La leyenda continúa

La selección tenía en el Europeo de Letonia y Serbia un triple y progresivo desafío: la clasificación para el Preolímpico de febrero, entrar en la lucha por las medallas y repetir título. Con las bajas de Alba Torrens y Sancho Lyttle y tantas aspirantes, el último reto se presentaba en principio muy lejano. Sin embargo, a medida que pasaba el campeonato y España fue cogiendo el tono se fue acercando a él, hasta tenerlo realmente a tiro después del sufrimiento que padeció en una durísima semifinal contra la gran anfitriona, Serbia. Llegadas al partido decisivo, con tal mentalidad y oficio, el título ya no podía escapársele a las campeonas.

Marta Xargay tomó en tan complicado Europeo el relevo de Alba Torrens y Astou Ndour el de Sancho Lyttle para adjudicarse además el trofeo MVP, y en la final, también liderada España por Laia Palau, Silvia Domínguez y Laura Nicholls, volvió a encumbrarse como un auténtico equipo, pese a que, al igual que la selección masculina en el Mundial, también mostró dudas en la primera fase que disputó en Riga. Sin embargo, a partir de las eliminatorias directas en la capital serbia la selección volvió a mostrarse contundente, en defensa y en ataque, para escribir una página inédita e inolvidable. No sólo para el baloncesto, sino para todo el deporte femenino español, que presume de los éxitos de un equipo enorme y de un grupo ejemplar dentro y fuera de la cancha.