El día en que Extremoduro y Platero y Tú cruzaron sus caminos en Villadiego

Aquel verano, Extremoduro estaba en plena gira de presentación de 'Somos unos animales', su segundo disco de estudio, con el que ya se habían consolidado como uno de los grupos con mayor proyección del panorama rockero. Por su parte, los Platero llevaban apenas unos meses de andadura oficial, aunque también contaban ya con su particular legión de fans.

En ese contexto, ambas bandas coincidían por primera vez en el escenario en Villadiego con motivo de un concierto participado también por la mítica banda burgalesa Tuco y los Definitivos. La cita se llevó a cabo el 3 de agosto y, tal y como cuentan algunos de sus protagonistas, aquello fue inolvidable.

Así lo afirma Joantxu Olano, quien fuera bajista de Platero y Tú, en una entrevista publicada recientemente en el canal de Youtube 'Juancaraes', especializada en repasar la historia de Extremoduro, en la que desgrana algunos de los detalles de un encuentro que marcaría un punto de inflexión para el rock en España. «Llegamos a Villadiego y era como una película del oeste. No había absolutamente nadie. Pero llegamos a la plaza de todos y allí estaba todo el mundo», incluidos los miembros de Extremoduro y su particular 'séquito'.

Y la primera impresión de los Platero fue desconcertante. «Cuando les vi las pintas que llevaban pensé: ¿de dónde han salido estos?», una impresión compartida por el propio Fito, entonces cantante de la banda bilbaína, que en el libro 'Cultura de Bar: Conversaciones con Fito Cabrales' de Darío Vico relata algo similar. «Estaban todos para encintarlos, más locos que el copón».

Sin embargo, aquella primera impresión acabaría cambiando radicalmente. El propio Olano recuerda que, en cuanto Extremoduro se subió al escenario se quedó «flipado». «Al día siguiente, que abrieron las tiendas, me compré todos sus discos», rememora.

La admiración y buena sintonía fue mutua desde el principio, sobre todo entre Robe Iniesta, cantante de Extremoduro, e Iñaki Antón 'Uoho', guitarrista de Platero. Éste último acabaría siendo un miembro más de la banda de Plasencia, así como productor musical. Las colaboraciones, giras y grabaciones compartidas entre los dos grupos ya son historia de la música en España.

Pero aquel mítico concierto en Villadiego todavía dejó algún episodio para el recuerdo. Y es que, una vez finalizada la actuación, llegó la hora de cobrar. Y aquello no fue precisamente sobre ruedas.

Las versiones difieren, pero lo que está claro es que los grupos no cobraron lo pactado con los organizadores. El propio Fito, protagonista de aquella anécdota, lo cuenta así: «Creo que me tocó a mí, que en mi puta vida lo había hecho, ir a cobrar. Sería porque aquella noche era el que menos pedo estaba, que era raro. Iba con Tomás Rodríguez –mánager de Extremoduro- que es como yo, pequeñito y flaco, parecíamos dos teleñecos. Y volvimos sin cobrar porque los tíos nos dieron pena, diciendo que había ido mal de gente, y cuando volvimos a las furgonetas nos querían matar por gilipollas».

Sea como fuere, lo que sucedió entre bambalinas aquella noche marcó un punto de inflexión para todos los protagonistas. Tras ese día llegaron los proyectos Pedrá y Extrechinato y Tú y mil y una anécdotas en escenarios compartidos.