Enigmas y certezas sobre los Reyes Magos de Oriente

Su origen está en La Biblia, donde aparecen por primera vez los Magos de Oriente en el evangelio de San Mateo y únicamente relata que llegaron para adorar al niño Jesús pero solo dice que traían oro, incienso y mirra. Sin embargo, no describe cuántos eran, ni cómo eran, ni les identificaba por sus nombres.

A partir del siglo III concluyeron que debían ser tres porque traían tres regalos y que en hebreo la palabra mago se confunde con sabio, por lo que tal vez no eran magos sino sabios aunque el apellido de magos ya no se lo han quitado jamás.

Dado que llevaban en ofrenda oro, incienso y mirra, que en aquel entonces eran bienes muy caros que solo los más poderosos podían poseer, determinaron que probablemente serían reyes, en este caso reyes sabios. Pero hubo que esperar tres siglos más para conocer sus nombres y fue en Italia, en un mosaico en el que aparecían llamados Melchor, Gaspar y Baltasar.

¿Cuándo empezamos a saber cómo eran físicamente? A partir del siglo XIV y XV se aprecia en distintas representaciones que Melchor es el más mayor, que Gaspar es de edad mediana y que Baltasar es más joven y de raza negra. Uno de los primeros lugares donde aparece Baltasar negro es el un retablo de Covarrubias, en Burgos.

A partir del siglo XV se representa también en escultura tal y como nosotros les conocemos en la actualidad. Una representación que se ha mantenido hasta nuestros días.