El maestro vidriero burgalés Enrique Barrio imparte una conferencia y dos talleres sobre vidrieras en Navarra

La vidriera tal y como se conoce es el resultado de una evolución constante que discurre en relación a otras artes y especialmente con la arquitectura por haber sido utilizada tradicionalmente como muro translúcido. «Es por esto que debemos considerarla como una especialidad de la pintura mural, pero que además tiene unos componentes específicos por la capacidad de graduar y modificar la iluminación interior de los edificios. Es un arte que encierra un simbolismo que no encontramos en otras disciplinas», señala el artista vidriero burgalés.

Se conoce el origen de la vidriera, gracias a las excavaciones y de antiguos fragmentos de vidrio pintado, que ofrecen una información «muy interesante» sobre los primeros pasos de esta especialidad del arte y la perfección que se había conseguido en el uso de las grisallas (pinturas vitrificables que empleamos los vidrieros). La vidriera es una de las especialidades que mejor ha mantenido las técnicas tradicionales, desde la fabricación del vidrio, el corte, la pintura y el emplomado.

«La especialidad sigue cambiando y regenerándose con nuevos proyectos de conservación y creación. Hoy conocemos mejor las causas del deterioro de las vidrieras, podemos identificar los procesos, caracterizar las lesiones y analizar cómo han logrado sobrevivir al paso del tiempo», señala el experto en vidrieras.

Según explica el vidriero burgalés, al igual que Burgos y otros lugares de la geografía española y europea, Navarra cuenta con una «larga tradición vidriera», no solo por las obras históricas que conserva sino por mostrar una actividad que se sigue manteniendo hasta nuestros días. El Padre Dominico Domingo Iturgáiz, natural de Villaba, es uno de los máximos exponentes de la vidriera española de los siglos XX y XXI, al que es necesario referirse en todo estudio dedicado a las últimas tendencias por la aportación de nuevas formulaciones y transformación de la iconografía religiosa.

Enrique Barrio Solórzano es un artesano vidriero burgalés que ha participado en la restauración y conservación de vidrieras en espacios referenciales como el Monasterio de las Huelgas, la Catedral de Burgos o las seos de Astorga, Menorca u Orense. Mañana, miércoles 31 de agosto impartirá una conferencia donde explicará la historia de las vidrieras, y el proceso y los oficios necesarios para su confección. Usando su 'taller de campaña' mostrará a las personas participantes cómo se idea y se diseña el motivo, de qué forma se corta el vidrio y cómo se emploman los fragmentos del conjunto. Así, quienes lo deseen podrán experimentar con la parte del proceso que no suponga riesgo, siempre supervisados por Barrio y por el artista bilbaino Oskar Díaz Antolín.

Enrique Barrio en la actualidad está involucrado en varios proyectos expositivos relacionados con la pintura, el vidrio y el Patrimonio Histórico, tanto en solitario como en colaboración con otros artistas. Ha participado en programas orientados al conocimiento y difusión del Patrimonio Cultural, proyectos de conservación, comisariado de exposiciones, proyectos museográficos y participado en exposiciones como: 'La vidriera española, del gótico al siglo XXI' (Fundación B.S.C.H., Madrid); Exposición Colectiva de Arte Sacro (Pompeya, Italia) o el Salón International du Vitrail (Galerie Julles Salles, Chartres).

A lo largo de su exposición teórica Barrio, repasará las distintas líneas de trabajo y la evolución de técnicas y motivos desde el siglo IX; la aparición de nuevas ideas a finales del XIX y principios del XX con la joyería y orfebrería de lujo de Charles Lewis Tiffany y Teddy Young (Nueva York, 1837), hasta llegar a las actuales líneas de trabajo, tanto de creación, como de restauración. También se centrará en los artesanos que conforman un taller: dibujantes, diseñadores, pintores, cortadores, emplomadores u horneros, y hará referencia específica a la vidriera en Navarra.