Joaquín diría: «escrito al primer aullido de la luna…» o algo así. A nosotros mortales, nos da para juntar un puñado de letras y constatar que el disco se grabó a altas horas de la madrugada, franja horaria donde sabemos que el maestro Sabina brillaba especialmente por aquel entonces. Fue de noche y en tiempo récord, el poeta arrastraba una herida amorosa a medio cerrar de la que resbalaba un caudal inagotable de versos geniales que le trajeron el éxito y la fama internacional.
Era 1999. Sólo en ese año '19 días y 500 noches' obtuvo cuatro de los cinco galardones a los que estaba nominado en los Premios de la Música: mejor autor pop, mejor artista pop, mejor disco del año y mejor canción del año. Casi nada. El mito estaba escrito, la leyenda había sido sellada. Es importante remarcar que es rara la canción de este mitológico álbum que baje de los 6 minutos de duración. Ni que si radiofónica, que si pegadiza, que si comercial… la constatación inapelable de que si la canción es buena, todo lo demás son pamplinas.
Ahora te toca a ti. ¿Cómo de puesto estás en este disco imprescindible del hombre del bombín?
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