Cruel desenlace: San Pablo se ahoga a 49 segundos del final

Una pérdida de Speight a falta de 49 segundos propició que Lleida se pusiera por delante con tres puntos de diferencia y en ese tiempo fue incapaz de siquiera empatar. Un final muy triste por errores puntuales porque San Pablo y Lleida protagonizaron un duelo muy igualado.

San Pablo estuvo muy metido en el partido desde el principio, con una gran actuación de Corbalán en ataque y de Millán Jiménez en defensa en los primeros minutos. El argentino jugó muy bien las transiciones de defensa a ataque y, sobre todo, leyendo a la perfección los bloqueos directos en defensa de Lleida para salir casi siempre airoso.

Funcionó el rebote en los diez primeros minutos para San Pablo y con la salida de Ignacio Rosa, con dos triples seguidos, hizo que la ventaja burgalesa se fuera a siete puntos (18-11), a falta de 1.42 para el final del primer cuarto.

La clave para San Pablo era cerrar a los cincos de Lleida y castigar sobre todo a Simeunovic y Krutwig. Pero los catalanes, acertaron desde la línea de 6,75 con Lobo, que fue un revulsivo para Lleida, y redujeron la distancia a dos puntos. San Pablo volvió a reaccionar, pero la ventaja para Burgos no se movió y terminó el cuarto con dos puntos de ventaja, 20-18.

La intensidad de los primeros minutos fue enorme y los dos entrenadores, Jota Cuspinera y Gerard Encuentra, movieron todo el banquillo. Sólo Kasibabu, en San Pablo, no jugó ni un minuto.

Dos errores defensivos de San Pablo en el inicio del segundo cuarto y la falta de acierto en el aro de Lleida llevaron la duda a la grada. El equipo catalán se puso a un punto 25-24. Pero Corbalán volvió a enchufar al equipo con dos grandes triples, a pesar de que los ilerdenses se esmeraron mucho en defensa, y poner 31-24 a favor de los azulones.

Gerard Encuentra tuvo que parar el partido porque San Pablo había encadenado tres defensas sobresalientes que habían culminado en ataque con dos triples. Otra canasta de Corbalán puso el 33-24 a falta de 3.20 para el descanso.

Lobo redujo la diferencia a seis puntos desde la línea de 6,75, con 2,20 por jugar. Y con tres tiros libres, también de Lobo, la distancia se quedó en cinco puntos, 37-32. Al descanso, San Pablo mandaba por la mínima 37-35.

No empezó entonado San Pablo el tercer cuarto y Lleida igualó a 43 puntos a los tres minutos de la reanudación; posteriormente se puso por delante 43-45 tras varios errores de bloqueos de los azulones. Un parcial de 0-8 para Lleida, a falta de 7.40 provocó el tiempo muerto de Cuspinera. El equipo estaba desconectado y sin intensidad.

Vene igualó a 48 y San Pablo volvió a creer y el estonio volvió a meter otro triple. Había muchos nervios en los dos cincos y errores en la pintura y pases forzados y equivocados. Speight no tenía su día y no acertó con el aro de Lleida, y la dinámica en la que entró el partido perjudicaba a Burgos.

A falta de tres minutos, Cuspinera sacó a Kasibabu para intimidar en defensa al rival y cumplió con creces hasta el final. Varela puso por delante 53-55 a Lleida. El tercer cuarto, que en muchas ocasiones es crucial para ganar el partido, no estaba siendo bueno a pesar de que Lapornik volvió a adelantar a Burgos a falta de 1,25, 58-57.

Con el último cuarto por delante, los dos equipos llegaron empatados (60-60). San Pablo tenía que jugar a lo que sabe en el último cuarto, pero no estaba nada acertado porque no podía armar juego en estático. El partido entró en un intercambio de golpes, con diferencia de uno o dos puntos para cada equipo.

La defensa de Lleida se intensificó a la vista de que en seis minutos los colegiados no le habían pitado ni una sola falta en último cuarto. Con tres minutos por delante, Lleida se puso de nuevo por delante (70-71). Muchos nervios en los dos equipos y muchísima tensión en la cancha y volvió la tónica del segundo tiempo y alternativas continuas en el marcador. Nada estaba resuelto para ninguno de los dos equipos.

En el peor momento, a falta de 49 segundos, Speight perdió una pelota que Villar transformó en dos puntos más para Lleida que puso el 77-80. Lapornik se la jugó de tres y falló. Y ahí terminó el partido.

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