El Tizona Burgos no puede con el campeón de Castilla y León

El Palencia siempre fue superior en defensa. Pero es que, además, hubo mucho de Borovnjak y otro tanto de Massarelli para una zona burgalesa con carencias en la pintura y fuera de ella. Así se podría resumir un duelo que liquidaron entre el pívot y el escolta de Destino Palencia. 38 puntos para el dúo más entonado de la Copa de Castilla y León.

El equipo dirigido por Arturo Álvarez supo tomar las riendas desde el arranque y meter así presión al conjunto burgalés. Sin embargo, el dominio del quinteto palentino apenas duró cinco minutos. Ruiz de Galarreta lideró unos minutos muy buenos de los universitarios. Además, Purifoy se cargó con dos faltas y tuvo que salir de la cancha. El Tizona Burgos se puso seis arriba antes de que Destino Palencia reaccionara. Camara empezó a buscar emparejamientos con los que hacer valer su agilidad, lo que pronto demostró ser un buen negocio para su equipo. Y el acierto de Lucho Massarelli desde los 6,75 hizo que el primer cuarto se cerrara con empate (20-20).

La potencia de Kody y Barro en la pintura causó estragos en la reanudación. Y es que Destino Palencia no encontraba la forma de meter mano a la zona del UBU Burgos. Pero pronto Borovnjak, Zubizarreta y Gatell introdujeron una marcha más al juego de los suyos para recuperar el dominio en el marcador. Poco a poco, el pívot serbio fue tomando la medida a sus rivales y sumando puntos a su cuenta. Los 14 que anotó ante el Real Valladolid la noche anterior parece que le habían sabido a poco. Además, con la vuelta a la cancha de Purifoy y un Gatell enchufado, Tizona Burgos empezó a sufrir en exceso. Con dos tiros libres, Massarelli puso un merecido +9 (36-45) al descanso en el marcador del Pisuerga.

La arenga de Jorge Elurdy durante el parón aparentemente funcionó. Ruiz de Galarreta enchufó dos triples consecutivos que metieron al Tizona en el partido. También Ayoze Alonso mostró otra cara en este tercer cuarto. Dirigió el juego con acierto y sumó cuando le tocó jugársela a él mismo. La defensa de Destino Palencia volvió a caer en los pecados de la noche anterior. Los tiradores de Tizona Burgos estaban demasiado cómodos desde el exterior. Por fortuna, Borovnjak y Massarelli mantuvieron el nivel anotador. La cómoda ventaja apenas peligró. Sobre todo cuando Preston Purifoy se sumó a la fiesta de los triples y amplió más aún el margen. Tiempo muerto y Palencia Baloncesto se sentó 13 arriba.

Desde ese momento dio la sensación de que el Destino Palencia solo apretaba el acelerador cuando un triple o un par de canastas consecutivas de Tizona Burgos se lo exigía. Ricardo Uriz se irguió como el más rebelde entre los jugadores de la escuadra burgalesa. Resistencia que no era suficiente para frenar el acierto generalizado entre los hombres de Arturo Álvarez.

Ya en el último cuarto, Sean Smith levantó al banquillo y a la afición palentina con el mejor mate de la tarde. La única preocupación que les asaltó fue lo rápido que se colocaron con cinco faltas. Varias de ellas con polémica. Pero el partido no estaba para rifirrafes. Esmerándose en defensa y con cuatro puntos más del incombustible Sasa Borovnjak, el bando palentino frenó el último conato de reacción rival. Con todo el pescado vendido, la anotación de ambos conjuntos cayó. Y aunque el juego se trabó, el Tizona Burgos no perdió la cara al encuentro. Al equipo palentino solo le hacía falta aplicarse en defensa como hasta el momento. Algo que logró a pesar de la fatiga de jugar dos partidos en menos de 24 horas.

Finalmente, Arturo Álvarez y sus hombres celebraron el triunfo que les proclamaba campeones de la Copa Castilla y León. Un título que premia el esfuerzo de ganar dos duelos con menos descanso que sus rivales. Ya queda poco para que comience la temporada regular, y seguro que esta trofeo les da un empujón moral para afrontarla.