El Museo Provincial de Burgos elige la tésera de Sasamón como pieza del mes de marzo

En el caso de la tésera de Sasamón, su significado se ha asociado a una inscripción de carácter honorífico dedicada por un taller de quince trabajadores y seis empleados libertos y esclavos a sus cinco patronos, que dirigían una industria familiar en el municipio romano de Segisamo. La pieza, con forma de templete, mide 31x24x6 centímetros y se encontró en 1869. Siempre ha sido considerada una de las piezas más destacadas del imperio romano de la colección del Museo dependiente de la Junta de Castilla y León.

La intención que se ha observado en la tésera de Sasamón es la de elogiar la figura de los patronos, cuyos nombres aparecen cincelados en la milenaria pieza de bronce. Además, tras el nombre de estas ilustres personas de Segisamo, también aparecen sus profesiones, relacionadas con la industria de tejedores, zapateros, bataneros y peineros. Esta información tan valiosa ha permitido a los historiadores discernir la gran diversidad de oficios que se realizaban en estas antiguas villas romanas.

Estos documentos estuvieron muy extendidos en todo el mundo romano, siendo una de las manifestaciones más importantes de las escrituras de esta civilización.

Asimismo, estas piezas grabadas en planchas de metal revelan aspectos que permiten entender la sociedad romana de la época. Una de las claves que se ha descubierto gracias a las téseras relaciona estas piezas con el proceso de conquista y romanización de Hispania. Tras las incursiones militares de esta civilización en España a partir del siglo III a.C., los romanos emplearon los pactos como una herramienta para vincular a los dominadores con los pueblos indígenas. Estas relaciones se plasmaron, en ocasiones, en estos documentos de bronce.

Aunque la tésera de Sasamón no esté relacionada con la conquista, esta tablilla, pieza del mes de marzo del Museo de Burgos, tiene un incalculable valor histórico que permite conocer más sobre las raíces de la provincia.