Javier Imbroda pierde su batalla contra el cáncer

Al entrenador melillense se le detectó la enfermedad en 2016 y ha estado durante más de un lustro luchando contra el cáncer, hasta perder «el partido que le faltaba por ganar», como le decía su mujer cuando los médicos descubrieron que Imbroda sufría un tumor maligno de grado 10, el más agresivo, y con metástasis, del que recayó el pasado año.

El único seleccionador de España de baloncesto que ha conseguido ganar a Estados Unidos, en el Mundial de Indianápolis 2002, y que también conquistó el bronce en el Eurobasket de Turquía 2001, no pudo sin embargo superar su batalla contra el cáncer tras ser golpeado por un diagnóstico con el que comenzó, como él mismo reconoció públicamente, «un calvario, sobre todo porque sientes que la muerte te viene a visitar y con intención de quedarse».

También dirigió Imbroda, tras proclamarse subcampeón de la Liga ACB con el Unicaja Málaga y el Caja San Fernando de Sevilla, al equipo más laureado de Europa, el Real Madrid, durante una temporada. Sin embargo, el hecho de no poder compatibilizar este cargo con el de seleccionador le obligó a abandonar el equipo nacional liderado por Pau Gasol y también formado, entre otros, por Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes o Jorge Garbajosa, actual presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), que este domingo se despidió de «una gran persona, luchador, cariñoso, conciliador y divertido».

La última aparición pública de Imbroda fue el pasado 22 de marzo, en el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía que se celebró en la localidad sevillana de Carmona, Un mes antes, el 20 de febrero, durante el descanso de la final de la Copa del Rey de Granada entre el Barcelona y el Real Madrid, fue homenajeado por la ACB, en la que ejerció durante 17 temporadas como entrenador, y recibió una placa y una sentida ovación por parte de los 7.000 aficionados presentes en el Palacio de los Deportes de la ciudad nazarí.

Padrino de la generación de oro del baloncesto español, era en la cancha donde más disfrutaba Imbroda, pero tras dirigir 605 partidos en la élite y abandonar los banquillos en 2007, decidió emprender una nueva aventura como experto en 'coaching' y posteriormente en los despachos, para iniciar su carrera política, en Ciudadanos. Hasta convertirse en consejero de la Junta de Andalucía, comunidad que el exseleccionador relanzó a través del deporte, con acuerdos como el que llevó a Sevilla y, en concreto, al estadio de La Cartuja, a ser sede de la Eurocopa de fútbol de 2020 y de la Liga de Naciones de 2021.

De carácter abierto y dialogante, una de las principales virtudes que exhibió como entrenador y político, como responsable de educación su lucha estuvo centrada en despolitizarla y llevar a cabo novedosas iniciativas que provocaron rechazo, como las clases de refuerzo escolar durante el verano en colegios e institutos.

La Junta de Andalucía decretó este domingo tres días de luto por el fallecimiento de Imbroda, una de las figuras más relevantes del baloncesto español, «un sabio del deporte, de la empresa, de la educación... de la vida», como destacó su amigo Albert Rivera. El exlíder de Ciudadanos fue quien designó a Imbroda para que el exseleccionador encabezase, en las elecciones autonómicas de 2018, las listas por Málaga, la ciudad en la que murió y a la estuvo siempre tan unido.