Taylor Swift revoluciona las redes con su nuevo disco ¿Quién se atreve con este 'Taylor Quiz'?

Suena ‘Out of the Woods’, pero ¡ojo! no confundir con ‘Out of the Woods’... ¿Cómo? Se comprende la confusión y es que esta no es la primera vez que la ultrafamosa cantante de West Reading, Pensilvania graba esta canción. De hecho, está en el proceso de grabarse todo su repertorio al completo por segunda vez. No es mero capricho sino una forma de recuperar el control de su discografía desde que un tal Scooter Braun, productor y manager, decidiera comprar a sus espaldas todo su catálogo musical por 300 millones de dólares. En EEUU es habitual que las jóvenes estrellas cedan los derechos de sus primeros discos a las discográficas, también es práctica común que los contratos incluyan cláusulas de no re-grabación para que no haya dos copias de la misma canción danzando por ahí y de esta forma los dueños de dichos derechos (en este caso Scooter Braun) puedan forrarse con ellos. Pues, o el abogado responsable de redactar el contrato estuvo ‘despistao’ o simplemente la suerte que parece acompañar a la señorita Swift hizo acto de presencia: esa cláusula no se incorporó en su contrato, por lo que la artista se está cobrando su venganza. Lleva acumulados ya cientos de miles de dólares en beneficios por estas nuevas versiones que además han pasado a considerarse las oficiales. ¡Bien por Taylor!

Suena ‘Out of the Woods’, pero ¡ojo! no confundir con ‘Out of the Woods’... ¿Cómo? Se comprende la confusión y es que esta no es la primera vez que la ultrafamosa cantante de West Reading, Pensilvania graba esta canción. De hecho, está en el proceso de grabarse todo su repertorio al completo por segunda vez. No es mero capricho sino una forma de recuperar el control de su discografía desde que un tal Scooter Braun, productor y manager, decidiera comprar a sus espaldas todo su catálogo musical por 300 millones de dólares. En EEUU es habitual que las jóvenes estrellas cedan los derechos de sus primeros discos a las discográficas, también es práctica común que los contratos incluyan cláusulas de no re-grabación para que no haya dos copias de la misma canción danzando por ahí y de esta forma los dueños de dichos derechos (en este caso Scooter Braun) puedan forrarse con ellos. Pues, o el abogado responsable de redactar el contrato estuvo ‘despistao’ o simplemente la suerte que parece acompañar a la señorita Swift hizo acto de presencia: esa cláusula no se incorporó en su contrato, por lo que la artista se está cobrando su venganza. Lleva acumulados ya cientos de miles de dólares en beneficios por estas nuevas versiones que además han pasado a considerarse las oficiales. ¡Bien por Taylor!

Suena ‘Out of the Woods’, pero ¡ojo! no confundir con ‘Out of the Woods’... ¿Cómo? Se comprende la confusión y es que esta no es la primera vez que la ultrafamosa cantante de West Reading, Pensilvania graba esta canción. De hecho, está en el proceso de grabarse todo su repertorio al completo por segunda vez. No es mero capricho sino una forma de recuperar el control de su discografía desde que un tal Scooter Braun, productor y manager, decidiera comprar a sus espaldas todo su catálogo musical por 300 millones de dólares. En EEUU es habitual que las jóvenes estrellas cedan los derechos de sus primeros discos a las discográficas, también es práctica común que los contratos incluyan cláusulas de no re-grabación para que no haya dos copias de la misma canción danzando por ahí y de esta forma los dueños de dichos derechos (en este caso Scooter Braun) puedan forrarse con ellos. Pues, o el abogado responsable de redactar el contrato estuvo ‘despistao’ o simplemente la suerte que parece acompañar a la señorita Swift hizo acto de presencia: esa cláusula no se incorporó en su contrato, por lo que la artista se está cobrando su venganza. Lleva acumulados ya cientos de miles de dólares en beneficios por estas nuevas versiones que además han pasado a considerarse las oficiales. ¡Bien por Taylor!

Suena ‘Out of the Woods’, pero ¡ojo! no confundir con ‘Out of the Woods’... ¿Cómo? Se comprende la confusión y es que esta no es la primera vez que la ultrafamosa cantante de West Reading, Pensilvania graba esta canción. De hecho, está en el proceso de grabarse todo su repertorio al completo por segunda vez. No es mero capricho sino una forma de recuperar el control de su discografía desde que un tal Scooter Braun, productor y manager, decidiera comprar a sus espaldas todo su catálogo musical por 300 millones de dólares. En EEUU es habitual que las jóvenes estrellas cedan los derechos de sus primeros discos a las discográficas, también es práctica común que los contratos incluyan cláusulas de no re-grabación para que no haya dos copias de la misma canción danzando por ahí y de esta forma los dueños de dichos derechos (en este caso Scooter Braun) puedan forrarse con ellos. Pues, o el abogado responsable de redactar el contrato estuvo ‘despistao’ o simplemente la suerte que parece acompañar a la señorita Swift hizo acto de presencia: esa cláusula no se incorporó en su contrato, por lo que la artista se está cobrando su venganza. Lleva acumulados ya cientos de miles de dólares en beneficios por estas nuevas versiones que además han pasado a considerarse las oficiales. ¡Bien por Taylor!

Eso es, Taylor es paupérrima al lado de George Lucas, el más rico de todos. Swift ha entrado este mismo año en la lista, gracias en parte al éxito de su descomunal ‘The Eras Tour’, que durará más de un año y medio para desquitarse de haber tenido que parar durante la pandemia —donde no dejó de sacar disco tras disco—. No lloremos por ella, ya tiene unos 1.100 millones en la hucha. En ‘The Man’, de 2019, se metía con la obsesión con el dinero. Típicas ideas de cuando todavía no eres milmillonaria.

Eso es, Taylor es paupérrima al lado de George Lucas, el más rico de todos. Swift ha entrado este mismo año en la lista, gracias en parte al éxito de su descomunal ‘The Eras Tour’, que durará más de un año y medio para desquitarse de haber tenido que parar durante la pandemia —donde no dejó de sacar disco tras disco—. No lloremos por ella, ya tiene unos 1.100 millones en la hucha. En ‘The Man’, de 2019, se metía con la obsesión con el dinero. Típicas ideas de cuando todavía no eres milmillonaria.

Eso es, Taylor es paupérrima al lado de George Lucas, el más rico de todos. Swift ha entrado este mismo año en la lista, gracias en parte al éxito de su descomunal ‘The Eras Tour’, que durará más de un año y medio para desquitarse de haber tenido que parar durante la pandemia —donde no dejó de sacar disco tras disco—. No lloremos por ella, ya tiene unos 1.100 millones en la hucha. En ‘The Man’, de 2019, se metía con la obsesión con el dinero. Típicas ideas de cuando todavía no eres milmillonaria.

Eso es, Taylor es paupérrima al lado de George Lucas, el más rico de todos. Swift ha entrado este mismo año en la lista, gracias en parte al éxito de su descomunal ‘The Eras Tour’, que durará más de un año y medio para desquitarse de haber tenido que parar durante la pandemia —donde no dejó de sacar disco tras disco—. No lloremos por ella, ya tiene unos 1.100 millones en la hucha. En ‘The Man’, de 2019, se metía con la obsesión con el dinero. Típicas ideas de cuando todavía no eres milmillonaria.

James Taylor, nacido en 1948, es uno de los grandes cantautores de country, el género musical que también marcó los inicios de Taylor (Swift). Desde entonces, ha coqueteado con el pop de estadio o con algo parecido al indie folk, colaborando con músicos como The National o Justin Vernon (Bon Iver). En ‘The Best Day’, Taylor recuerda su infancia y a su madre, cuando vivían en una granja de árboles de Navidad (sí, existen) y se iban de aventuras. La canción pertenece a una Taylor Swift muy diferente, pues se publicó hace más de quince años.

James Taylor, nacido en 1948, es uno de los grandes cantautores de country, el género musical que también marcó los inicios de Taylor (Swift). Desde entonces, ha coqueteado con el pop de estadio o con algo parecido al indie folk, colaborando con músicos como The National o Justin Vernon (Bon Iver). En ‘The Best Day’, Taylor recuerda su infancia y a su madre, cuando vivían en una granja de árboles de Navidad (sí, existen) y se iban de aventuras. La canción pertenece a una Taylor Swift muy diferente, pues se publicó hace más de quince años.

James Taylor, nacido en 1948, es uno de los grandes cantautores de country, el género musical que también marcó los inicios de Taylor (Swift). Desde entonces, ha coqueteado con el pop de estadio o con algo parecido al indie folk, colaborando con músicos como The National o Justin Vernon (Bon Iver). En ‘The Best Day’, Taylor recuerda su infancia y a su madre, cuando vivían en una granja de árboles de Navidad (sí, existen) y se iban de aventuras. La canción pertenece a una Taylor Swift muy diferente, pues se publicó hace más de quince años.

James Taylor, nacido en 1948, es uno de los grandes cantautores de country, el género musical que también marcó los inicios de Taylor (Swift). Desde entonces, ha coqueteado con el pop de estadio o con algo parecido al indie folk, colaborando con músicos como The National o Justin Vernon (Bon Iver). En ‘The Best Day’, Taylor recuerda su infancia y a su madre, cuando vivían en una granja de árboles de Navidad (sí, existen) y se iban de aventuras. La canción pertenece a una Taylor Swift muy diferente, pues se publicó hace más de quince años.

¡Ay John Mayer! ¿Afortunado o desdichado Mayer? Es difícil juzgarlo. No cabe duda de que ser escogido por la considerada nueva Reina del Pop como su pareja sentimental debe considerarse un verdadero privilegio, pero por el otro lado uno no deja de ingresar en una lista de dudosa reputación. Taylor es conocida por haber construido su imperio musical a hombros de las canciones que ha dedicado a sus ex. Y digamos que tienden a no ser del todo amables. Es un poco como haber salido en las negritas de Umbral: un regalo y una maldición.

¡Ay John Mayer! ¿Afortunado o desdichado Mayer? Es difícil juzgarlo. No cabe duda de que ser escogido por la considerada nueva Reina del Pop como su pareja sentimental debe considerarse un verdadero privilegio, pero por el otro lado uno no deja de ingresar en una lista de dudosa reputación. Taylor es conocida por haber construido su imperio musical a hombros de las canciones que ha dedicado a sus ex. Y digamos que tienden a no ser del todo amables. Es un poco como haber salido en las negritas de Umbral: un regalo y una maldición.

¡Ay John Mayer! ¿Afortunado o desdichado Mayer? Es difícil juzgarlo. No cabe duda de que ser escogido por la considerada nueva Reina del Pop como su pareja sentimental debe considerarse un verdadero privilegio, pero por el otro lado uno no deja de ingresar en una lista de dudosa reputación. Taylor es conocida por haber construido su imperio musical a hombros de las canciones que ha dedicado a sus ex. Y digamos que tienden a no ser del todo amables. Es un poco como haber salido en las negritas de Umbral: un regalo y una maldición.

¡Ay John Mayer! ¿Afortunado o desdichado Mayer? Es difícil juzgarlo. No cabe duda de que ser escogido por la considerada nueva Reina del Pop como su pareja sentimental debe considerarse un verdadero privilegio, pero por el otro lado uno no deja de ingresar en una lista de dudosa reputación. Taylor es conocida por haber construido su imperio musical a hombros de las canciones que ha dedicado a sus ex. Y digamos que tienden a no ser del todo amables. Es un poco como haber salido en las negritas de Umbral: un regalo y una maldición.

Una teoría apócrifa dice que la quinta canción de cada disco de Taylor Swift siempre es sobre «emociones vulnerables». ‘Delicate’ es una de ellas, por mucho que la portada del ‘reputation’ sea digna de rapero gangsta. La evolución de su imagen es muy palpable, de aquella en la que parece una sirena en Hawaii a las últimas, donde parece una musa del cine italiano. Por cierto, del anterior disco en publicarse se hicieron más de veinte ediciones distintas: vinilos, CDs, dobles ediciones, triples, cassettes, digital… alguien tiene que pagar los caprichos de Olivia Benson.

Una teoría apócrifa dice que la quinta canción de cada disco de Taylor Swift siempre es sobre «emociones vulnerables». ‘Delicate’ es una de ellas, por mucho que la portada del ‘reputation’ sea digna de rapero gangsta. La evolución de su imagen es muy palpable, de aquella en la que parece una sirena en Hawaii a las últimas, donde parece una musa del cine italiano. Por cierto, del anterior disco en publicarse se hicieron más de veinte ediciones distintas: vinilos, CDs, dobles ediciones, triples, cassettes, digital… alguien tiene que pagar los caprichos de Olivia Benson.

Una teoría apócrifa dice que la quinta canción de cada disco de Taylor Swift siempre es sobre «emociones vulnerables». ‘Delicate’ es una de ellas, por mucho que la portada del ‘reputation’ sea digna de rapero gangsta. La evolución de su imagen es muy palpable, de aquella en la que parece una sirena en Hawaii a las últimas, donde parece una musa del cine italiano. Por cierto, del anterior disco en publicarse se hicieron más de veinte ediciones distintas: vinilos, CDs, dobles ediciones, triples, cassettes, digital… alguien tiene que pagar los caprichos de Olivia Benson.

Una teoría apócrifa dice que la quinta canción de cada disco de Taylor Swift siempre es sobre «emociones vulnerables». ‘Delicate’ es una de ellas, por mucho que la portada del ‘reputation’ sea digna de rapero gangsta. La evolución de su imagen es muy palpable, de aquella en la que parece una sirena en Hawaii a las últimas, donde parece una musa del cine italiano. Por cierto, del anterior disco en publicarse se hicieron más de veinte ediciones distintas: vinilos, CDs, dobles ediciones, triples, cassettes, digital… alguien tiene que pagar los caprichos de Olivia Benson.