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j. moreno
Madrid
Lunes, 12 de julio 2021, 00:35
Con una amplia trayectoria profesional como reportera, la periodista Patricia Pardo (Santiago de Compostela, 38 años) se incorporó al equipo de 'El programa de Ana Rosa' en 2010 haciendo una sustitución en la sección de corazón. Más de una década después, vuelve a saltar al ... plató para sustituir, junto a Ana Terradillos y Joaquín Prat, a la 'reina de las mañanas' durante sus vacaciones.
-¿Cómo afronta el verano en 'El programa del verano'?
-Con entusiasmo y optimismo, pero también con mucha responsabilidad. Cada año supone un gran reto y lo asumo con muchas ganas, pero con la preocupación de estar a la altura de un programa tan potente. Ofrecer al espectador el mejor contenido y explicar la información de actualidad con rigor y cercanía es primordial para mí. El verano es divertido y diferente. Una gran oportunidad.
-¿Se ha marchado ya de vacaciones? ¿Es de las que apaga el móvil durante el verano para desconectar de la actualidad?
-He podido pasar unos días de descanso en Gran Canaria con la familia justo antes de incorporarme a 'El programa del verano'. Hemos elegido Maspalomas para que mi sobrino y mis hijas se reencuentren después de un año. Allí solíamos ir de niñas y nos trae muy buenos recuerdos. Hemos disfrutado muchísimo. En esta ocasión sí he optado por apagar el teléfono, no ver el programa y desconectar de escaletas y noticias de última hora. Lo necesitaba y mis niñas aún más.
-¿Cómo es su día a día en el matinal de Telecinco?
-Me levanto cada día a las cuatro de la mañana. Procuro llegar temprano a la redacción para tener controlado el programa y contar con margen. Tenemos un equipo perfectamente engrasado y coordinado al que no se le escapa ni un dato, por eso contamos con una escaleta previa el día anterior que me permite prepararme los temas. Como buena virgo, el perfeccionismo es mi obsesión.
-¿Recuerda su primer día en 'El programa de Ana Rosa'? ¿Cómo le llegó la oportunidad?
-Perfectamente. No imaginaba encontrarme con una redacción tan grande y un equipo tan sensacional y cercano. Comencé en 2010 haciendo una sustitución de verano en la sección de corazón y la verdad es que no esperaba poder quedarme y tener tantas oportunidades. Soy consciente de lo afortunada que soy y valoro muchísimo la confianza que han depositado en mí durante estos once años.
-¿Y el salto al plató? ¿Estaba muy nerviosa?
-La primera vez fue en verano de 2011, de la mano de Joaquín Prat y Màxim Huerta. En verano nos permitían a los reporteros explorar otras facetas y colaborar en plató era una gran recompensa para nosotros. En 2012 me permitieron acompañar a Joaquín presentando la actualidad, pero fue en 2014 cuando comencé a bajar a plató de manera asidua como colaboradora. No recuerdo exactamente la primera vez, pero sí la responsabilidad que sentí y las ganas de hacerme un hueco en esa mesa. El 'caso Asunta' fue la cobertura más importante aquella temporada y fue en ese momento cuando me asenté.
-¿Cómo es tener a Ana Rosa Quintana de jefa?
-Una lección diaria. Soy muy observadora y exigente con mi trabajo y Ana es, sin duda, el mejor referente del que aprender y crecer. No es una jefa que suela dar órdenes ni mostrarse autoritaria, pero la autoexigencia que ella demuestra cada día es el mejor ejemplo de liderazgo y superación que me puede dar. Admiro su estilo y su manera de conducir el programa. Es la reina, indiscutiblemente.
-¿Hay presión por mantener el liderazgo de las audiencias?
-Esa una presión latente que nosotros mismos nos autoimponemos. Soy consciente de la importancia de mantener el liderazgo y asumo esa responsabilidad con entusiasmo y dando siempre lo mejor de mí. Eso sí, tengo muy presente que yo soy la misma profesional haciendo un 24% o un 17%. No hay que perder el norte.
-Ser líder de audiencia también provoca más críticas hacia el programa. ¿Cómo las lleva?
-Asumo las críticas, creo que forman parte de nuestro trabajo. Exponer una opinión libre, atrevida y, a veces, políticamente incorrecta conlleva ese riesgo y lo acepto sin problemas.
-¿Qué noticia le gustaría dar este verano?
-La conclusión del caso de Tenerife para que la madre de las pequeñas pueda descansar lo antes posible y hacer su duelo. Está siendo uno de los casos más duros que hemos cubierto. Tengo dos hijas y me resulta muy complicado marcar distancias.
-¿Y dar el salto a presentar un programa en solitario? ¿En qué formato se ve?
-Soy ambiciosa y mentiría si dijera que no me gustaría, pero soy muy consciente de la enorme suerte que tengo. Formar parte de 'AR' es garantía de éxito y de futuro y en este mundo tan inestable siento que yo lo tengo todo. Me gusta tener los pies en la tierra y ser prudente. Como siempre digo: pasiño a pasiño.
-¿Echa de menos la calle como reportera? ¿Qué aprendió en esta etapa?
-Las noticias se narran, se sienten y se interpretan mucho mejor desde el lugar de los hechos. No hay mejor escuela periodística que una calle y un micro, pero es una escuela durísima y todo tiene un tiempo y un recorrido. Añoro esa etapa pero doy gracias cada día por haber podido crecer.
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