La irrupción de Zoran Dragic guía al Baskonia a la final

La ausencia por lesión de última hora de Alberto Abalde, el líder 'taronja' en esta fase final incluso por delante de la 'Roca' Bojan Dubljevic, también lejos de su mejor forma, era un duro golpe para el equipo dirigido por Jaume Ponsarnau. Obligado Valencia a contar con mayor aportación de otros hombres, encontró la respuesta de una plantilla profunda, coral frente a un Baskonia demasiado dependiente, como toda la temporada, de Shengelia. El ala-pívot georgiano empezó como un tiro, revitalizado tras el descanso en la última jornada de la fase de grupos, y sumó 9 de los primeros 12 puntos de su equipo, cuya producción ofensiva se secó cuando su mejor jugador se fue al banquillo.

Aprovechó la circunstancia Valencia para llevar las primeras ventajas al marcador, pero cuando peor pintaba para Baskonia emergió la figura de Zoran Dragic. El esloveno, con un promedio de 6 puntos por partido en la competición, se vistió de Shengelia y sumó 14 en un segundo cuarto fantástico para sostener a su equipo. Mientras la producción ofensiva 'taronja' se repartía entre Doornekamp, Tobey, Loyd, Van Rossom o Labeyrie, en el plantel dirigido por Dusko Ivanovic Dragic estaba demasiado solo, pues ni siquiera Shengelia estaba entonado tras el paso por el banquillo.

La ventaja de 9 al descanso, con hasta nueve hombres anotando, invitaba al optimismo en la filas de Valencia Basket, que no obstante, seguía sufriendo la plaga de los problemas físicos, con Labeyrie fuera del partido tras una jugada en la que el interior francés pisó el pie de Shengelia y no el parqué. El otro punto negro 'taronja' en el partido, las pérdidas de balón, permitieron a Baskonia disfrutar del baloncesto de transiciones rápidas tras el descanso y meterse de lleno en el partido en un visto y no visto. Dragic seguía a los suyo, yéndose por encima de los 20 puntos con varios minutos del tercer cuarto por delante. Con el partido roto, en un ida y vuelta permanente, los vitorianos le dieron la vuelta al partido para afrontar el parcial decisivo con mínima ventaja en el marcador.

Sin saber cómo, el duelo estaba en terreno baskonista, con un tanteo bajo y el Valencia absolutamente atascado, incapaz de fabricar canastas más allá del triple, pues 13 de sus 14 tiros intentados en el tercer cuarto fueron de tres. A la pareja Dragic-Shengelia Baskonia sumó en el tramo final del partido dos pilares anotadores más con el acierto de Shields y la zurda del italiano Polonara, ambos en dobles dígitos.

Ponsarnau pedía a sus hombres más ritmo, mientras su equipo seguía en un solo intento de dos en toda la segunda parte. Pese a la aparición de los puntos de Van Rossom y Tobey, una veintena de pérdidas de balón son un lastre demasiado pesado para cualquiera. Un triple de Shields llevó la ventaja baskonista a los cinco puntos a falta de dos minutos y medio. Situación límite para Valencia. Nada que no pueda resolver el veterano San Emeterio, un hombre con dos títulos ACB a sus espaldas, incluido aquel con Baskonia en 2010 del que fue héroe con la canasta ganadora. Triple del cántabro y a dos de nuevo el Valencia, que tuvo incluso la posibilidad de ponerse por delante con otro intento de tres, este lejanísimo, de San Emeterio, tras doble fallo en la línea de tiros libres de Shengelia. Polonara dio otra vida al Valencia con una falta en ataque, pero Loyd falló el triple decisivo. Una década después de su última corona, Baskonia volverá a pelear por el trono del baloncesto español.