Dani de la Torre: «No queríamos hacer un 'spot' de la Policía»

-¿Cómo surge la historia de 'La unidad'?

-Domingo Corral, el jefe de producción de Movistar Series, me llama después de ver 'El desconocido' y me dice que quiere hacer un policiaco conmigo con una puesta en escena importante. En aquel momento andaban con 'La peste' y 'La zona'. Tenía contactos en la Comisaría General de Información de la Policía Nacional que le habían contado que eran líderes mundiales en detenciones yihadistas. Con ese dato, a mí ya me enganchó.

-¿Quedaron con los agentes reales?

-Quedamos con los agentes que integran la unidad, nos empezaron a contar cosas. Nuestra principal preocupación era no hacer un 'spot' de la Policía, así que empezamos a estar presentes en las operaciones y en las reuniones para conocerlos desde dentro. Ellos querían que se conociese su trabajo y así ha sido. Hemos estado trabajando con ellos codo con codo durante dos años. Yo he estado en operaciones de detenciones yihadistas en Ceuta, he conocido infiltrados, he estado en su vida privada.

-¡Menuda película!

-Vivo en Galicia y era como: «Dani, mañana te coges un avión y te vienes a Madrid y en Madrid coges otro y te vas a Málaga»... Y, de pronto, aparecía en Ceuta, era un flipe. En el operativo, con el chaleco antibalas puesto en un coche. A ver no había riesgo, te ponen proteccion, pero yo estaba acojonado y, a la vez, como un niño, entusiasmado. Poder ver eso y acercarme tanto a ellos me ha dado una perspectiva muy diferente de lo que era la policía y de lo que podía ser una operación antiterrorista. Todo lo que ves en la serie es el reflejo. Hay partes ficcionadas, pero los personajes son como son ellos, gente normal, con su vida normal, que está deteniendo a los terroristas más buscados del mundo. Dejando a los hijos en el cole y luego gestionando un operativo de 200 personas.

-De toda esa realidad, ¿qué ha sido lo más difícil de trasladar a la serie?

-Para mí lo más difícil de todo ha sido encontrar el equilibrio. En la serie tenemos muchísimas localizaciones, muchísimos mundos diferentes y quería que se viesen todos. De dónde venían los personajes, no solo los policías, sino los terroristas. Mostrar que es un problema global, que puede surgir en Siria, pero puede tener lazos en Nigeria, ramas en Toulouse o en Tánger. La Policía hoy tiene que estar conectada con las mejores agencias del mundo para poder parar el terrorismo porque es una plaga global. Equilibrar también la presencia de actores no profesionales con los profesionales, trabajar en idiomas diferentes -tres tipos de árabe, francés, inglés-. Yo quería que fuese lo más real posible, lo más pegado a la verdad.

-Reconozco que arqueé la ceja cuando leí en el dosier de prensa que también se tocaría el aspecto familiar.

-Eso ha sido complicado. A nosotros también nos daba respeto el tema de no caer en estereotipos, en tópicos, y meter cosas a los personajes por meterle. Lo que más nos ha ayudado en ese sentido es haber estado en contacto con ellos, vivir con ellos ver que es gente muy normal con los problemas que tenemos nosotros y que luego tiene un trabajo extraordinario. Esa normalidad es, precisamente, una de las cosas que más llama la atención en un momento en el que son los personajes extraños los que se adueñan de la ficción, porque tenemos tantos estereotipos con la Policía, ese elemento atormentado... Y yo al final no vi nada de eso.

-Las barreras entre el cine y la televisión parecen difuminarse cada vez más, pero 'La unidad', con esa cantidad de extras, con las impactantes escenas de acción y las distintas localizaciones parece ir aún más allá. ¿Han contado con un presupuesto más potente del habitual o ha sido una mejor planificación?

-Un poco de todo. El presupuesto que maneja 'La unidad' es el mismo que ha tenido 'La peste'. Ellos tienen unas ficciones que dependen mucho de la puesta en escena. En este caso no trabajamos época, pero sí la actualidad, con operativos grandes y lugares exóticos como Nigeria. El espectador está acostumbrado a las producciones americanas y tienes que ser fiel a lo que está pasando y si cuentas un conflicto tienes que ser fiel a lo que está pasando allí. Yo vi operativos en Ceuta con 200 policías, yo lo viví y quería que fuese grande. Es la primera vez que intento equilibrar y quitar virtuosismo a la puesta en escena, no me recreo como lo hice en las otras películas. Quería contar algo a lo grande pero sin pasarnos de la raya.

-¿Cómo está llevando el confinamiento?

-Tenía una película para rodarse en verano, te puedes imaginar. Estamos un poco a la expectativa, estoy contento porque se van avanzando fases para la desescalada pero aún así nosotros estamos un poco vendidos porque no sabemos qué va a pasar. Veo cosas sobre rodajes y protocolos y que no se pueden tocar los actores y eso es un poco disparatado. Es como si apruebas el fútbol y les dices a los jugadores que no se pueden tocar. Hasta que no seamos libres dentro de la escena no se va a poder rodar.

-¿Tiene algún truco para romper la monotonía?

-Estamos trabajando en los guiones de la segunda temporada de 'La unidad' y planificando la película que espero rodar a finales de año y, bueno, consumir series, pelis, libros, música y sacar a pasear al perro. Mi mujer es médico y está luchando contra el Covid-19 y para nosotros es un lío. Estamos aislados dentro de casa y es un coñazo, sobre todo para ella, que está currando como una leona y no nos podemos ni dar un abrazo, pero bueno yo espero que salgamos adelante.

-¿Cree que la situación será la puntilla para muchas salas?

-No sé qué decirte. Yo echo de menos las experiencias colectivas, pero no solo el cine, sino ir a un restaurante o estar en una terraza con unos colegas. Creo que el cine tiene algo que no lo va a matar nunca que es la experiencia colectiva tan potente. Reírte en una sala llena de gente o escuchar los gritos de terror es algo mágico que no tienes en tu casa. Ahora más que nunca, que estamos en casa metidos sin poder salir, consumimos series y películas, pero se echa en falta eso de ir a la sala, el silencio, charlar después de la película, tener el teléfono desconectado. Como persona, yo necesito desconectar un par de horas del mundo e irte a otro lugar, y eso solo te lo da el cine. Creo que lo vamos a valorar mucho, otra cosa es que se consuma como antes de la llegada de las plataformas, eso es imposible. Y hay que ser realista, la llegada de las plataformas ha sido maravillosa porque a nosotros nos ha permitido vivir de esto. Antes, haciendo una película cada dos años no te daba para vivir. Ahora puedes combinar series y películas y eso nos ha venido muy bien. Son experiencias complementarias a nivel de consumo.

-¿Le cuesta dejar el móvil en casa?

-Totalmente. Depende de con qué película y con qué serie. Pero es que ahora lo uso más, con esta situación que estamos viviendo, en lugar de estar más tranquilo en casa, necesito conectar con mis amigos y mi familia y ver que están bien.

-Decía que está viendo muchas series y películas.

-He visto un montón, la verdad (ríe). Ahora estoy con 'After Life', de Ricky Gervais. Y también me han parecido estupendas 'ZeroZeroZero', 'La conjura contra América', 'Succession' y 'La voz más alta'. Estas son las más destacables. De cine he visto 'Los miserables', una francesa muy chula, y 'Border', una película danesa que es maravillosa. Además estoy reviendo cosas como 'El dilema', de Michael Mann. La volví a disfrutar un montón. Es como los buenos libros, que no envejece y no solo no pierde sino que está en vigor.

-¿A dónde planea escaparse cuando acabe todo esto?

-Teníamos un viaje planificado a Nueva Zelanda para octubre e igual se nos va al carajo. Si no podemos lo haremos otro año y este nos quedaremos en Galicia, quizá esté rodando… Iremos viendo cómo va la cosa.