La historia de Burgos a través de las piezas que alberga el Museo Militar

Gloria Díez

Burgos

Sábado, 4 de julio 2020 | Actualizado 10/07/2020 19:50h.

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Conocer la historia a través de objetos emblemáticos que formaron parte de ella y que incluso llegaron a determinarla, o ser testigo de primera mano del funcionamiento de algunos artilugios que fueron clave para el desarrollo de una guerra, son solo algunos algunos de los muchos atractivos que presenta el Museo Militar de Burgos para los visitantes.

Esta muestra permanente, situada en el Palacio de Capitanía, cuenta con cinco espacios expositivos y alberga una extensa colección de piezas singulares, armas de diferentes épocas, indumentaria, obras de arte y maquetas. Un gran desfile militar en miniatura, realizado en Madrid en los años 50, da la bienvenida a la entrada con 4.928 piezas pintadas a mano.

Entre las piezas más singulares de la exposición se encuentra una maqueta confeccionada por Jose Antonio Yarto, que tardó diez años en poder terminarla recabando información en Francia y Reino Unido. Esta muestra el valor y el esplendor del Castillo de Burgos, un encalve importantísimo de la historia de la ciudad que hoy se ha convertido en uno de los espacios más reclamados de ocio y turismo.

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Otra de las joyas del museo es la máquina enigma, un artilugio que Franco adquirió a los alemanes y que sirvió para codificar mensajes durante el desarrollo de la Guerra Civil. «Todas las piezas que tenemos aquí son originales, no hay ninguna recreación ni copia», explica la guía Maite Gamero. La extensa colección de armas que muestra este espacio incluye desde un rifle de caza del rey, hasta los fusiles de asalto utilizados en España por las tropas del bando nacional y en la II Guerra Mundial. Y no solo eso, quienes se acerquen a disfrutar de la exposición podrán ver también cañones y piezas de la indumentaria oficial utilizada por los militares en distintas épocas.

Entre estas prendas de uso militar, se halla la casaca de uniforme de húsar atribuida a Jerónimo Merino Cob, el cura Merino, muy conocido en la provincia. Junto a ella el rifle de Juan Martín El Empecinado. Toda una colección de singularidades y objetos curiosos que se puede visitar en grupos reducidos solicitando cita previa. Las nuevas normas que marca Sanidad, obligan a que se acceda manteniendo la distancia social, «las preguntas nos las tienen que hacer a distancia», explica Gamero.

Además, es obligatorio el uso de mascarilla, lavarse con gel hidroalcohólico a la entrada y respetar el máximo de diez personas por grupo. Esta exposición es de carácter gratuito y, tal y como explica la guía, «los niños son los que más lo disfrutan, cuando vienen en excursiones del colegio les explicamos el por qué de los colores de cada bandera y su historia y aprenden mucho». Sin embargo la nueva normalidad deja en el aire si este tipo de salidas de colegiales se podrán seguir realizando a partir de septiembre. «Lo importante es que hemos reabierto y que la gente ya puede venir a disfrutarlo», confiesa Gamero.

Durante la jornada del jueves, la primera en la que abrió sus puertas esta sala tras el estado de alarma, la mañana «estuvo tranquila» pero por la tarde «se animaron bastantes personas a entrar», confiesan desde el Museo. Y esperan que la línea continúe en modo ascendente, para ir recuperando espacios culturales adaptados a la nueva realidad en Burgos.