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De periodismo a literatura. Jon Sistiaga ha ido guardando historias en sus libretas moleskine, historias que le «queman» como periodista pero que no ha podido contar, y a las que ahora da salida a través de la ficción. 'Purgatorio' es su debut en el mundo ... de la novela, un debut desde casa, desde el conocimiento, pero no exento de controversia. Un thriller sobre el conflicto vasco y la historia reciente de Euskadi, que hace reflexionar al lector sobre las heridas mal cerradas, la justicia restaurativa, el arrepentimiento, el duelo de las víctimas y una violencia que nunca es virtuosa ni está justificada.
-Con 'Purgatorio', debuta en la literatura. Y, además, con el conflicto vasco. ¿No había otra temática que no fuera tan controvertida para su primera novela? Porque la visión que aporta no se ajusta al maniqueísmo de buenos y malos
Por eso precisamente. Para ser la primera incursión en la literatura, que da respeto, decidí que tenía que hablar de lo que sabía. Y de lo que más sé es del País Vasco, porque soy de allí, nací a la vez que ETA, porque ETA ha marcado mi vida y la de todos los vascos durante 50 años. Y porque, además, en mi carrera profesional he visitado otros territorios marcados por la violencia y las experiencias que he adquirido allí me generaban una serie de patrones de comportamiento de los movimientos violentos o terroristas. Sabía de lo que hablaba y había que encontrar la fórmula para contarlo bien. También quería hablar de un sitio que puedo describir con los ojos cerrados: mi ciudad, los lugares de mi infancia, los sitios que he recorrido y a los que vuelvo a menudo, he tirado de memoria visual, emoción y quizás de nostalgia.
-Del conflicto vasco no se ha hablado tanto. Le he oído comentar que se ha pasado página muy rápido
'Purgatorio' también es una necesidad de contar cosas que no he podido contar. Está lleno de pequeñas confidencias, incluso algunos de off the record que se te van quedando en las libretas y que te queman como periodista, de historias que no pudiste corroborar o no conseguiste que la persona idónea diera la cara, pero que sabes existían. Estas historias merece la pena ser contadas. ETA, además de aterrorizar a la sociedad vasca durante tantos años, consiguió también atemorizar a mucho creador cultural, que se asustaba de hablar, escribir, pintar, filmar, grabar sobre el tema por las consecuencias. Eso hizo que no haya demasiado literatura sobre el conflicto vasco hasta los últimos 15 años, donde la ausencia de ETA ha permitido una eclosión de autores. Puede llegar a empachar, pero he intentado abordar el tema desde perspectivas diferentes. Como periodista sé de lo que hablo, lo he vivido, y me apetecía elaborar personajes que para mí son reales y verosímiles, incluso aunque haya alguien que lea la novela y diga, un comisario torturador...
-Es una de las cuestiones que aborda en la novela, que sabemos que han existido pero que se han ocultado
Hay como un tabú, porque la violencia terrorista de ETA fagocitó cualquier otro debate. Si en algo estamos de acuerdo es en que ETA mataba por pensar de manera diferente y eso les ponía en el lado de los malos. Eso opacó otro tipo de violencia, residual, en ningún caso de reacción ni equiparable, porque no hay dos bandos ni dos violencias, esa narrativa no la admito. Pero sí ocurrió. Elementos incontrolados del Estado, y otras veces con la aquiescencia de otros estamentos del Estado, ejercieron la violencia policial, la tortura y una represión atroz y contundente. Una represión que, como refleja el libro, generó afinidades al terrorismo e, incluso, nuevos terroristas.
-No todo vale para luchar contra el terrorismo. En 'Purgatorio' se recogen algunas justificaciones a esa tortura diciendo aquello de 'nos mataban como a moscas', pero no todo vale
Es una máxima. En sociedades como la nuestra, occidental, democrática, es algo que tenemos asumido. Pero no siempre fue así, y no fue así incluso hasta hace veinte años. Es cierto que el Estado se enfrentó a un fenómeno terrorista muy cruento, muy eficaz en su mortífera estrategia y lo hizo con una policía entrenada en el Franquismo, en una dictadura, y que utilizaba métodos represivos. Una policía con escasos valores democráticos. Con el tiempo llegaron nuevas generaciones de policías que ya venían formados en el no todo vale. Pero en los años 70, 80 y parte de los 90 hubo ocasiones en las que los representares del Estado no se comportaron con la responsabilidad que debían hacerlo.
-En 'Purgatorio' aborda también cómo es el proceso de entrada en una banda terrorista, cómo funciona un aparato que capta a jóvenes y les convence de que deben morir y matar por una idea. Y debemos poner el foco sobre quién está al mando
Trataba de buscar esa nueva perspectiva en la novela. Al final siempre hay unos señores que convencen a unos jóvenes de que se jodan la vida y jodan la vida de otros, en esa falacia que es sacrificarse por la causa, que quiere decir realmente matar por la causa. Sobre todo se mata, algunos tienen la mala suerte de morir, pero se mata. A esas personas que convencen a los jóvenes normalmente no se les pilla nunca, no hay un cañón humeante en un escritor, una huella dactilar en un detonador de un abogado o un periodista o filósofo. Ellos construyen la narrativa necesaria para hacer creer a muchos otros que no hay otra salida que matar por esa causa, darlo todo por tu país, tu religión, tu raza... Y estos personajes se van de rositas y me jode porque son los causantes de estos desastres. Un fenómeno violento siempre tiene un afán de atemorizar, por mucho que le llames movimiento de liberación o revolucionario, la idea inicial de usar la violencia es la de aterrorizar a un enemigo o a la población civil para que convenza a tu enemigo y ceda ante tus pretensiones. Luego, envuélvelo con le lazo que quieras. Como dicen algunos ex terroristas, la violencia es la sublimación de la política.
-Qué bien jugamos con las palabras...
Qué bien jugamos con las palabras cuando se trata de convencer de matar. Estos tipos que quedan en la sombra, estos profetas del terror son los orígenes del totalitarismo. Y se me ocurre pensar, ahora, en un fenómeno muy cercano que está haciendo lo mismo: Putin. La santa madre patria está en peligro existencial, están masacrando a los nuestros, se está cometiendo un genocidio contra los rusos, tenemos que atacar contra ese régimen nazi. Lo trasladas a la Euskadi de los 70, al Belfast de los 70, a las calle de Jenín en Palestina o las colinas de Kigali... es siempre lo mismo.
-La narrativa en todos los casos es la misma
Por eso en la novela no se habla de ETA, sino de la Organización. A mí me interesa que un coreano, cuando la lea, entienda que podía ser cualquier otro lugar. Si les cambias los nombres a los personajes... llámale O'Callaghan y parece que estás ante el IRA. O llámale Uribe, Restrepo, parece que podías hablar de las FARC, o Abdelkader y estás hablando de la Yihad islámica. Lo que quiero es que la novela trascienda al País Vasco y a ETA para hablar de esos fenómenos violentos, que se reproducen en determinadas situaciones, atemorizan a la sociedad y logran convencer a mucha gente de que esa violencia es necesaria, buena, virtuosa. La violencia mala, es la de los otros. Esas palabras maniqueas, nosotros, ellos, los nuestros, los otros....
-'Purgatorio' también apuesta por la justicia restaurativa...
Sí, porque he visto cómo funciona en Colombia, con diferentes modalidades. No es lo mismo la vía colombiana que la irlandesa, o la vasca si es que existe, o está construyéndose. Los encuentros que he visto en Irlanda o en Uganda me han erizado el vello. Esa altura de miras para que un victimario reconozca el dolor que ha causado y para que la víctima sea capaz de mirar a los ojos al perpetrador, eliminacionista y decirle por qué hiciste esto y espero que te hayas dado cuenta de la maldad de tus actos. Al hilo de esto está la película 'Maixabel', o el documental que realicé con los personajes originales. Lo había visto pero verlo en mi tierra, en Legorreta, con una víctima de ETA sentada con el asesino de su marido... creo que es uno de los momentos que más puedo agradecer de mi vida periodística. Hay una frase que dice Ibon Etxezarreta, el asesino de Juan Mari Jauregui, a su viuda, y que es clave para explicar a algunos personajes de 'Purgatorio': Maixable, yo nunca te he pedido perdón por lo que te hice, porque lo que te hice es imperdonable. Esa frase encierra todo el significado de la justicia restaurativa. Ibon Etxezarreta ha pasado por su purgatorio, ha comido techo veinte años en la cárcel, se ha dado cuenta de la maldad de sus actos, y que pedir perdón puede no sirve para nada. Es de esas palabras muro (perdón, condena, equidistante...) que no ayudan a avanzar en la resolución de un conflicto. Sabe que no puede exigirle perdón, porque es imperdonable. Claro que es imperdonable, y menos mal que te has dado cuenta. Y se ve en esta novela.
-Hay personajes que se arrepienten de lo que han hecho y personajes que no quieren que les pidan perdón, sino que les resuelvan las dudas que les están carcomiendo e impidiendo cerrar capítulo
Puede ser incluso políticamente incorrecto lo que voy a decir porque cualquier cosa que tenga que ver con víctimas es muy sensible. Todas las víctimas no son iguales, y cada víctima es un mundo, un dolor y un duelo. Y hay víctimas que pueden haberse instalado en el perdón y otras en el rencor. Unas en la bondad y otras en la venganza. Y cada una es libre. Puede haber algunas víctimas que estén dispuestas a no aceptar una condena con tal de aceptar una vedad emocional, que quieren saber qué pasó. Les da igual, 35 años después, una condena a un anciano que va a pasar dos o tres años en la cárcel, quieren saber qué pasó, por qué se eligió a su familiar, quién dio la orden, cómo fueron sus últimos momentos... pequeños detalles que ayudaría a algunos a resolver su duelo-Entiendo que haya gente que no.
-En este país ese planteamiento no se ha entendido, políticamente se ha intentado dirigir a todas las víctimas por el mismo camino
Ha habido años en el que las víctimas han sido manoseadas, tuteladas políticamente, sin tener en cuenta sus sentimientos o sus diferentes modalidades de duelo o dolor. Me parece inmoral y, desde el respecto a cualquier tipo de víctima, se debe respetar también cualquier tipo de posicionamiento de la víctima. Otra de las aristas que sugiere 'Purgatorio' es que la víctima es una condición sobrevenida que te llega, que tu no la has buscado. Y el primer deber de una víctima es dejar de serlo. Y ¿cómo se deja?, depende de cada uno. A muchos les gustaría dejar de ser la hija de, la viuda de, para volver a ocupar su lugar en el mundo.
-En 'Purgatorio' se plantea una cuestión. Uno deja de ser terrorista cuando abandona la banda, pero uno no deja de ser asesino cuando se arrepiente, ¿no?
Creo que se puede dejar de ser asesino. Hay un momento en el que, alguien que haya matado, se puede considerar que es un ex asesino. Cuando se haya dado cuenta de sus actos, de que fue engañado por una causa o alguien que le obligó, cuando rechaza por completo lo que hizo e incluso su pasado. Y se convierte uno en ex asesino cuando además cumple la condena adjudicada por lo que hizo. Digamos que si cumples estas condiciones... Y he visto, he hablado, conozco e incluso tengo alguna amistad con todo tipo de ex asesinos, e igual que veo que hay terroristas arrepentidos de boquilla, he conocido ex terroristas absolutamente devastados. Cuando matas, quitas una vida humana, te contrarrestas éticamente, dejas de ser una persona humana. Puedes volver a serlo si te das cuenta de la maldad de lo que has hecho. No es lo mismo matar con 35 años que hacerlo con 18, porque nadie somos el que éramos con 18 años.
-¿Y estas reflexiones se pueden entender de diferente manera dentro y fuera del País Vasco?
El libro tiene dos niveles de lectura mínimo. Está escrito como un thriller, una novela negra en la que los personajes se van encontrando y van generando una situación potencialmente explosiva. Pero tiene otra lectura, casi infinita. Y si eres del País Vasco o has intentado de enterarte sobre cómo llegamos a aquello, las aristas que se van abriendo son numerosas. Hablan de perdón, memoria, vacío, responsabilidad, de cuentas sin saldar.. Si eres del País Vasco vas a ver muchos más matices y leer entre líneas.
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