La bala en la recámara de Alejandro Valverde

Los Juegos siguen siendo el objetivo número uno de Valverde. Fueran en 2020 o en 2021, 'El Bala' deseaba correr en Tokio. La próxima será la quinta cita olímpica del ciclista del Movistar Team, que acabó las cuatro anteriores con mal sabor de boca. «Si mi condición física sigue a este nivel, voy a luchar por los Juegos», apuesta. Una medalla en Japón sería el broche perfecto a una trayectoria de casi 20 años en la élite, en los que ha ganado una Vuelta a España, cuatro Lieja-Bastoña-Lieja, cinco Flechas Valonas, tres campeonatos nacionales en ruta, otro en contrarreloj… En total, 128 victorias para un expediente 'manchado de sangre' en la Operación Puerto, que le acarreó en 2010 una sanción de dos años por su implicación en la trama de dopaje que lideró Eufemiano Fuentes.

Valverde, eso sí, reconoce que esta temporada atípica le hace replantearse su futuro. Si antes tenía claro que colgaría la bicicleta en 2021, ahora piensa en posponer otro año su retirada. «Si no hubiese ocurrido esto, 2021 sería mi última temporada, con 41 años no haría falta alargar más mi carrera. Pero como no nos han dejado correr… A lo mejor hablaría con Eusebio (Unzué, mánager general del Movistar Team) para un año más, o medio año más, o ver qué tal», reconoce en las redes sociales del equipo telefónico.

La incertidumbre en el pelotón provocada por esta crisis, que ha obligado a bajar el salario de sus corredores a cinco equipos de la UCI WorldTeam (la máxima categoría del ciclismo mundial), abre a Valverde la puerta de algunas victorias que se le han escapado a lo largo de su carrera. «El Giro de Lombardía es una carrera preciosa y aún puede estar en mi palmarés, aunque es muy difícil», apunta el murciano, pese a que no ha definido todavía su calendario de competición para 2020, que hasta hace dos meses giraba en torno a los Juegos.

Ahora el foco lo reparte entre el Tour de Francia, el Mundial de Aigle/Martigny (Suiza) y la Vuelta a España, su carrera favorita. Si ganase por fin la ronda gala, sería el ciclista más veterano en llevarse la 'Grande Boucle', que nunca ha tenido un vencedor mayor de 36 años. La mala noticia para Valverde es que el Tour, ya recolocado en agosto, seguirá durando tres semanas y no dos, como se llegó a especular.

En estos casi dos meses de confinamiento, que Valverde ha pasado en su domicilio de Murcia junto a su familia, el rodillo ha sustituido a la carretera. 'El Bala' ha pasado horas y horas, según el día de la semana en doble sesión o matutina y en ayunas, pedaleando frente al televisor. No siempre lo ha hecho solo, puesto que gracias a la popular aplicación Zwift, que traslada la potencia del rodillo a un personaje virtual, Valverde ha compartido entrenamientos en la pantalla con su 'grupeta' del Movistar.

A distancia, el veterano corredor ha seguido manteniendo los habituales piques con sus compañeros, aunque sospecha que le hacen trampas. «Hay mucho rodillo trucado. Ya los conoces y te preguntas cómo es posible que en la carretera los gane fácil y aquí me cueste tanto», bromea el ahora indiscutible líder del equipo telefónico, toda vez que Mikel Landa, Nairo Quintana y Richard Cárapaz han abandonado la disciplina navarra.

Zwift le ha servido también a Valverde para acercarse a los aficionados, y es que durante algunas de las quedadas abiertas que ha organizado el Movistar durante el confinamiento se han llegado a congregar más de 5.000 ciclistas amateur pedaleando frente a sus respectivos televisores. Como casi siempre, ganó 'El Imbatido'.