La ACB contra el poder griego en las bodas de plata de la Euroliga

La Euroliga regresa en plena celebración de sus bodas de plata. La gran competición de baloncesto del Viejo Continente, que cumple un cuarto de siglo, vuelve este jueves al parqué de los mejores escenarios de Europa y lo hace bajo una correlación de fuerzas similar a la de la pasada campaña. Otra vez Real Madrid y Barcelona aspiran a alcanzar la Final Four del mes de mayo, todavía en una sede sin definir. Blancos y azulgranas deberán hacer frente en el camino hacia el cetro europeo al cada vez mayor poder griego, tras un verano marcado por la inversión del rey Panathinaikos y su eterno rival, el OIympiacos.

El equipo blanco, campeón en 2023, subcampeón en 2024 y por tercer curso bajo la dirección de Chus Mateo en el banquillo, aspira a todo a pesar de un inicio de campaña marcado por las derrotas ante Unicaja en la final de la Supercopa y contra el recién ascendido Coruña en un decepcionante debut en la ACB.

En Europa el Madrid se estrena ante el Bayern en Múnich, un inicio asequible para empezar a ganar sensaciones en un curso marcado por las retiradas de Rudy Fernández y Sergio Rodríguez, dos pesos pesados, o la salida al Efes de Vincent Poirier, al que tratarán de hacer olvidar los fichajes de Ibaka y Garuba, junto al base Andrés Feliz y el exterior Rathan-Mayes, novedades de un Madrid que sigue exhibiendo el músculo de los Campazzo, Llull, Musa, Hezonja, Deck o Tavares, teóricos titulares.

Mientras, el Barça, que se estrena ante el Zalgiris en Kaunas, inicia una nueva era con Joan Peñarroya a los mandos en lugar del relevado Roger Grimau, que concluyó en blanco su aventura en el banquillo azulgrana. Junto al exentrenador del Baskonia llegan a la Ciudad Condal el exmadridista Juan Núñez, un anotador compulsivo como Punter, un defensor de élite en la figura de Justin Anderson y la capacidad de juego bajo el tablero de Metu y Fall. Nuevos e interesantes socios para Satoransky, Laprovittola, Parra, Parker, Willy Hernangómez y compañía, que pretenden devolver al conjunto azulgrana una gloria que se le resiste desde el ya lejano 2010.

Por su parte, el Baskonia, con una leyenda como Pablo Laso de vuelta a casa, aspira a emular el playoff de la 2023-24 ante el Madrid sin que ese desafío suponga un bajón de rendimiento en la competición ACB, como ocurrió el pasado curso. Para ello remodela en gran medida su apuesta con fichajes como Forrest, Qamar Baldwin, Luwawu-Cabarrot o Donta Hall, que deben aumentar la profundidad de banquillo, piedra en el zapato vitoriana hasta ahora, y ayudar a los consolidados Howard, Sedekerskis o Moneke.

El Panathinaikos, siete veces campeón de la Euroliga tras imponerse al Madrid en la última final, en Berlín, no solo conserva el poderoso bloque que bajo la dirección del mediático Ergin Ataman fue de menos a más durante la última temporada, sino que también refuerza su propuesta con las llegadas del internacional español Lorenzo Brown para el puesto de base, el exNBA Cedi Osman en la posición de alero y el intimidante interior Omer Yurtseven, también llegado desde la mejor liga del mundo.

Los tres se unen al proyecto cargado de poderío económico por obra y gracia del polémico empresario farmacéutico Dimitrios Giannakopoulos y confirman al equipo de Atenas como gran candidato a revalidar el título. Y es que en el OAKA continúan figuras como el veterano Kostas Sloukas, implacable en los momentos de la verdad, el determinante estadounidense Kendrick Nunn o el galo Mathias Lessort, todo un seguro en la pintura.

Ante el despliegue verde en el cercano puerto de El Pireo también se han puesto las pilas y tras quedarse a las puertas de la última final, Olympiacos apuesta por el regreso del interior Sasha Vezenkov, MVP de la Euroliga 2022-23, tras un breve paso por la NBA. Desde Estados Unidos llega también el subcampeón olímpico Evan Fournier, llamado a marcar las diferencias en el Viejo Continente junto a Williams-Goss, Walkup, McKissic o Milutinov.

Sin embargo, no solo los dos gigantes helenos aspiran a alcanzar la Final Four, un objetivo realista para los dos equipos turcos de la competición, el Efes reforzado por Poirier, Nwora y Smits, con Larkin y Thompson como brújulas, y el Fernerbahçe de Jasikevicius, que para repetir entre los cuatro mejores tiene el reto de repartir los minutos y el protagonismo de dos acaparadores de balón y lanzamientos como Wade Baldwin y Wilbekin.

El Mónaco del MVP Mike James, el Milán del discutido Messina ante su enésima oportunidad de redención o el Partizan de la leyenda Obradovic, renovado casi al completo tras la decepción del último curso, también aspiran a colarse entre los mejores, por encima de una clase media compuesta por el Maccabi de Tel Aviv, que volverá a jugar en Belgrado ante la situación actual en Israel, la Virtus de Bolonia, el Estrella Roja, el Bayern o el Zalgiris. El Asvel, el Alba Berlín o el debutante París, vigente campeón de la Eurocup, parten a priori en el vagón de cola de esta apasionante Euroliga que está de aniversario.

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