La (intra)historia de los Machado, como nunca antes vista

Antonio y Manuel. Manuel y Antonio. La de los Machado es la historia de una parte de la historia de España. De una España marcada por la Guerra Civil, sí, pero también por el espíritu intelectual que abanderaron, entre otros muchos, los hermanos Machado, convertidos en una suerte de mito literario que pretende ser puesto en valor mediante una ambiciosa exposición que se inaugura este jueves en Burgos tras cosechar un incuestionable éxito en Sevilla.

La muestra, coordinada por Eva Díaz Pérez y titulada 'Los Machado. Retrato de Familia', surge de la colaboración entre la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, la Fundación Unicaja y la Real Academia Burguense de Historia y Bellas Artes (Institución Fernán González) de Burgos, custodios los dos últimos de los dos grandes fondos machadianos existentes hoy en día. Dos fondos en los que se guarda y protege buena parte del legado personal de la familia Machado y cuyos caminos estaban destinados a encontrarse.

Así lo explica el director de la Institución Fernán González y, a la sazón, uno de los comisarios de la muestra, René Payo, quien apunta que la idea surgió de una conversación entre los responsables de las entidades, que entendieron la pertinencia, casi necesidad, de abordar la figura de los Machado en conjunto.

A partir de esas conversaciones iniciales, y con la ayuda de muchos compañeros de viaje, se diseñó una muestra que persigue un doble objetivo. Por un lado, dar cuenta de una «asignatura pendiente» y «recuperar la figura de Manuel Machado», un «poeta increíble» que en su época tenía el predicamento que sin duda merecía, pero que al discurrir de los tiempos acabó estando a la sombra de la también enorme figura de su hermano Antonio. Por el otro, mostrar la verdadera intrahistoria de una familia, de dos hermanos separados por la Guerra Civil, pero miembros activos de esa España que renegaba del conflicto fratricida. De esa España que rechazaba la idea de las 'dos Españas'. De esa «tercera España», al fin de cuentas, apunta Payo.

Y para cimentar ese discurso, los comisarios de la muestra vienen cargados de pruebas. Muchas de ellas, en formato epistolar, en las que Antonio y Manuel, Manuel y Antonio, se agasajan con muestras de admiración mutua. «La guerra los separó», pero jamás perdieron el contacto, el respeto y el cariño que se profesaban, explica Payo, quien además hace hincapié en el propio legado familiar. No en vano Manuel y Antonio, Antonio y Manuel forman parte de un linaje de intelectuales que hunde sus raíces en la España del siglo XIX con su abuelo Antonio Machado Núñez y que se extiende hasta el menor de los Machado, José, sobresaliente pintor, entre otros.

En este sentido, Payo asegura que la exposición, que supone un «milagro», cuenta con «auténticos tesoros» rescatados de ambos fondos. En total, alrededor de 200 objetos personales, algunos restaurados para la ocasión, entre los que destacan numerosas cartas, así como fotografías, primeras ediciones de alguna de sus obras, manuscritos originales o incluso monóculos y bastones.

En definitiva, una miríada de pertenencias expuestas con el objetivo de presentar una «biografía común» de los dos hermanos y su familia. Y todo ello, por cierto, complementado con un ciclo de conferencias que se desarrollará en las próximas semanas y que estarán dirigidas por figuras de la talla de Monique Alonso, Isaac Rilova, Eva Díaz Pérez o el mismísimo Alfonso Guerra. Gente que «sabe de lo que habla» cuando habla de los Machado, según subraya Payo.

La exposición, que recala en Burgos tras cosechar un enorme éxito en Sevilla -más de 45.000 visitantes así lo avalan-, permanecerá instalada en la Fundación Círculo hasta el próximo 30 de marzo. Una vez culminado su paso por la ciudad del Arlanzón, la muestra de Antonio y Manuel, de Manuel y Antonio se trasladará hasta las instalaciones de la Real Academia Española de la Lengua en Madrid.

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