El Tizona UBU certifica su descenso a LEB Plata

La permanencia, de hecho, se antojaba harto complicada desde hacía ya varias semanas. No en vano, tras el ascenso del verano pasado, el cuadro azulón ha venido atravesando un cúmulo de complicaciones que le han impedido mantener el nivel competitivo necesario para garantizarse la continuidad en la segunda categoría del baloncesto nacional.

Los burgaleses empezaron ya la temporada con mal pie, viéndose obligados a aplazar su estreno a causa de la covid-19. A partir de ahí, la irregularidad del equipo ha sido la tónica dominante, lo que meses atrás provocó que Riera tomara las riendas del equipo en sustitución de Elorduy.

El equipo también modificó parte de su plantel buscando una reacción que finalmente no ha llegado. Así, la derrota del pasado viernes frente al un Real Canoe ya descendido puso a los azulones en la picota, mientras que el Huesca hizo su trabajo.

Ahora, y con tres jornadas aún por disputarse, al club le tocará comenzar a planificar la próxima temporada, en la que sin duda se perseguirá otro ascenso a LEB Oro.