ni movimientos reseñables.

Paret-Peintre explicó: «Vinimos para ganar una etapa, por lo que es estupendo para mi equipo. Sabía que era más rápido que Leknessund, por lo que esperé al final para hacer la diferencia». A los 27 años, fue una gran promesa del ciclismo francés y la de este martes es su tercera victoria profesional, tras el GP de la Marsellesa en 2021 y el Tour de los Alpes Marítimos y Var a comienzos de este año. Comparte equipo y Giro con su hermano Valentin, de 22.

Leknessund, de 23, se mostró encantado: «Es genial. Quería ganar la etapa, pero no sabía si sería suficiente para la maglia rosa. Lo di todo, pero me dolían mucho las piernas. Por eso es fantástico lograrlo».

Ahora, dos días de calma para que trabaje el DSM antes de llegar al Gran Sasso el viernes. Se subirá hasta arriba, no hasta el túnel, como en 1984.

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