Las tortitas de Rosa Parks

Rosa Louise McCauley Parks (1913-2005) también era así, humana, y seguro que cuando compartía recetas decía (al modo estadounidense) cosas como «miajitas», «harina la que admita» o «hasta que tú veas». Figura relevantísima del movimiento por los derechos civiles en EE UU y desencadenante del boicot a los autobuses urbanos de Montgomery (Alabama), Rosa Parks pasó a la historia en 1955 al negarse a ceder su asiento a un blanco. Su caso no fue el primero pero sí el más célebre, y dio pie a una lucha judicial en la que el Tribunal Supremo estadounidense acabó declarando inconstitucional la segregación en el transporte. Parks es un icono del siglo XX, del activismo y del feminismo, y como a tal se la estudia en la actualidad. La Biblioteca del Congreso de EE UU tiene entre sus archivos más de diez mil documentos relacionados con ella, muchos de los cuales han sido digitalizados dentro de una colección especial que permite conocer de cerca la vida pública y privada de la señora Parks. Ahí están su ficha de arresto por el episodio del autobús, su correspondencia, notas, discursos y hasta las medallas honoríficas que recibió en su vejez. También está incluida una receta de cocina para hacer tortitas esponjosas, ligeras y casi tan etéreas como una pluma. «Featherlite pancakes», como escribió originalmente su autora en inglés.

«Tamizar juntos una taza de harina, 2 cucharadas de polvo de hornear, media cucharadita de sal, 2 cucharas de azúcar. Mezclar 1 huevo, 1 taza y cuarto de leche, un tercio de taza de crema de cacahuete, 1 cucharada de aceite. Combinar con los ingredientes secos. Cocinar a 275º en la plancha». No parece gran cosas y desde luego Rosa Parks no se hizo famosa por sus dotes culinarias, pero incluso una receta tan breve dice mucho de quien la escribió y sobre sus circunstancias vitales. Está apuntada en un pequeño sobre de un banco de Detroit, ciudad a la que Parks se mudó con su marido cuando comenzó a recibir amenazas en Alabama. Habiéndose significado abiertamente contra el racismo y la segregación, esta antigua costurera tuvo problemas para encontrar empleo y vivió con estreches económicas: quizás por eso tuvo que aprovechar cualquier papel disponible a su alcance. La receta en sí, clásicas tortitas de desayuno norteamercianas, no sólo habla de domesticidad e intimidad, sino que incluye un elemento sorprendente que vincula a Rosa Parks con la cocina afroamericana del Sur.

¿Se han fijado en la crema de cacahuete incluida entre los ingredientes? No es habitual encontrarla en una fórmula para tortitas, pero es que Rosa Parks había nacido en Tuskegee. Más o menos es como decir que a alguien de Villaconejos le guste comer melón, porque Tuskegee (Alabama) fue el lugar en el que el científico afroamericano George Washington Carver hizo sus experimentos agrícolas con plantas de maní y donde desarrolló hasta 105 maneras diferentes de cocinar sus frutos. Gracias a su trabajo de divulgación el cacahuete se convirtió en un cultivo popular en la zona sur de EE UU y en parte indispensable de la dieta de los agricultores negros. Normal entonces que una chica de Tuskegee como Rosa Parks pusiera crema de cacahuete en casi todo. Las recetas dicen mucho más sobre nosotros de lo que solemos creer.

Rosa Parks, ca. 1960.

Ingredientes: 125 g de harina, 2 cucharadas soperas de gasificante o polvos de hornear (Royal), media cucharadita de postre de sal, 2 cucharadas soperas de azúcar, 1 huevo, 305 ml de leche, 86 g de mantequilla de cacahuete, 1 cucharada sopera de aceite vegetal.

Proceso: tamizar los ingredientes secos (harina, gasificante, sal y azúcar). Mezclar en un recipiente aparte los componentes húmedos (huevo, leche y crema de cacahuete), batiéndolos bien juntos. Añadir los ingredientes secos y mezclar ligeramente hasta conseguir una masa homogénea. Calentar una plancha o sartén a fuego medio, untarla con un poco de aceite para que las tortitas no se peguen y echar un poco de masa con ayuda de una jarra, en forma de círculo. Cuando se formen burbujas de aire en la parte superior de la tortita (unos 2 minutos), darle la vuelta y dorarla por el otro lado. Hacer lo mismo con el resto de la masa.