JEAN MONTOIS
Milán
Viernes, 22 de marzo 2019, 18:25
Venerada por los llegadores, la Milán-San Remo hace soñar a los más veloces del pelotón (Viviani, Ewan, Démare, Sagan...) con el triunfo bajo el sol de la Riviera, este sábado en la 'Classicissima' que inaugura la primavera ciclista. La Cipressa y el Poggio, las ... dos últimas dificultades de esta mítica carrera, así como la Via Roma, la llegada en el corazón de San Remo, forman parte de la leyenda del ciclismo. Cada año se suscitan los mismos interrogantes sobre la táctica a seguir por los que quieren evitar una llegada masiva y los velocistas que lo fían todo a los últimos metros.
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Las tres últimas ediciones han dado lugar a tres escenarios diferentes: sprint en el pelotón (Démare en 2016), ataque a tres en el Poggio (Kwiatkowski en 2017) y escapada en solitario en el Poggio (Nibali en 2018). El cansancio después de seis o siete horas sobre el sillín, y el viento, que favorece el sprint si sopla de cara, son factores a tener en cuenta.
«En el descenso del Poggio no se marca nunca la diferencia», remarca el italiano Elia Viviani, quien se muestra «en una forma ideal». El campeón olímpico de omnium es uno de los favoritos en el equipo Deceuninck, la formación que causa terror en las clásicas y en la que también aspira a todo el francés Julian Alaphilippe.
«Somos perfectamente complementarios», estima sobre esa bicefalia Viviani en el periódico organizador, 'La Gazzetta dello Sport'. «No le pediría nunca que se abstenga de atacar. Y él me ayudaría en el sprint», apunta el italiano.
En el cartel de la carrera abundan los aspirantes a una victoria en el sprint final. Desde el australiano Caleb Ewan, el más rápido del pelotón el año pasado detrás de Nibali, hasta el colombiano Fernando Gaviria, o el noruego Alexander Kristoff, ganador en 2014. El vigente campeón de Europa Matteo Trentin y el eslovaco Peter Sagan también probarán sus armas.
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«No estoy al cien por cien», explica el excampeón del mundo eslovaco, que afirma haber sufrido recientemente problemas intestinales. Pero esa presunta debilidad podría jugar a su favor, ya que levantaría el férreo marcaje al que le someten el resto de corredores.
Sagan es de los pocos que puede optar por una táctica más agresiva con un ataque lejano, o jugarse sus bazas al sprint. Para Alaphilippe, como para el polaco Michal Kwiatkowski y el campeón del mundo Alejandro Valverde, que regresa a la competición este sábado, será mejor provocar una selección antes de entrar en la ciudad de las flores tras 291 kilómetros.
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