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ABRAHAM DE AMÉZAGA
París
Viernes, 9 de abril 2021, 16:30
«Esta vida es un hospital en el que cada enfermo siente el deseo de cambiar de cama», escribió en uno de sus poemas en prosa, publicado en 'Le Spleen' de París, Charles Baudelaire (1821-1867), de cuyo nacimiento se cumplen hoy dos siglos. No ... imaginaba que esta fecha tan redonda iba a llegar en medio de una pandemia, cuando las palabras hospital y, sobre todo, enfermo son las más repetidas a diario. Para el parisino, la muerte sería «lo que consuela y hace vivir».
Poeta simbolista del XIX, el «primer surrealista», como lo denominaría años después André Breton, derrochó sin freno la herencia paterna. Fue un ser rebelde y de vida bohemia en un París que de algún modo se prestaba a ello, bajo el poder de Napoleón III, quien dejó en manos del barón Haussmann la transformación de la urbe. Para Baudelaire, lo creado por la mente será «más vivo que la materia».
En un primer momento se centró en la crítica de arte y en traducir al francés obras de Edgar Allan Poe, como las 'Historias extraordinarias', la novela 'Aventuras de Arturo Gordon Pym' y el ensayo 'Eureka', entre otros, porque consideraba que el estilo del autor se asemejaba al suyo; hasta que se volcó en un libro nada convencional, 'Les fleurs du mal' (Las flores del mal), que le editó Auguste Poulet-Malassis en junio de 1857. Una obra que, por medio de ochenta poemas, ponía frente a frente lo bueno y lo malo, la belleza y la fealdad, el cielo y el infierno… Algo inédito hasta entonces. Dos meses más tarde y tras un proceso judicial, que obligó a retirar el volumen de las librerías, tanto el autor como el editor fueron condenados «por ultraje a la moral pública y a las buenas costumbres».
En medio de la polémica, no pocos descubrieron una gran pluma que a nadie dejaba indiferente. En 1861 vio la luz una segunda edición de 'Las flores del mal', donde se notaba la mano de la censura, que retiró seis poemas. En más de un caso hay que esperar décadas para corregir errores del pasado: aquella condena sería anulada en 1949, más de ocho décadas después del fallecimiento de Baudelaire, restableciendo la obra original.
Autor referente de la literatura gala del XIX, a quien el propio Paul Valéry definió como el pionero de la modernidad, «supo entender la miseria del hombre moderno», como señalaría Robert Kopp en la prestigiosa 'Revue des Deux Mondes', coincidiendo con el ciento cincuenta aniversario de la muerte del escritor. Su estilo escritural y en concreto su spleen (esplín), combinación de tristeza, melancolía y angustia, que será el hilo por el que discurrirá su obra, le hicieron uno de los grandes, aunque la celebridad le llegó injustamente después de muerto. Adicto al alcohol y a otras drogas, lo que le daría fama de poeta maldito, los últimos años de su existencia se refugió en Bruselas, huyendo de las deudas. Padeció sífilis, lo que contribuiría a llevarlo a la tumba. Hoy sus restos reposan en el cementerio parisino de Montparnasse.
Coincidiendo con el segundo centenario del nacimiento de Charles Baudelaire, el actor galo Pierre Richard ha dado voz a diez poemas suyos, que se podrán escuchar en la muestra de artistas jóvenes que la galería parisina L'Appart (Maison Renoma) ha organizado. Como suele ser común en este tipo de efemérides, y sobre todo en Francia, las librerías, de los pocos lugares abiertos en el tercer confinamiento galo, muestran obras reeditadas del autor, así como biografías, como las que le dedicaran Walter Benjamin y Stefan Zweig, entre otros autores, para quien desee descubrir más en profundidad a aquel amante de la estética, de la elegancia y la libertad.
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