2001-2019, la edad de oro del baloncesto español

España perdió en semifinales con Yugoslavia pero fue capaz de conseguir el bronce ante Alemania. La primera alegría antes de tres lustros de ensueño.

Solo Lituania separó a España del oro. Pau Gasol fue el máximo anotador del torneo con 25,8 puntos de media. Los lituanos hicieron llorar a España, algo ansiosa en las finales continentales.

El equipo se quedó sin medalla después de una semifinal agónica ante Alemania resuelta con un dramático 73-74 en el que Nowitzki demostró las razones por la que fue MVP. En el tercer y cuarto puesto el equipo no superó el golpe psicológico y físico, cediendo con claridad ante Francia 98-68.

Japón, en el mismo escenario que se jugarán los próximos Juegos Olímpicos, asistió al primer título mundial de España. Un éxito que parecía inalcanzable se hizo realidad. Y sin tener en pista a Pau Gasol, lesionado en una semifinal dramática ante Argentina, ante la que llegó la segunda corona mundial este domingo en China. Su hermano Marc se comió a Schortsanitis. El seleccionador Pepu Hernández no contó al grupo que la noche anterior había fallecido su padre. Un hito que hizo sentirse a España, que tuvo su propio cómic con Big in Japan, capaz de cualquier cosa.

En suelo español y tras haber conseguido la corona mundial, España era la gran favorita. Pau Gasol centraba todas las miradas. Y por eso en la final ante la Rusia de David Blatt y Andrei Kirilenko fue el catalán el que se jugó la canasta decisiva viendo que Navarro no tenía el día. Su tiro no entró (59-60). Fue la plata más amarga.

Quizá el mejor partido de la selección española en toda su historia pese a la derrota. Durante muchos minutos España asustó a Estados Unidos, con las mejores estrellas de la NBA. El arbitraje tampoco ayudó pero la selección tuvo la sensación de que el milagro era posible. Aíto García Reneses dirigía un grupo que llegó a la final tras tumbar a Lituania (91-86) en una pequeña venganza de la final europea de 2003. España cedió por 107-118 ante un equipo con Kobe, Lebron, Wade y compañía. Brilló con fuerza un Ricky de 17 años que ahora es líder del equipo.

Sin vértigo alguno después de ver que solo Estados Unidos era mejor, España fue capaz de superar la barrera en los Eurobasket tras quedarse en la orilla seis veces (1935, 1973, 1983, 1999, 2003 y 2007). El equipo de Scariolo no falló ante Serbia 85-63, que le había superado en la primera fase en un partido que dejó la critica de Marc a Llull por el hecho de que el «recién llegado» se jugara la bola decisiva.

España defendía el título pero un triple casi imposible de Teodosic dejó a España fuera de la lucha por las medallas. Jorge Garbajosa, ahora presidente de la Federación, se cargó con la culpa por no frenar al serbio y se encerró en su habitación a llorar la eliminación. Navarro entró a base de golpes para recordarle que eran 'La Familia' y que nadie iba a echarle nada en cara.

España fue superando rondas con cierta facilidad y se encontró en semifinales a Macedonia, que se cargó a la anfitriona contra todo pronóstico provocando un drama nacional. Navarro, quizá en el mejor momento de su carrera, hizo el partido de su vida para conducir a España a una final ante Francia que pese al liderazgo de Tony Parker sucumbió 92-80. Navarro fue MVP y Felipe Reyes le cedió el honor de levantar el trofeo debido a que días antes había fallecido su padre.

Al igual que cuatro años antes en Pekín, la selección -esta vez con Scariolo- hizo tambalearse al conjunto de estrellas americano pero le faltó un pasito para lograr un oro imposible de imaginar una década atrás. Pau y Navarro aguantaron durante tres cuartos el pulso a Kobe Bryant y al héroe americano, Kevin Durant. 100-107 y enfado tremendo de Calderón con los árbitros por su arbitraje alejado de las normas FIBA. Scariolo dejó la selección (casi) en lo más alto.

El equipo francés se vengó de lo sucedido dos años antes y apeó a España de la final en un duelo ajustado resuelto de lado del conjunto galo, que después fue campeón ante Lituania. El equipo, ya dirigido por Orenga y sin Pau, se fajó en la lucha por el bronce y consiguió la medalla de paliza ante Croacia.

Siendo anfitriona España cayó con Francia en cuartos de final de manera clara. La derrota provocó un terremoto que terminó con la salida de Orenga, muy criticado por la gestión de los minutos de algunos jugadores históricos en los momentos claves. Los pírricos 52 puntos ante Francia, la peor anotación en 44 años, hicieron tocar fondo al equipo, incapaz de competir en duelos igualados.

Después de que los franceses hubiesen ocasionado dos decepciones a España, Pau Gasol se vistió de súper héroe en semifinales y silenció al anfitrión y a todo un pabellón de Lille con 40 puntos. Su imagen gritando colgado del aro es icónica. La final, tras haber conseguido doblegar al gigante francés, pareció sencilla ante Lituania 80-63. Un oro para asegurar el sueño olímpico.

Por tercera edición olímpica consecutiva, España compitió de tú a tu contra Estados Unidos, esta vez en semifinales. El equipo de Scariolo había tumbado otra vez antes a Francia pero no pudo alcanzar otra final consecutiva pese a la reacción en el ultimo cuarto (76-82). En el duelo por el bronce supo controlar sus nervios para superar 88-89 a Australia, a la que tumbó en semifinales en este mundial de 2019.

Solo el equipo de Eslovenia, con un estelar Dragic y un impactante e imberbe Doncic, fue capaz de frenar a España en semifinales. El bloque de Scariolo, que había tumbado a la anfitriona Turquía y a Alemania en la fase final, no falló en la lucha por el bronce ante Rusia.