Hollywood vuelve a verse de color de rosa

De color de rosa vio la noche Laura Dern, que se hizo con la estatuilla a la Mejor Actriz de Reparto por la película 'Historia de un matrimonio'. La ganadora optó por un vestido de Armani Privé en tono pálido y negro, una elección que decepcionó teniendo en cuenta los buenos estilismos que había escogido para otras entregas de premios. Fue el mismo binomio que llevó Caitriona Balfe con su maravilloso Valentino, pero en sentido inverso: un vestido palabra de honor con cola negro que llevaba una suerte de blusa superpuesta rosa con lazada al cuello. Sin duda, una de las mejor vestidas de la noche.

La antecesora de Dern como Mejor Actriz de Reparto, Regina King, se decantó por una versión más excesiva, tanto en tela como en brillos. Solo podía ser de Versace. Tremendo atuendo el de la jovencísima Julia Butters, que dejaba claro que no hay rosa sin espinas. Tanto la camisa con mangas de volantes como la falda demasiado larga de Christian Siriano se comían visualmente a la actriz.

El clásico negro no faltó. Fue el color del vestido Chanel de Penélope Cruz con cola de pavo real y varias referencias a la 'maison', como el cinturón de perlas y la camelia en el escote. Un estilo con el que rompió su predilección por los palabras de honor que tanto favorecen su figura. Se trata de la segunda ocasión que viste de la firma francesa para los Oscar. La primera fue en 2008 con uno de sus mejores 'looks' hasta la fecha. Negro, con detalles de plumas y, como no, palabra de honor.

Se decantaron también por el negro Rooney Mara, Margot Robbie, Charlize Theron -fiel a Dior y a las aberturas para lucir pierna- y Natalie Portman, impresionante con un Dior en el que destacaba su capa, en la estaban bordados en dorado los nombres de directoras de cine que no fueron nominadas a los premios en esta edición. Los homenajes no quedaron ahí. Spike Lee rindió tributo a Kobe Bryant con una chaqueta con los colores de los Lakers y el número 24, el de la camiseta del fallecido jugador de baloncesto, en las solapas y en la espalda.

El blanco tuvo un lugar destacado. Desde Renée Zellweger, ganadora del Oscar a la Mejor Actriz, con un ajustado vestido de Armani Privé, al Gucci de la mexicana Salma Hayek, pasando por la modelo Lily Aldridge, con un precioso y sencillo Ralph Lauren. Aunque quien destacó fue la cantante Billie Eilish con un traje nada convencional de Chanel que resultaba perfecto en ella. Lo mismo que pasa siempre con Timothée Chalamet, que gusta de saltarse el protocolo para ir un paso más allá, como demostró con su chándal de gala firmado por Prada. Esi sí, con camisa.

Acertaron las tres actrices que decidieron hacer del champán su color: Scarlett Johansson con su Oscar de la Renta, Brie Larson con Celine y Sandra Oh con un Elie Saab. Mucho glamour en una alfombra roja renovada.