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El coronavirus que contagia de miedo las bolsas y amenaza el crecimiento económico mundial podría poner en jaque al rentable y vulnerable sector de la música en vivo en España. Frente al derrumbe de las discográficas es, con la música en 'streaming', el pulmón ... del sector y lleva seis años incrementando su facturación con cifras de dos dígitos. Un ritmo espectacular que se moderó en 2019, con un crecimiento de casi 15 puntos pro con una facturación récord de 382 millones que supera el notable registro de 2018, cuando se facturaron 333,9 millones.
El aumento es, con todo, casi diez puntos inferior al de 2018, que fue de 24 puntos, y cinco menos que en 2017, cuando creció 20 puntos. Pero la verdadera preocupación es que una crisis del coronavirus globalizada acabe con la bonanza de un sector dinámico que tuvo a Manu Carrasco como el astro local con más tirón en 2019.
«Crecemos por sexto año consecutivo, pero tenemos debilidades. El ritmo de crecimiento se modera y se queda en el 14,6%», destaca Albert Salmerón, presidente de la Asociación de Promotores Musicales (APM), que publica el Anuario de la música en vivo. La curva de facturación sigue en ascenso, pero la bonanza se podría ver «muy afectada» por la crisis del coronavirus. «Somos un sector muy vulnerable, muy sensible a las coyunturas, y está claro que vivimos momentos de incertidumbre y que sabemos que nos pueden afectar, y mucho», dice Salmerón. «Quizá la cosa se quede en nada, pero el coronavirus es una preocupación muy real, ya que la incertidumbre nos afecta quizás más que a otros sectores», agrega.
Destaca Salmerón como prueba de vulnerabilidad el hecho de que las aseguradoras no cubran las suspensiones de conciertos y festivales en el caso de que se llegue a una declaración de pandemia. «Somos un interlocutor activo y cualificado y queremos hablar con el gobierno, desde la convicción de que deberíamos tener más ayudas como sector estratégico y ante según qué contingencias», plantea Salmerón recordando que España hay ahora en torno a un millar de festivales que se concentran en el arco mediterráneo.
Manuel Carrasco es el rey del directo y está en el 'top one' entre los diez artistas y grupos españoles con más tirón en su gira. El onubense es el líder, y abarrota unos estadios a los que llevó 351.994 espectadores en los 34 conciertos que ofreció en 2019. Le siguen la banda de rock Marea, que congregó a 249.818 fans en 51 conciertos, y Alejandro Sanz, que reunió 182.896 asistentes en solo 5 actuaciones. Completan la lista Leiva (146.816 asistentes con 26 conciertos ), Vanesa Martín (131.325 en 37), Raphael (114917 en 34), Estopa (109.855 en 11), La Polla Records (101.800 en 8) yconciertos de Operación Triunfo (90.300 en 13).
En el ámbito internacional la gira de Metallica fue la que más público congregó en España, con 122.000 asistentes en solo dos conciertos. Le siguieron Ed Sheeran, que también con dos únicas citas reunió a 108.386 asistentes y Morat, con 19 actuaciones y 82.433 espectadores. La lista internacional de 2019 la completan Muse (55.000 en un concierto), Mark Knopfler (54.366 en 6), Bon Jovi (54.040 en uno), Hans Zimmer (51.841 en 5), Bryan Adams 46.597 en 5), Bob Dylan (36.495 en 8) y Rammstein (35.000 en uno).
La APM reconoce que el crecimiento ininterrumpido se ha visto favorecido por la menor presión tributaria, «que ha beneficiado el retorno de las grandes giras internacionales y la reactivación económica». Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana fueron las comunidades que más facturaron. Octubre es el mes con más actividad y facturación, seguido de diciembre, mayo, julio y septiembre, todos por encima de los 40 millones. En 2018, la actividad se había concentrado en julio, octubre y noviembre y cayó el resto del año por debajo de los 30 millones. En 2017 solo octubre superó los 40 millones de facturación.
La otra lacra del sector es la reventa especulativa, contra que la que «no acaban de disponerse las medidas más efectivas» a juicio de la APM. «Habrá una directiva europea en 2021, pero necesitamos que se acabe con la reventa especulativa», reclama Salmerón. «Creemos que el gobierno debería ser más activo», dice reclamando la revisión de una normativa que considera obsoleta. «La ley que regula la reventa es de 1982, cuando se celebró el Mundial de Fútbol en España, con reventa callejera y cuando era imposible soñar con la situación que se da ahora en las redes», apunta Salmerón. «Hoy los revendedores 'online' tienen beneficios increíbles, con precios estratosféricos, gasto cero en estructuras y producción». «Además, cometen fraudes flagrantes al duplicar y triplicar las entradas», denuncia.
Una situación de la que responsabiliza también a los gigantes del mundo digital como Google, al que los productores tienen casi por cómplice de una práctica dañina para el sector y el consumidor, al acoger y publicitar a los revendedores digitales. «Hemos hablando con Google y creemos que tiene cierta corresponsabilidad en los abusos de los grandes monstruos de la reventa», dice Salmerón.
«Pedimos una ley de la música para dignificar el sector y darle el valor real que tiene en la cultura la sociedad y en la economía españolas», concluye el presidente de la APM, que agrupa al 80% de la empresas del sector y que ha pasado en dos décadas de tener 13 miembros a sumar casi 80 «en un ecosistema muy cambiante».
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