Pedro Martín, Manoli Martín, Joaquín Illera y J.J. Cantalapiedra, los actores que representan la obra 'Mirando al cielo', de José Manuel Alonso. Gabriel Villamil

Delibes, ese profesor que hacia caricaturas a sus alumnos

Homenaje de la Facultad de Comercio al escritor vallisoletano, que dio clase de Historia y Derecho en sus aulas durante cuarenta años

Domingo, 18 de octubre 2020, 09:46

La Escuela de Comercio (hoy facultad) fue uno de los pilares de la vida de Miguel Delibes y ayer quiso sumarse a los homenajes que su más célebre profesor está recibiendo en todas partes con motivo del centenario de su nacimiento. El más célebre ... docente, y uno de los más constantes, pues acudió a sus aulas a impartir clase durante cuarenta años, continuando una tradición familiar iniciada por su padre, Adolfo Delibes, que dirigió el centro académico durante 33, como subrayó ayer Enrique Espinel, el organizador de un entrañable acto de recuerdo a su figura.

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El homenaje lo inició Ramón García con una conferencia sobre la relación entre Delibes y el teatro que sirvió de enjundioso y natural preámbulo para el plato fuerte de la celebración: el estreno, en versión lectura, de una obra de teatro del periodista José Manuel Alonso, en la que ofrece una emotiva y ajustada síntesis de la talla humana y trascendencia creativa del narrador.

El homenaje estuvo coorganizado por la Alianza Francesa, que se hizo presente a través del cónsul honorario Didier Belondrade, así como por una representante de la embajada. La razón de tal implicación son los orígenes franceses de la familia, que se remontan al compositor Leo Delibes. Fue el abuelo de Miguel, Frederic Delibes, que vino a España para participar en la construcción del ferrocarril, quien se enamoró de una cántabra y asentó aquí la rama española de la familia.

Al acto acudió también Germán Delibes, hijo del escritor, que intervino al final para dar las gracias y para compartir algunas anécdotas poco conocidas. Entre ellas, la tendencia de don Miguel -que como es sabido era un buen dibujante- a realizar caricaturas de sus alumnos durante los exámenes orales.

«He tenido ocasión de tratar con antiguos alumnos de mi padre. Algunos le describían como un buen profesor, pero muy serio. Otros le recordaban llegando en bici a la Escuela, que era algo muy característico de él», recordó Germán Delibes, «pero otros me confesaron que temían realizar los exámenes orales con él porque mientras daban la lección él les hacía una caricatura». Uno de ellos le reconoció con humor al hijo del escritor: «Yo ya no sabía si hablar o posar», y aprovechó para lamentarse de que hubiera podido obtener mejores notas sin tales 'distracciones'.

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«Siempre tuvo la Escuela de Comercio muy dentro de sí». Su hijo Germán recordó, además, que su padre no dejó nunca de dedicar un libro a aquellos aspectos de su vida que consideraba más esenciales, y así ocurrió con el centro académico en el que impartía clases de Historia y Derecho, que aparece en 'Diario de un cazador', libro con el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1955. Por cierto, que el hijo del bedel real que inspiró al personaje de Lorenzo, el protagonista de la obra, asistió ayer al homenaje que le rindió su escuela, hoy facultad.

En realidad, las clases en la facultad eran uno de los tres pilares profesionales de Delibes, conjuntamente con el periodismo y la literatura. Durante toda su vida compaginó esta tríada con una eficiencia que no deja de sorprender a quienes se sumergen en su obra. Por las mañanas, las clases en la Escuela de Comercio, por la tarde y noche, su trabajo en El Norte de Castilla, y aún sacaba tiempo para la literatura, la familia y la caza y pesca.

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La obra teatral de José Manuel Alonso, 'Mirando al cielo', se detiene también en la importancia que esta faceta docente tuvo para Miguel Delibes. De modo que no sólo recuerda que tuvo que recurrir a un préstamo al honor para financiar sus estudios de Derecho, sino que fue en las páginas del curso de Derecho Mercantil de Joaquín Garrigues donde surgió la vocación escritora del joven aspirante a profesor, como el propio novelista ha reconocido en más de una ocasión, incluso públicamente, lo que le granjeó la gratitud del aludido, que se vio reconocido en una faceta inesperada. «Yo me he sentido siempre muy agradecido a él no sólo por haberme enseñado Derecho Mercantil, sino por haber despertado mi interés por la forma literaria», explicó el propio creador estableciendo así un nexo inseparable en su vida entre dos territorios tan aparentemente distantes.

«Delibes tiene el pulso de la lengua y sus personajes son seres vivos»

El biógrafo de Miguel Delibes, Ramón García, fue el encargado de introducir el acto con una breve conferencia en la que recordó que las novelas de Delibes han sido adaptadas al cine en nueve ocasiones, y en otras cuatro al teatro ('Cinco horas con Mario', 'La hoja roja', 'Las guerras de nuestros antepasados' y 'Señora de rojo sobre fondo gris', que se representa estos días en el Teatro Calderón). García explicó que la clave de esta atracción radica probablemente en su capacidad para crear personajes creíbles.

«Delibes es ante todo un gran creador de personajes. Tiene el pulso de la lengua y por eso es dueño de una gran variedad de registros que hacen de sus criaturas literarias seres vivos», asegura. «Sus personajes son enormemente creíbles, tanto para lectores como para espectadores. Y eso es porque no hablan como quiere el autor, sino como ellos saben y quieren hablar. Delibes se relaciona con ellos, y con el lector y espectador, de tú a tú. Y esa forma dialogada que tiene de concebir sus obras se hace especialmente visible en sus adaptaciones teatrales».

Esa realidad dialogada la recoge con acierto y eficacia José Manuel Alonso en la que debe figurar como la quinta obra teatral inspirada en Delibes, si bien en este caso no se trata tanto de adaptar una obra concreta como de engarzar decenas de frases y reflexiones dichas en todo tipo de soportes y situaciones para trenzar un retrato no sólo del él como individuo, sino de su mundo de relaciones. La obra 'Mirando al cielo' condensa todo esto en cuatro personajes: Miguel y su mujer Ángeles de Castro son los principales, pero en escena aparecen también dos personajes colectivos: El Personaje (en el que se recogen todos los personajes de sus obras) y El Equipo, que alude a todos esos amigos y compañeros que compartieron fatigas con él. Los actores Pedro Martín, Manoli Martín, Joaquín Illera y Juan José Cantalapiedra.

A través del diálogo entre estas figuras se van desplegando un sinfín de frases y sentencias expresadas por el escritor, y en ocasiones por su mujer, que reconstruyen la complejidad de una persona que no se agota en las cuatro ideas de común conocimiento en torno a su figura. «Me he sentido muy cómodo ante mi padre y mi madre redivivos», reconoció al término de la representación Germán Delibes, quien no dudó en reconocer que en algunos momentos se había llegado a emocionar.

'Mirando al cielo' fue concebida durante los meses de confinamiento a causa del coronavirus por el periodista José Manuel Alonso, que ayer presentó una versión abreviada y leída de su original, en espera de que sea posible representarlo íntegramente.

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