Hijo del reconocido pianista Chano Domínguez, premio Nacional de Músicas Actuales en 2020, y compositor de jazz y otros géneros, Pablo Domínguez siguió la música como una carrera y se dedicó a la guitarra y la percusión. Nacido en Cádiz a mediados de los ochenta, ganó reputación detrás de grandes figuras internacionales como la estadounidense y premio Grammy Lizzo y nacionales como el Niño Josele. Debido a una «grave enfermedad», ha muerto en el hospital de su ciudad natal hace dos días. Tenía 38 años.
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Versátil, fusionó el flamenco y el jazz con el hip hop y otras músicas actuales. Estudió Tecnología Musical en West London University y vivió en Reino Unido quince años. Decidió regresar a su tierra, donde colaboró con artistas como Josemi Carmona y Javier Ruibal, que ha lamentado su pérdida en redes. «Nuestro niño precioso, qué dolor sin consuelo», escribió.
Talentoso, de «buen rollo» y guapo, también trabajó para marcas de lujo, como Louis Vuitton, Salvatore Ferragamo y Vogue. Una de sus últimas actuaciones fue en noviembre del año pasado, en el Festival de Jazz de Barcelona, como parte del sexteto con el que su padre rindió tributo a Paco de Lucía, otro grande que murió antes de tiempo.
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