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Iván Benito
Martes, 13 de septiembre 2022, 00:15
Pasan ya 25 años desde la última vez que España se quedó fuera de la lucha por las medallas de un Eurobasket. Y la cuenta seguirá subiendo. Los de Scariolo continúan mejorando la gesta. Haciendo historia. Ayer derrotaron a Finlandia con una primera parte agonizante ... y una segunda fabulosa, con un parcial de 57-38, para rebajar la marejada de triples en la que había estado sumida. Willy (27 puntos) sacó a flote desde la pintura a un combinado nacional que llegó a ir perdiendo por 15 (22-37), y Rudy, desde la defensa (5 recuperaciones) y el perímetro (2 triples lejanos para la hemeroteca), acabaron con la resistencia nórdica. El viernes disputará su undécima semifinal continental consecutiva midiéndose a Alemania, verdugo de Grecia.
Finlandia, ese país en el que está prohibido chocar en los coches de choque, práctica un baloncesto atractivo y vistoso que desarboló durante 15 minutos a España. De poco o nada sirvió el buen arranque (8-2). La selección mordió la zanahoria y permitió que se jugara al estilo que favorecía al conjunto dirigido por Lassi Tuovi. «Te vuelve loco, te marea y te acaba metiendo un triple al final de posesión tras haber corrido como pollo sin cabeza», ya auguró Scariolo en la previa sin exageraciones. ¿Resultado? Seis pérdidas de balón en el primer cuarto (nueve solo en total), 73% de acierto en tiros de campo para los fineses, parcial de 1-12 y jarro de agua fría final con el triple sobre la bocina y desde Helsinki de Jantunen.
Peores se pusieron las cosas cuando Valtonen colocó un 22-37 (minuto 13) del que no se atisbaban signos de recuperación ni siquiera con la entrada de Garuba, Rudy y Alberto Díaz, convocados como antídoto de las rápidas transiciones del rival. Las cámaras no daban abasto. Mientras enfocaban al autor de alguna canasta española, los finlandeses aprovechaban para cruzar todo el campo y jugarse el triple en transición. Y acertaban. 63% en tiros de campo al descanso y sin necesidad de un gran Markkanen (10 puntos), al que luego se agarrarían. Respondían así a la tímida reacción que lideró Juancho Hernangómez antes del descanso, asumiendo la responsabilidad por primera vez en el campeonato.
España
Brown (10), López-Arostegui (2), Parra (5), Pradilla (3) y Willy Hernangómez (27) -quinteto inicial-; Brizuela (14), Díaz (6), Rudy Fernández (11), Garuba (7), Juancho Hernangómez (15) y Jaime Fernández (-).
100
-
90
Finlandia
Huff (3), Salin (4), Maxhuni (9), Jantunen (2) y Markkanen (27) -quinteto inicial-; Little (5), Madsen (12), Koponen (13), Kantonen (8), Valtonen (7), Palmi (-) y Seppala (-).
Parciales: 19-30, 24-22, 30-15 y 27-23.
Árbitros: Yonah Rosso (Francia), Martin Horzov y Kerem Baki (Turquía). Eliminados: Madsen (min. 38).
Incidencias: Partido de cuartos de final del Eurobasket, disputado en el Mercedes-Benz Arena de Berlín ante 7.975 espectadores.
Pero decíamos que Willy había empezado bien. Que tenía superioridad en el poste bajo contra un equipo repleto de tiradores. Y vaya si la aprovechó tras la reanudación. Con Lorenzo Brown (11 asistencias) colgándole un balón tras otro, anotó doce puntos casi consecutivos, 23 en tan solo 24 minutos de juego, y sacó a flote (57-57, min 25) a una España que empezaba a decantar el rebote a su favor y cada vez complicaba más la tarea de anotar a una Finlandia que, entonces sí, lo confío todo a Markkanen. La pegajosa defensa española, con una línea de solidez creciente, ya no dejaba siquiera tirar sin pensar.
Con el rival asfixiado, aparecieron Parra como obrero cualificado, Brizuela, con 14 puntos en la segunda mitad, y un magistral Rudy Fernández, que puso orden en el caos. A sus 37 años, en su séptimo Eurobasket, con 247 internacionalidades, a solo seis y bajando del récord de 253 de Navarro, conserva en la mirada la turbación de los animales hambrientos. Es el primero que se lanza al suelo para recuperar el balón y cae encima de las cámaras, jugándose un físico mermado. Le roba balones a todos, a Markkanen y al que haga falta (cinco recuperaciones y otras tantas líneas de pase cortadas) y clavó dos triples postreros de más de siete metros con los que sentenció el partido (93-82, min 38) tras un parcial de 9-0.
Lo inició Willy, a falta de cuatro minutos para el final, cuando le negó el empate a 84 con un taponazo a la superestrella finesa, que acabó con 28 puntos, 11 rebotes y la satisfacción de haber llevado a su selección, 55 años después, entre los ocho mejores. Una barrera que para España representa lo mismo que una cinta de inauguración. Sobrevivió a la condición de favorita y vuelve a llegar hambrienta a las puertas de una final. Impensable al inicio. Esta vez con poco que perder y mucho que ganar.
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