El Barça arrolla al Manresa y da un golpe sobre la mesa

Sufrió el Madrid ante el Breogán y cayeron Joventut y Valencia, los otros dos cabezas de serie, pero el equipo de Jasikevicius no tuvo piedad alguna. Y eso que comenzó con dudas. Cierta sensación de vulnerabilidad que duró diez minutos, el tiempo que se tomaron los de Saras en emplear sus casi ilimitados recursos -anotaron los doce jugadores azulgranas- para someter a un físico adversario.

Salió respondón el Manresa, con una puesta en escena soñada. Anotaba fácilmente y defendía con furia ante un Barça sorprendido por semejante inicio de los hombres de Pedro Martínez. La derrota liguera en el Palau contra una de las revelaciones de la temporada y la dinámica de esta Copa emocionante a más no poder invitaba a ponerse las pilas pronto.

Llegó a mandar por diez el Manresa con el 14-24 pero este Barça cuando se pone en faena es una fuerza casi imparable. En menos de cinco minutos ya le había dado la vuelta al marcador (27-26) con el buen hacer de Davis y Smits. Faltaban los puntos de Mirotic, al que le costó trece minutos anotar, pero un ejercicio culé totalmente coral fue suficiente para estirar la renta hasta los diez puntos al descanso (52-42). Buenas noticias en el bando azulgrana, que además celebró el regreso de Abrines cinco meses después de su operación en la rodilla derecha.

Del paso por vestuarios regresó un Mirotic más atinado, al menos en lo que se refiere al aspecto anotador, y eso ya si que difícilmente lo podía resistir el Manresa. En un visto y no visto 23 arriba el Barça. Y eso que había empezado mal. Faltaban todavía algunos minutos del tercer cuarto y todos los jugadores del Barça ya habían estrenado su casillero particular, en una exhibición ofensiva a una progresión superior a los 110 puntos al final del partido.

Ya no había historia. El Manresa arrojó la toalla ante la evidencia y al contrario que cualquiera de los otros tres semifinalistas del torneo -Tenerife, Real Madrid y UCAM Murcia- el Barça se regaló diez minutos de tranquilidad, un porrón de esos llamados minutos de la basura que a buen seguro no lo fueron tanto para Jasikevicius, encantado mientras todos sus jugadores llenaban hasta los topes el depósito de la confianza.

Nueve hombres por encima de los siete puntos, casi nada. Habla muy bien del nivel en una plantilla de una extensión casi sin igual. Dicen los clásicos que una victoria es una victoria. En este caso sirve para acceder a semifinales, ya sea por 37, como el Barça, o con un solo punto de ventaja. Sin embargo, en cuanto a sensaciones los azulgranas están ahora mismo un paso por delante.