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Maneskin., de Italia, ganadores de Eurovisión 2021.

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Maneskin., de Italia, ganadores de Eurovisión 2021. reuters

Una canción de rock da la sorpresa en Eurovisión

Italia triunfó entre los 'eurofans' con la propuesta musical más arriesgada de los últimos años. Más de cuatro millones de espectadores siguieron el festival en Televisión Española

Juanfran Moreno

Sábado, 22 de mayo 2021

De nuevo, Eurovisión rompió con todos los pronósticos y ganó la propuesta menos festivalera. La banda Måneskin se alzó con el ansiado micrófono de cristal que les validó como grandes triunfadores de las 65º del certamen musical, celebrado en Róterdam. Lo hizo con una canción ... de rock y metal industrial, con una puesta en escena atrevida con pirotecnia y cañones de luz, que le dio la vuelta a una victoria que parecía estar predestinada a Francia o Suiza. Sin embargo, durante la semana de ensayos, las tornas cambiaron y los italianos se ganaron el aplauso del público europeo.

Con la canción 'Zitti e buoni', consiguieron dar la sorpresa al obtener la primera posición del televoto - en total, logró 524 puntos- y adelantar a Suiza y Francia, que peleaban por la victoria durante las votaciones de los jueces profesionales. Consiguieron así la tercera victoria en Italia en Eurovisión tras el triunfo de Gigliola Cinquetti con 'Non ho l'Età' en 1964 y de Toto Cotugno en 1990 con 'Insieme'. La primera posición de la banda de rock supone además un triunfo para el país que regresó en 2011 al concurso musical tras abandonarlo en 1997. Desde entonces, se ha quedado cerca de acariciar la victoria, con Mahmood (2019), y su canción 'Soldi', que quedó en segunda posición, y el grupo Il Volo, que se alzó con el bronce con el tema 'Grande Amore'.

El primer puesto les ha llegado con los rockeros Måneskin, que también ganaron la 71º edición del Festival de San Remo, toda una eminencia en el país. Aceptaron la propuesta de la RAI con un tema de rock y metal industrial, que tuvo que cambiar ligeramente la letra para adaptarse a las normas de la UER. El grupo, que cantó en italiano, se formó en 2016 y se hizo popular tras quedar segundos en el 'Factor X' italiano.

Fracaso de España

La participación de Måneskin también generó polémica en redes sociales, tras publicarse un vídeo en el que el vocalista de la banda, Damiano David, parecía que estaba esnifando cocaína durante la final del certamen. «Yo no consumo drogas. No digas tal cosa, por favor», negó con rotundidad en la rueda de prensa posterior, en la que explicó que hizo ese gesto porque «acababa de romper un vaso». Aún así, anunció que se someterá a un test voluntario sobre drogas para sepultar la acusación para siempre.

La gala transcurrió con normalidad, sin sobresaltos, aunque el coronavirus también hizo acto de presencia, pues se tuvo que emitir una actuación grabada de Daði og Gagnamagnið, el grupo que representó a Islandia, por el positivo de uno de los miembros. También Duncan Laurence, el ganador de la anterior edición, tuvo que suspender su presencia en la final del festival por el mismo motivo. Además, la organización decidió restringir la entrada del público a 3.500 personas para garantizar la seguridad en el estadio Ahoy Arena.

El vocalista vencedor se someterá a un test voluntario de drogas después de que las redes dijesen que esnifó cocaína

España, por su parte, volvió a pinchar con su apuesta eurovisiva. El murciano Blas Cantó, que llevó una balada intimista dedicada a su abuela titulada 'Voy a quedarme', fue antepenúltimo y sólo recibió seis puntos de parte del jurado profesional, dos de Reino Unido y cuatro de Bulgaria. El artista no logró un solo voto de los espectadores y empeoró en una posición la de Miki Núñez en 2019. Pese al resultado, el festival tuvo un gran resultado de audiencias en La 1 de TVE, con más de 4 millones de espectadores y un 29,4%. El 'share' durante las votaciones se elevó hasta el 34,1% y más de 4,5 millones de seguidores.

Blas Cantó reaccionó en las redes sociales a su antepenúltima posición clasificatoria. «Gracias España. Por los miles y miles de mensajes de amor que he recibido durante más de dos años. Todo mi respeto a quien decida embarcarse en esta aventura, es increíble. No hemos ganado Eurovisión; pero ganamos con Eurovisión», expresó en Twitter.

El cantante recibió incluso el apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Mucha suerte a Blas Cantó, que representará a España con una canción llena de esperanza», deseó antes de su actuación. «Eurovisión me devolvió la ilusión en el momento más difícil de mi vida. No puedo estar más orgulloso de mi país», respondió el representante.

Durante los tres minutos que duró la canción de Blas Cantó en Eurovisión, se utilizaron 36 planos de largas transiciones con 24 cámaras, entre ellas una cabeza caliente, una 'cablecam' y dos 'steady'. Pero si algo llamó la atención de la audiencia fue la presencia de una luna de 6 metros de diámetro, que representa la pérdida de la abuela del cantante. El encargado de la escenografía fue el austríaco Marvin Dietmann, que dirigió a Conchita Wurst, la ganadora en Copenhague en 2014.

Precisamente, la postal previa a la actuación contó con imágenes íntimas del artista, entre las que se encontraba una con su abuela, que falleció el año pasado por covid y a quién le dedicó la canción. Y aunque no se les vio en pantalla, el cantante ha estado acompañado en los coros en directo por Alba Gil, Héctor Artiles, Daira Monzón, Irene Alman y Dángelo Ortega.

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