La piratería disminuyó un 5%, pero repuntó durante el estado de alarma

El 25% de los internautas accedió a tres o más portales en la primera semana de confinamiento estricto, frente al 19% que lo hacía en las semanas previas, según pone de manifiesto el estudio, auspiciado por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos.

Si bien hubo un repunte del acopio ilícito durante la reclusión, las aguas volvieron a su cauce con el fin del encierro. «El confinamiento ha supuesto la excepción a la regla de la tendencia, pero en la nueva normalidad hemos vuelto a cifras incluso menores que antes del estado de alarma. No hay que bajar la guardia, proteger a nuestros creadores e industrias es proteger el empleo y a las familias, y ahora lo es más», aseguró ayer el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes.

Al margen del confinamiento, las expectativas son alentadoras. No en vano, la disminución acumulada de la piratería digital desde 2015 es del 17%. Ello demuestra que las medidas para evitar las descargas ilegales funcionan, pero aún podrían hacerlo mucho más si el Gobierno presionara a las compañías de telecomunicaciones para que se comprometieran decididamente en esta lucha, según dijo Íñigo Palao, consultor de GfK, responsable del estudio. De hecho en Portugal y Reino Unidos, donde existen los mismos proveedores que operan en España, las empresas actúan con mayor resolución. El valor de los contenidos saqueados el año pasado se eleva a 30.904 millones de euros, lo que hizo que las industrias culturales dejaran de ingresar 2.437 millones de euros. Es más, las arcas públicas podrían haber percibido 673 millones de euros, al tiempo que podrían haberse creado cerca de 120.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

De esos casi 2.500 millones de euros de lucro cesante, la música es uno de las expresiones culturales más asediadas, con 527 millones de euros evaporados, seguida de las películas (437 millones), las revistas (323), el fútbol (293), los periódicos (287), los libros (230), los videojuegos (203), las series (108) y las partituras (30 millones ).

Con todo, la pujanza de la música en 'streaming' y el éxito de las plataformas audiovisuales disuadieron a muchos usuarios de hacerse con archivos y vídeos de manera inapropiada. El informe revela que la piratería en la música cayó un 12% y en el cine un 9%. En el fútbol el descenso fue de un 19%, situación que contrasta con los daños al videojuego, que sufrió una subida del 21%, mientras que las series y los libros experimentaron un incremento del 3%. El escaso peso de los libros digitales favorece el fácil intercambio de archivos a través de las herramientas de mensajería instantánea, lo que es una pesadilla para la industria editorial.

Entre las excusas que se esgrimen para justificar el acceso ilícito a contenidos, destaca el «no saber distinguir entre las plataformas legales e ilegales» (40%) o el hecho de ya pagar por una conexión a internet y una televisión de pago (el 54%). «No hay consecuencias legales» y «no estoy haciendo daño a nadie o a ninguna industria» son motivos que se han reducido hasta el 30% y el 24%, respectivamente.

Ha habido un ligero aumento en el acceso a los contenidos ilegales a través de los buscadores, al pasar del 62% al 60% registrado en 2018. De ellos, Google se mantiene como el más usado: 9 de cada 10 accesos a contenidos piratas se producen a través de este motor de búsqueda.