El legado sin censura del 'late show'

Los más rezagados aguantaban hasta el informativo de José María Carrascal (Antena 3) para ver cuál era el color de su corbata aquella noche. Otros, optaban por la desaparecida tercera edición del 'Telediario' (Televisión Española) y, los más reflexivos, elegían 'Entre hoy y mañana' (Telecinco), que en una de sus temporadas presentó el veterano periodista Fernando Ónega. Pero fue en 1995 cuando la cadena de Mediaset revolucionó la televisión con el formato que, casi 25 años después, sigue generando titulares e inquietud por los contenidos que generaba.

Pepe Navarro, curtido por entonces en la televisión matinal, estrenó 'Esta noche cruzamos el Mississippi', el primer gran formato de 'late night' que interrumpió en la televisión nacional -Telemadrid ya había probado previamente 'La noche se mueve', presentado por El Gran Wyoming- y que bebía de los elementos que popularizaron el género en Estados Unidos. «Hablamos de una televisión que hacía muchas apuestas pero intentaba pisar sobre seguro. Navarro se llevó a su equipo de la mañana a la noche y se pudo meter en otros derroteros más picantes, que rozaban lo paranormal y lo misterioso», explica el escritor del libro 'No me toques los 90' (Roca Editorial), Mike Medianoche.

Por el 'Mississippi' pasaron actores y humoristas, como Carlos Iglesias, Florentino Fernández o Maribel Ripoll, entre otros, y se descubrió a la mujer trans Cristina Ortiz 'la Veneno', una prostituta que ejercía en el parque del Oeste (Madrid) y cuyo desparpajo impactó a los más noctámbulos. Su historia con el programa protagoniza el primer capítulo de 'Veneno', el 'biopic' que Javier Ambrossi y Javier Calvo han dirigido para la plataforma Atresplayer Premium. «A Cristina se le dio dignidad, pero jugaban con el morbo, con su transexualidad. Acabó conquistando que fuera ordinaria, pero no se le llegó a tomar en serio», recuerda Medianoche.

El 'Mississippi' secó su caudal en Telecinco y saltó a Antena 3 con cambio de nombre incluido. A golpe de talonario, Navarro se convirtió en el fichaje estrella de la temporada. Pese a ello, 'La sonrisa del pelícano' fue cancelado de manera fulminante a los cuatro meses. El canal argumentó que el programa «vulneraba el código deontológico» con sus contenidos, centrados en los últimos meses en el 'caso Alcàsser', y el presentador demandó a la cadena por «incumplimiento de contrato».

El reinado de las noches pasó a Xavier Sardà con 'Crónicas marcianas' (Telecinco). En las ocho temporadas que duró obtuvo una audiencia media del 30,1% de cuota. El espacio popularizó a Boris Izaguirre y Carlos Latre, aunque también destacó por las entrevistas a 'freaks' que realizaba Javier Cárdenas, que no estuvieron exentas de polémica. Precisamente, en 2014 el Tribunal Constitucional condenó a Telecinco por ridiculizar y atentar contra el honor de una persona con discapacidad en uno de sus reportajes.

'Crónicas' también acogió a los concursantes de las primeras ediciones de 'Gran Hermano' -Jorge Berrocal, Carlos Navarro 'el Yoyas' o María José Galera, entre otros- y enfrentamientos en plató que disparaban la curva de audiencia. «Sardà tenía monitores en la mesa para controlar las cadenas y las pausas para la publicidad de la competencia. Sabía en qué momento tenía que sacar la artillería pesada», desvela el escritor.

Quince años después del final de 'Crónicas', la televisión generalista ha renunciado al 'late show' en sus parrillas. La crisis provocó que las cadenas abandonaran la lucha por esta franja, a la vez que reforzaron el conocido como 'access prime time', con programas como 'El hormiguero' y 'El intermedio'. Ello ha provocado que el horario de máxima audiencia comience cerca de las 23:00 horas y que contenidos de éxito como los concursos 'MásterChef' o 'Supervivientes' se extiendan hasta bien entrada la madrugada, con galas que duran más de tres horas.

El género nocturno ha emigrado a #0 de Movistar+, con 'Late Motiv' de Andreu Buenafuente, y 'La resistencia' con David Broncano, dos programas que, pese a emitirse en la misma cadena, han sabido complementarse y lograr relevancia social aunque se emitan en una plataforma de pago. «Hemos mirado más hacia América, volviendo a la pureza del formato», concluye Medianoche.