El Villa de Aranda no puede ante un incontestable Granollers

El Tubos Aranda cae con orgullo ante un poderosísimo Fraikin BM Granollers. Los ribereños aguantaron el ritmo de los catalanes durante buena parte de la primera mitad, pero el arsenal ofensivo rival terminó derrumbando la muralla buegalesa (31-36). A pesar de la derrota, nuevo cúmulo de buenas sensaciones y enésimo capítulo de un Santiago Manguán a rebosar y entregado en los momentos de mayor necesidad.

Veinte minutos tardó en romperse un encuentro en el que el Tubos Aranda inicialmente logró dar con la tecla para ganar terreno al vendaval ofensivo de Granollers. Y es que a pesar de necesitar cuatro minutos para perforar la red, esa primera diana de Víctor Enebral trajo consigo un parcial crucial para evitar que los visitantes pusieran el modo crucero antes de lo previsto. Un 5-0 dejó en el dique seco a los catalanes durante más de 300 segundos y provocó la mayor ventaja local de todo el encuentro (5-3) a los ocho minutos.

A partir de entonces, la reacción de Granollers surtió efecto para primero para igualar el luminoso y posteriormente arrancar una carrera de fondo hasta el minuto 20 en el que ninguno de los dos conjuntos lograba obtener una ventaja clara tanto en lo resultadístico como en lo moral. Las porterías defendidas por Pau Guitart y Roberto Rodríguez alcanzaron un enorme protagonismo, aunque también resulta necesario hacer mención a las aportaciones de Rogonovs y Pereira por los locales, así como de Montoya y Urdangarín por los visitantes.

Fue Antonio García quien tras veinte minutos de pelea puso tierra de por medio con la primera diferencia de tres dianas (sin contar la inicial) en el duro asalto por tomar la delantera. Aunque el Tubos Aranda buscó reaccionar, el show de Ferran Castillo, con un Pablo Urdangarín inspirado desde el extremo propició ventajas que llegaron a alcanzar los seis goles, y que finalmente quedaron en cinco tras las apariciones estelares de Mosquera y Berbel en el minuto 27 (14-19).

Ritmo imparable de Granollers que no cesó tras la vuelta de vestuarios. Del 14-19 del bocinazo intermedio, el partido se movió hasta un 15-24 que dejaba bien claro que la balanza se inclinaba hacia tierras catalanas. Nueve tantos de diferencia que llegaron justificados en gran parte por varias pérdidas consecutivas que jugadores como Andrés Moyano no desaprovecharon cuando el contexto de partido más lo requería.

Con relevo de Maxym Vyunyk en portería, el equipo encontró también un buen respaldo en la retaguardia, pero ni por esas resultó suficiente para dejar atrás el rango de más de siete goles de distancia. Las conexiones entre Castillo y Montoya mermaron en demasía a la zaga amarilla, que apenas pudo aguantar las embestidas hasta los últimos minutos. Los compases finales en Aranda siempre tienen un aroma diferente, y esta vez no fue menos.

Con el Santiago Manguán volcado con los suyos, el orgullo dentro del 40×20 volvió a salir a la luz. El encuentro estaba decantado, pero el equipo no bajó los brazos y ofreció un extra que encendió aún más a la hinchada e incluso pudo meter el miedo en el cuerpo cuando la ventaja se redujo drásticamente hasta el 29-33. Finalmente, con Dalmau Huix como protagonista de los minutos de la locura, el encuentro culminó con un contundente y justo 31-36 que hacía volar los puntos hacia Granollers.

De esta manera, el Tubos Aranda vuelve a ofrecer una versión positiva y mejorada una jornada más antes de aventurarse en una semana de doble compromiso competitivo. El miércoles visitará el Quijote Arena para medirse a Caserío Ciudad Real en Copa del Rey, mientras que el fin de semana volverá a viajar hasta Benidorm.

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