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El director de la RAE y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado (c), la académica y catedrática de Filología Románica Dolores Corbella (i), y la responsable del Instituto de Lexicografía, Elena Zamora (d), EFE

Lengua

Más de 4.000 novedades en el DLE
Dana, espóiler, sérum, yuyu, umami o teletrabajar entran al Diccionario de la RAE

Algunas de las nuevas palabras que se incorporan al Diccionario pertenecen al mundo de la ciencia, la sanidad, la gastronomía o la tecnología

Martes, 10 de diciembre 2024, 11:53

«Lo de la dana da mucho yuyu. No quiero hacer espóiler, pero está claro que para los políticos, en especial para los que no estuvieron a tiempo en la zona cero, va a suponer un voto de castigo. Les caerá un chorreo mientras que muchos de los damnificados no pueden ni teletrabajar en sus maltrechas casas». Si se construye una frase como esta, los términos utilizados son absolutamente correctos. Todos figuran en la última ampliación del Diccionario de la Lengua española DLE, presentada este martes en la Real Academia Española (RAE). Un diccionario que cambia y moderniza además su fachada digital y que prepara ya su histórica vigésima cuarta edición.

En su última actualización, la número 8 de la edición 23 del DLE, la RAE ha incluido 4.074 novedades entre innovaciones, nuevos términos y expresiones, enmiendas, supresiones de artículos y acepciones. Dana, que se contemplaba ya como acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos, se convierte en sustantivo para escribirse con minúscula, como antes ocurrió con covid o sida. La palabra más usada en las últimas semanas fija su significado como «la depresión en niveles altos de la atmósfera que se mueve de forma independiente y puede producir grandes perturbaciones con precipitaciones muy intensas».

Es una de la nuevas voces, como, lobista, sérum, espóiler, umami, yuyu, wasabi, microbioma, sociolaboral, sobrepastoreo, tutifruti, unidad móvil, zona de confort, voto de castigo o chorreo.

En total son 609 adicciones y 1.304 enmiendas, supresiones o ajustes técnicos de las 94.000 voces que contiene el diccionario. Esta actualización digital será la última antes de que se presente la 24 edición del DLE, ya en el año 2026. Así lo explicó el director de la Docta Casa, Santiago Muñoz Machado, presidente también de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) que agrupa a las 23 academias hispanas de todo el mundo.

Entre las novedades destaca espóiler, con el significado de «revelación de detalles importantes de la trama o desenlace de una obra de ficción, que reduce o anula el interés de quien aún no los conoce». Se añaden expresiones de uso muy extendido, como unidad móvil, «el vehículo que, provisto del equipo necesario, se utiliza para prestar servicios especializados» ya sean sanitarios, de radio o televisión; zona de confort, referida «al estado mental o situación en que prevalece la sensación de seguridad y de comodidad con lo conocido, y voto de castigo, el que «se concede a una opción con el propósito preferente de perjudicar a otra».

La gastronomía enriquece, como cada año, este corpus de novedades aportando voces como barista, la «persona experta en preparar café o la que atiende en un bar»; frapé, la «bebida que se prepara con hielo picado o se sirve muy fría»; infusionar, como «reposar en agua hervida ciertos frutos o hierbas aromáticas»; tabulé, «el plato de Oriente Próximo a base de sémola de trigo, tomate, cebolla, perejil; umami, «dicho del sabor intenso y sabroso, debido especialmente al glutamato presente en algunos alimentos, como la salsa de soja o el queso curado», o wasabi, «la raíz comestible de sabor muy picante, originaria de Japón».

Teletrabajar se añade con el significado de «trabajar en régimen de teletrabajo». Sérum se introduce como «líquido más o menos denso, de efecto reparador, revitalizador, hidratante, usado como cosmético». Del ámbito televisivo se añade a la voz temporada la acepción de «conjunto de episodios de una serie o programa y se incorpora yuyu como «brujeria, conjuro», además de «miedo y aprensión» en su expresión coloquial.

Elena Zamora, responsable del Instituto de Lexicografía de la RAE, destacó como el desarrollo tecnológico aporta nuevas voces como aerotermia, la «tecnología que aprovecha la energía contenida en la atmósfera para proporcionar calefacción»; granularidad, usada en distintos ámbitos como «grado de detalle de una información»; topografía añade significados para la medicina y la veterinaria y odontología incorpora la noción de «salud bucal; desarrollador, quien «concibe o implementa programas informáticos», o escalabilidad, una voz muy utilizada en economía e informática para describir la «cualidad de escalable», y la «capacidad para crecer y desarrollarse».

Anglicismos

Desde la música se incorporan novedades como blusero, «relativo al blues, que lo compone o interpreta»; rapear, «cantar o interpretar a ritmo de rap». El anglicismo 'groupie', que debe escribirse en cursiva para describir a «la fan que acompaña a un cantante o grupo de manera incondicional en sus actuaciones»; o como 'indie', para hablar «de cine o música independiente, producido al margen de grandes estudios y compañías».

Del mundo del deporte llega al DLE bicicross, «la modalidad de ciclismo que se practica en terrenos circuitos accidentados» o capoeira, para describir el «arte marcial brasileña». En cursiva habrá que escribir también nuevas voces, como 'fitness' o 'full contact'.

Son varios los polisílabos incorporados desde distintos ámbitos, como desendeudamiento, que es «liberarse de las deudas»; dramaturgista, la persona «que colabora con el director en el análisis y realización de un espectáculo; musealizar, verbo que se refiere a la transformación «de un museo un lugar de interés cultural» o a «convertir algo en pieza de museo», y humanizador, voz que no estaba en el DLE y que se suma con el significa de «que humaniza», o de «hacer humano o afable algo».

Santiago Muñoz Machado anticipó que «el próximo año se empezará a preparar la 24ª edición del Diccionario, que se presentará en 2026, la versión 24.0». Su deseo es que «también se publique en papel, aunque en una versión más reducida». Sus 94.000 entradas actuales quizá se dupliquen cuando se anuncie la nueva edición electrónica, «que permitirá navegar por todo esa versión web, sin las limitaciones que actualmente», según precisó la académica Dolores Corbella

Anticipó Elena Zamora la nueva imagen de la web del diccionario, «más moderna y con sus contenidos mejor estructurados y de mayor atractivo visual». Aumenta el tamaño de letra, el buscador de palabras encabeza la página y se mantienen varias funcionalidades, como la búsqueda por expresiones. También se resalta la palabra del día de la RAE y se establecen enlaces a aplicaciones móviles para descargar el diccionario en distintos dispositivos electrónicos.

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