JESÚS BOMBÍN
Lunes, 4 de marzo 2019, 07:48
Con un catálogo de casi 2.300 Bienes de Interés Cultural, Castilla y León es una de las comunidades autónomas que cuenta con más edificios históricos y yacimientos arqueológicos, lo que la convierte también en una de las zonas más vulnerables en materia de protección ... por la dispersión y la falta de recursos para atender a su conservación. Desde hace varios años la asociación Hispania Nostra hace un seguimiento de los monumentos españoles y su estado de mantenimiento, alertando a través de la Lista Roja del patrimonio en peligro y de una Lista Negra en la que incluye el patrimonio desaparecido.
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En paralelo, cuenta con una Lista Verde, integrada por los edificios que han conseguido salir de la Lista Roja tras haber sido rescatados del estado de ruina o del abandono gracias a las reformas llevadas a cabo en ellos. En esta categoría han ingresado recientemente el palacio fortificado de los Zúñiga en Curiel de Duero (Valladolid), el puente mayor de Toro (Zamora), el monasterio cisterciense de Cántabos (Fuentelmonge, Soria) y la iglesia de San Isidoro, cuyos restos se encuentran en la actualidad en el parque madrileño del Retiro aunque es originaria de Ávila.
Del palacio fortificado de los Zúñiga, del siglo XV y propiedad del Ayuntamiento de Curiel, destaca el informe elaborado por Hispania Nostra que se ha iniciado el proceso de recuperación con la consolidación de los muros y el atado de las estructuras agrietadas. Y aunque queda por acometer la intervención en la torre y la reconstrucción de la escalera, la Junta de Castilla y León ha invertido 67.150 euros el año pasado en obras de consolidación.
La asociación de protección del patrimonio estima también que el puente mayor de Toro se ha salvado del deterioro tras las obras de restauración iniciadas en 2017, consistentes en la fijación y colocación de nuevos sillares y la recuperación de arcos y bóvedas. Se reseña también que la última intervención se ha visto interrumpida por la aparición de vestigios de un pavimento enlosado del siglo XII y de la antigua torre, lo que ha obligado a modificar el proyecto de restauración.
En cuanto al monasterio cisterciense de Cántabos, en la localidad soriana de Fuentelmonge, se dan por concluidos los trabajos de rehabilitación de la torre islámica y los restos de la capilla neoclásica en una intervención en la que también se han eliminado los grafitis. La Administración regional dedicó el pasado año 31.000 euros a todos estas actuaciones.
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Por último, en la iglesia de San Isidoro de Ávila, ubicada en el parque del Retiro, el Ayuntamiento de Madrid está llevando a cabo obras de restauración sobre el estado de la cubierta, grietas estructurales y capiteles. Al pasar este templo a manos privadas con la Desamortización a mediados del siglo XIX, el abandono provocó su derrumbe parcial, sus restos fueron comprados por un particular y después adquiridos por el Estado, hasta que gracias a un proyecto de reedificación se trasladaron al patio del Museo Arqueológico Nacional para asentarse finalmente en 1897 en el parque del Retiro. «Los restos de la iglesia han sido reclamados por historiadores abulenses, que piden la vuelta a su ciudad de origen», se informa desde Hispania Nostra.
Frente a estos cuatro monumentos que han logrado ser salvados del olvido y la ruina, la Lista Roja muestra la otra cara del patrimonio en riesgo, un catálogo que cuenta entre sus últimas incorporaciones la fábrica de harinas-central hidroeléctrica –entre las esclusas 31 y 32 del Canal de Castilla–, situada en el pago de Viñalta, en Palencia. Este edificio, construido hacia 1803 y catalogado como Bien de Interés Cultural desde 1991, presenta «estado de semirruina al mantenerse solo en pie la parte central de la cubierta, así como pintadas en sus muros y en las piedras de las esclusas contiguas», según señalan los técnicos de Hispania Nostra. «Hay que felicitarse puesto que con estos cuatro monumentos se han tomado medidas para evitar el deterioro», esgrime Víctor Antona, de Hispania Nostra. «Gracias a las alertas sobre el mal estado de monumentos, en los últimos años tanto los políticos como los ciudadanos han adquirido mayor conciencia».
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De Castilla y Léon permanecen en la Lista Roja un total de 255 monumentos, con la provincia de León a la cabeza (49), seguida de Palencia (35), Soria (32), Burgos (31), Zamora (27), Valladolid (25), Salamanca (20), Segovia (19), y Ávila (18).
En 1976 Hispania Nostra se constituyó como asociación no lucrativa declarada de interés público. Su fin es la salvaguarda del patrimonio español, cuenta con la Reina emérita Doña Sofía como presidenta de honor y sus estudios los realizan equipos de profesionales y voluntarios.
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