Nieve

No te quedes tirado en la montaña: aprende a colocar las cadenas para la nieve

Las cadenas para la nieve son un elemento de seguridad indispensable si vas a tener que circular por puertos de montaña, o simplemente por zonas en que el asfalto corra el riesgo de congelarse o cubrirse de nieve.

Si te gusta esquiar o la alta montaña probablemente ya estés familiarizado con estos accesorios, pero si no has puesto nunca cadenas no te asustes, porque son mucho más sencillas de poner de lo que muchos piensan. Es, al fin y al cabo, una de esas cosas que no se olvida después de haberla hecho una única vez.

Además, actualmente existen varios tipos de cadenas más allá de las tradicionales, que a menudo resultan aún más fáciles y cómodas de poner y quitar y pueden facilitarte en gran medida todo el proceso, además de ser baratas.

Eso sí, en casi todos los casos las cadenas vienen en juegos de dos, y es que basta con colocarlas en las ruedas motrices de tu coche, que son las que hacen la fuerza de tracción. Si el coche es tracción delantera, irán a las ruedas de delante, y si es trasera, a las de detrás.

¿Y qué ocurre con los tracción integral? Aquí lo mejor siempre es curarse en salud y consultar el manual del vehículo, donde siempre se especificará cómo colocar las cadenas en caso de que sean necesarias.

Las cadenas de nieve tradicionales son las más lentas de colocar, pero sigue sin ser ninguna odisea: en unos 20 minutos las tendrás puestas. Estas cadenas llevan usándose más de un siglo, pero siguen funcionando perfectamente y por ello no se abandonan.

Basta con extenderlas en el suelo, deshaciendo cualquier enredo, y buscar el cable de acero que todas tienen. Pásalo por detrás de la rueda y engánchalo al mecanismo de cierre, sin miedo de mancharte un poco.

Tras esto, pasa la cadena por sobre la banda de rodadura y adelanta luego el coche un poco para que la rueda pase sobre los eslabones y se complete la colocación. Luego sólo queda enganchar los tensores, algo bastante fácil de ver con la cadena colocada.

Estas fundas son terriblemente sencillas de colocar, y es que basta con desenrollarlas y colocarlas como si buscáramos cubrir el neumático, empezando por arriba. Una vez colocada por todo el alrededor, basta con avanzar el vehículo unos centímetros, como en el caso anterior, y completar la colocación por el otro extremo.

Eso sí, asegúrate de no colocar estas cadenas sin nieve y de retirarlas en cuanto el asfalto deje de estar cubierto, o las romperás muy rápidamente. Tras cada uso, sigue las instrucciones para lavarlas y guardarlas de nuevo de forma adecuada.

Este es otro tipo de cadenas que consiste en unas piezas de material antideslizante, de acero y TPU, que se abrazan al neumático y resultan perfectas para situaciones extremas por su gran resistencia.

Su colocación es muy fácil, pues basta con colocar la pieza sobre el neumático y usar las abrazaderas y tiras de nylon para ajustarla. Cuando ya hayas puesto dos piezas, deberás mover el coche unos centímetros para poder colocar la tercera, y estarás listo para seguir circulando.

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