Sonsoles Ónega
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Sonsoles Ónega
J. Moreno
Jueves, 11 de julio 2024, 09:00
La periodista Sonsoles Ónega (Madrid, 46 años) culmina también un gran año televisivo tras su éxito literario. Cierra la segunda temporada de 'Y ahora Sonsoles', el magacine de Antena 3 que se emite de lunes a viernes a las 18:00 horas, como líder de audiencia con un 12% de cuota de pantalla, superando a Ana Rosa Quintana en su salto a las tardes de Telecinco. «A veces un liderazgo puede provocar que te duermas en los laureles. El minuto de tele está carísimo como para permitirnos el más mínimo error», subraya la presentadora, que dedicará su verano a escribir y a la familia sin desconectar, eso sí, del teléfono móvil.
-Dos años ya en las tardes de Antena 3. ¿Cuál es su balance?
-Es muy positivo para el programa y el equipo porque se asienta en la franja de Antena 3. Hemos hecho una temporada de maratón, currando como bestias. Y los datos están ahí: hemos sido líderes cada mes, en el 84% de las emisiones de la temporada. Es algo que me da pudor decirlo, pero la verdad es que es un balance maravilloso que, siendo sincera, no contábamos con ello al arrancar la temporada. Empezamos con pies de plomo, muy expectantes ante la competencia de la tarde, que ha sido dura.
-¿Sabe mejor la victoria al ganar a una rival tan fuerte como Ana Rosa Quintana?
-La victoria creo que siempre sabe a gloria, pero lo difícil no es llegar sino mantenerse. Este ha sido el objetivo durante toda la temporada; no congelarnos de frío en la cima. Nunca hay competencia sencilla. Todas mis experiencias presentando programas han sido con rivales fuertísimos. Cuando estaba en Telecinco tenía enfrente a 'La ruleta de la suerte'; ahora en Antena 3 también las ficciones de TVE y magacines con contenidos que pueden ser perfectamente homologables a lo que hacemos nosotros, como 'Más vale tarde' en La Sexta o 'TardeAR' en Telecinco.
-Entonces, ¿no le gusta el título de la reina de las tardes en televisión?
-Lo de la reina de la tarde no me gusta nada. No soy reina de nada ni tengo reino. Solo trabajar, trabajar y trabajar; además de algo de acierto para seducir al espectador, que es a lo que nos dedicamos. Es el que tiene la última palabra cuando está delante de la tele con un mando. Soy muy consciente de lo que cuesta perder un espectador, así que me empleo al máximo para que no suceda.
-Ana Rosa dice que usted juega con ventaja al no tener publicidad y que seguramente 'TardeAR' ganaría si compitieran en «igualdad de condiciones». ¿Se siente protegida por Antena 3?
-Yo me siento protegidísima por Antena 3, gracias a Dios. Si mi empresa no me protegiera, quizás tendría que pensar en pedir el finiquito. Es decir, mi empresa me cuida, me anima, me consiente y eso es un gusto. Supongo que forma parte del proceso de enamoramiento. Dicho esto, esa afirmación no es del todo exacta. Nosotros competimos contra Telecinco durante casi una hora completa en la que rivalizamos solo con contenido y también ganamos. Creo que los datos a veces estropean el relato.
-¿Qué pasó exactamente en aquella conexión en directo en la que supuestamente un reportero de su programa se coló en el plano de 'TardeAR', provocando el enfado de Ana Rosa?
-El reportero Pablo Muñiz es de los más rigurosos, serios y honestos que está en el equipo. Me dolió un poquito que se viera él involucrado, y sobre todo sus padres, por algo que es el pan de cada día. Yo recuerdo cuando estábamos en el Congreso de los Diputados que si el cámara abría el plano probablemente saliera Macarena Bartolomé de Televisión Española. Es decir, la calle tiene este tipo de servidumbres y algunos códigos y claves que hay que respetar, sin más. Me creo 100% la versión de mi compañero de que se habían repartido los testimonios con la compañera de Telecinco. A partir de ahí, pues cada uno dirige y realiza su programa como quiere y enseña a su espectador lo que quiere. Nosotros hicimos la conexión a la vez y no se vio a ningún compañero. Si se hubiera visto, pues tampoco pasa nada. Son cosas de trabajar en la calle.
-¿Cuáles han sido los aciertos de la temporada? ¿En qué cree que puede mejorar el programa?
-Nos hemos abierto a nuevos contenidos. Igualmente los sucesos tienen su espacio como un ingrediente indispensable en un magacine y la crónica social se ha mantenido. Pero desde enero nos hemos abierto al mundo de los testimonios, a las historias de la gente normal. Creo que hemos tocado una tecla que nos ha funcionado o al menos nuestro espectador lo ha valorado. Y es algo que a mí me gusta mucho, porque las grandes historias de la vida vienen de los testimonios de los anónimos que nos cuentan lo que les ha pasado. También hemos incorporado secciones con escritores, a mi juicio muy válidos, como 'Nutriman' o Boticaria García. Como dice Ángel Antonio Herrera, en este programa se viene a aprender. Si alguien aprende algo en los 120 minutos que nos concede Antena 3, pues yo ya me voy satisfecha. ¿Habrá novedades la próxima temporada? Sí, sin duda.
-Otro de los momentos más emocionantes de la temporada fue cuando entró su padre, Fernando Ónega, para hablar de la coronación de Felipe VI y transmitió el orgullo que siente por usted.
-A mí me dio bastante apuro, pero porque somos una familia muy difícil y, con estas cosas nuestras, no exponemos el vínculo familiar fácilmente. Es verdad que se cumplían los diez años del reinado de Felipe VI y nos parecía un testimonio enriquecedor, que también lo sería si no hubiera sido mi padre. A mis 46 años ejerzo mucho de 'hija de'. Para que lo diga otro ya lo digo yo con mucho orgullo. Soy hija de mi padre, a mucha honra y me da consejos valiosísimos.
-¿Se considera exigente?
-Soy muy exigente a veces, conmigo misma la primera. Probablemente lo acabe trasladando a los equipos y espero que ellos me perdonen cada día. Pero es que creo que el nivel de exigencia hay que mantenerlo. Además, a veces un liderazgo puede provocar que te duermas en los laureles. El minuto de tele está carísimo como para permitirnos el más mínimo error. Siempre he tenido jefes muy exigentes y lo he agradecido. Espero que si soy muy pesada sepan perdonarme.
-Atresmedia anunció la adaptación en serie de televisión de su novela 'Las hijas de la criada'. ¿Ha pensado qué actrices podrían dar vida a sus personajes?
-Me hace una ilusión bárbara por dar una segunda vida a los personajes de la novela. Es verdad que yo no escribo para adaptar y por eso me apetece mucho vivir este viaje. Me apetece ver cómo convierten lo que he escrito en una ficción de televisión. Tengo en mi cabeza caras, escenarios y hasta escenas de la propia novela que me gustaría que se respetaran; y seguro que lo hacen, pero no voy a decir nada porque no quiero condicionar.
-Ahora que llega el verano, ¿cuáles son sus planes?
-He empezado a escribir lo próximo, con lo cual en verano le daré un buen empujón, aunque no voy mal, estoy contenta. Creo que lo escribiré para finales del 2025. Intentaré desconectar en los lugares de siempre, en Galicia. Estaré también con los niños a los que tengo muy abandonados durante el año, y poco más. El móvil siempre lo tengo, porque sigo viendo la audiencia, leyendo periódicos y escuchando radio.
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