El Papamoscas y un perro juegan al escondite para ofrecer un recorrido diferente por la Catedral

«Este viaje ha sido un aprendizaje en todos los aspectos de la vida», reconocen los autores. «El proyecto nos ha hecho crecer en valores, formación artística e histórica, en conocimiento. Eso es lo que nos proponemos transmitir para que perdure con esta obra», señalan.

Emulando la serie '¿Dónde está Wally?', los autores han escondido en decenas de fotografías de la Catedral, con planos generales y planos detalle, al Papamoscas y al perro de la capilla de los Condestables. De esta forma, el lector y buscador, descubrirá detalles y aspectos de la Catedral, ya que las fotos están acompañadas de un pequeño texto con curiosidades y explicaciones.

El Papamoscas es el autómata del reloj del templo. Como si fuera un guardián, da la bienvenida desde el siglo XVI. Al tiempo que el reloj da sus campanadas, el Papamoscas abre y cierra la boca simulando que caza moscas. Con la partitura y la campana de su mano derecha parece un maestro cantor que trata de dirigir a un coro.

En este libro ha cambiado su lugar de vigilante a 15 metros sobre el suelo, en el primer tramo de la nave mayor, cerca del gran rosetón ¿dónde está ahora el Papamoscas?.

Este autómata no es el único al que le gusta jugar al escondite. En la capilla de los Condestables se encuentra el perro de la condesa de Haro, doña Mencía de Mendoza. Habitualmente duerme la siesta en las estatuas yacentes de los condes, inmortalizado en mármol de Carrara, debajo de estas hay una cripta donde descansan los condes. El perro es un símbolo de fidelidad, permanece en la tumba cuidando y velando el descanso eterno de sus dueños. Pero ahora, en este libro, duermo la siesta en cualquier recoveco de la Catedral.

Así, los autores nos proponen un recorrido visual diferente por la Catedral de Burgos. Buscando y encontrando al Papamoscas y al perro de la capilla de los Condestables analizamos también otros detalles del templo que acaba de celebrar el VIII centenario de la colocación de su primera piedra.

Los promotores y autores de este libro buscan colaborar con el mismo en la divulgación del patrimonio de la Catedral entre el público infantil. Los beneficios que deriven de la venta del libro se destinarán a financiar la 'Guía de Lectura Fácil de la Catedral de Burgos' desarrollada para personas con necesidades educativas especiales.