Una exposición muestra en Burgos la faceta más desconocida de Eduardo Chillida

Lás páginas de 31 libros conforman esta muestra, acompañados de cartas, manuscritos, fragmentos de ensayo y otros documentos que ayudan a conocer al Chillida «pensador y humano, el que se acerca a otras figuras que admira y con las que va desarrollando obras en paralelo», ha apuntado Rocío Chillida, comisaria de la exposición y nieta del artista. «Aunque pueda parecer anecdótico, Chillida concebía su obra basada en sus encuentros» y desde la idolatría por personalidades como Brancusi o Bach.

Las palabras utilizadas por estas figuras en sus textos influían de forma determinante en el escultor, que las asimilaba en su propio discurso. «Se contextualizan las relaciones, se ve la parte humana y artística que les atraía al uno del otro y cómo va avanzando su amistad y colaboración a lo largo del tiempo». Y es que, la admiración de Chillida por los escritores le hacía acercase a ellos y, además, desarrollar una obra a partir de los conceptos y sensaciones que le producían.

Se trata de la segunda vez que esta obra completa ve la luz. La primera fue en 2007 en la Biblioteca Nacional, en Madrid. Ahora, en la capital burgalesa se reúne una exposición que, además, no está previsto que sea itinerante, por lo que puede ser una oportunidad única para conocer esa faceta menos conocida de Eduardo Chillida, escultor y grabador.