Cuatro momentos geniales y dos bochornosos en los Oscar

Eminen levantó una gala más bien plana

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Si hubo un instante de emoción en una gala marcada por las actuaciones musicales más bien planas -a excepción de Cynthia Erivo, que estuvo magistral- fue el de la aparición del rapero blanco sobre el escenario del Dolby Theatre. No fue el mejor recital de Eminem, que parecía asfixiarse al recitar las decenas de versos que atesora '8 miles', pero levantó de pleno a la platea -si no contamos a Scorsese- y acabó con ovación cerrada. A ver, es un temazo. De hecho, Eminem se llevó en su día el Oscar a mejor canción original por esta pieza y no fue a recogerlo. Más vale tarde que nunca.

Chris Rock y el monólogo que no fue

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Hace un año la pelea fue el #OscarsSoWhite, una crítica contundente a la falta de diversidad racial en los nominados. Una vez más sin presentador que apretara un poco las tuercas al 'star system', la Academia de Cine se quería quitar pronto la polémica este año, así que cuando salieron Steve Martin y Chris Rock pusieron el asunto sobre la mesa, sin titubeos, pero de forma algo tibia. Con un par de chistes ventilaban la cuestión. «Faltan vaginas entre los directores nominados», decía Chris Rock, respondido con aplausos. A su lado, Martin se atrevía a decir que los Oscar han cambiado mucho desde 1929. «Entonces no había ningún actor negro nominado, ahora hay uno», apostillaba de nuevo Rock. Y poco más.

Julia Louis-Dreyfus y Will Ferrell, los mejores

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Fue el momento más divertido de una noche tirando a soporífera -si quitamos ese «los actores de 'Cats' sabemos lo importantes que son los efectos especiales»-, pero es que Louis-Dreyfus y Ferrell son dos de los mejores cómicos estadounidenses. Presentaron, primero, el premio a la mejor dirección de fotografía. Ya saben, el tipo que según Julia, «no solo hace la comida al equipo de rodaje, sino que te toca la puerta para avisarte de que ya es la hora de ir hacia el set donde hacemos la magia». «Y es el director de fotografía y solo el director de fotografía quien te espera en el coche para llevarte al set», ahondaba Ferrell, provocando la carcajada de los presentes. También presentaron el galardón al mejor montaje. «Son los que cortan todos mis diálogos», decía Ferrell, «se portan fatal conmigo». «¿Qué me vas a decir a mí?», respondía Louis-Dreyfus, «Yo salía originalmente en '1917' y 'Parásitos'. Una pena que no presentaran la gal.

«Todas las mujeres somos superheroínas»

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Si el año pasado el asunto racial copó la velada, este año la reivindicación femenina estaba más presente que nunca. Uno de los momentazos de la noche ocurrió con Sigourney Weaver, Gal Gadot y Brie Larson sobre el escenario. Entre risas, las tres explicaron que han decidido crear un club de lucha después de la gala. «Los hombres están invitados, pero no sabemos si podrán entrar», explicó Gadot. «Y los perdedores -continuó- tendrán que responder preguntas de periodistas sobre qué se siente siendo mujer en Hollywood». Gadot y Larson recordaron a los presentes que Weaver abrió el camino para todas esas heroínas que estaban por llegar a la gran pantalla y la protagonista de 'Alien' dejó claro que «todas las mujeres somos superheroínas». Lo hizo antes de dar paso a Eímear Noone que «por primera vez, en 92 años de los premios de la Academia«, lideró la orquesta.

El espanto de las Elsas

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Se había anunciado a bombo y platillo la actuación inspirada en 'Frozen 2'. Todas las Elsas del mundo -incluida nuestra Gisela- iban a participar en la interpretación de 'Mucho más allá' en una actuación multicultural que acabó resultando desastrosa. Es una canción muy difícil, de eso no hay duda, pero juntar tantas voces no hizo más que multiplicar las opciones de fracaso. La actuación se vio además deslucida por los rótulos de la retransmisión estadounidense, que adjudicó a Gisela la condición de «castellana» mientras a la mexicana Carmen Sarahí la tachaban de «española». Fatal.