Críticas a la falta de seguridad del festival donde fue apuñalado Salman Rushdie

El autor de 'Los versos satánicos', de 75 años y residente en Estados Unidos, fue apuñalado en el cuello y el abdomen momentos antes de su conferencia en el prestigioso festival literario para hablar sobre la libertad en la creación artística.

Mientras el mundo reaccionaba con estupor a la noticia del ataque nuevos informes señalan que los organizadores del acto rechazaron las recomendaciones de implementar medidas de seguridad básicas y habituales en la actualidad en este tipo de actos públicos, como el registro de bolsas y detectores de metales, por temor a que cambiara la cultura del festival. La Policía informó haber asignado a la conferencia de Rushdie a un agente estatal. Fue él quien realizó el arresto. Aun así, muchos asistentes criticaron la falta de medidas de seguridad más estrictas en la conferencia dado el historial de amenazas de décadas contra el escritor, añadido al especial momento de ataques racistas que se vive actualmente en Estados Unidos.

La Policía estatal, el FBI y la Fiscalía de distrito del condado de Chautauqua, que participan de manera conjunta en la investigación, no han confirmado aun el tipo de arma que el sospechoso utilizó para apuñalar a Rushdie. El escritor fue atacado en el estrado de auditorio mientras era presentado antes de hablar en la conferencia. El atacante derribó a Rushdie y le apuñaló entre diez y quince veces antes de ser detenido. El moderador del acto, Henry Reese, de 73 años, cofundador de la organización que ofrece residencias a escritores que se enfrentan persecución, también lastimado en el atentado, sufrió una herida en la cara de la que fue atendido y, más tarde, dado de alta en el hospital.

Reese y Rushdie habían organizado la conferencia para hablar sobre el papel de Estados Unidos como refugio de escritores y otros artistas en el exilio. El prestigioso festival literario atrajo este año unas 2.500 personas entre los que se encontraban figuras destacadas de la cultura, como David Graves, de 'The New York Times', que asistía a la conferencia y presenció cómo el atacante se encaramó en el escenario y atacó violentamente al autor de 'Hijos de la medianoche' antes de ser detenido por el policía que le habían asignado y por miembros del público y la organización.

La Casa Blanca condenó el «espantoso» atentado contra el escritor, y señaló que todos los miembros de la Administración Biden-Harris rezan por su rápida recuperación. Kathy Hochul, gobernadora del Estado de Nueva York, donde se produjeron los hechos, afirmó que es importante que la gente se sienta libre de «hablar y escribir la verdad».

Hochul puso de relieve el criterio de fácil accesibilidad del festival literario de Chautauqua, una tranquila comunidad rural donde figuras notables como Rushdie suelen participar en conferencias de verano. El anfiteatro donde se celebra la cita es un gran lugar al aire libre donde se realizan actos culturales desde finales del siglo XIX. El acceso al emplazamiento solo requiere de un pase.

La gobernadora demócrata destacó la figura del autor como alguien que ha pasado décadas hablando al poder sin tapujos y sin miedo, a pesar de las amenazas contra su vida que le han perseguido toda su vida adulta.

El mundo de la cultura internacional reaccionó horrorizado ante los hechos y alabó la valentía del escritor. Suzanne Nossel, directora ejecutiva de PEN América, una organización literaria dedicada a la libertad de expresión, de la que Rushdie fue presidente durante un tiempo, expresó la conmoción del colectivo literario y subrayó que su «voz esencial no puede y no será silenciada». El editor noruego William Nygaard, quien recibió un disparo que le dejó gravemente herido en 1993 después de publicar 'Los versos satánicos', destacó que el autor «ha pagado un precio muy alto por escribir con libertad». «Ha significado mucho para la literatura contemporánea y había encontrado una buena vida en los Estados Unidos», añadió.

El prestigioso novelista británico Ian McEwan describió a «su querido amigo Salman» como un «defensor e inspirador de escritores y periodistas perseguidos en todo el mundo, un hombre de inmenso talento, ardiente coraje y espíritu generoso que no será disuadido». La larga lista de eminentes escritores que han reaccionado al atentado incluye al indio Amitav Ghosh, el premio Nobel Kazuo Ishiguro; la autora india y activista medioambiental Arundhati Roy; y Taslima Nasreen, que se vio obligada a abandonar Bangladés tras una sentencia de un tribunal que condenó su novela 'Vergüenza' por haber herido el sentimiento religioso de los musulmanes.