Viggo Mortensen, Premio Donostia

El rey Aragorn de 'El Señor de los Anillos' ha estado tres veces nominado al Oscar sin conseguirlo: por 'Promesas del Este' en 2007, 'Captain Fantastic' en 2016 y 'Green Book' en 2018. Consumidor de mate, Mortensen siempre lleva su medalla del Atlético San Lorenzo de Almagro. Artista multidisciplinar, ha publicado libros de fotografía, pinta, escribe poemas y creó en 2002 la editorial Perceval Press. Solo le faltaba dirigir una película, y eso es exactamente lo que ha hecho en 'Falling', que presentará en San Sebastián. El filme, que clausuró el Festival de Sundance y forma parte de las películas seleccionadas este año por el Festival de Cannes, es un drama familiar que enfrenta a un padre (Lance Henriksen) y un hijo (el propio Mortensen). Su estreno en España está previsto el 2 de octubre.

Su amigo Dennis Hopper decía, parafraseando a Rilke, que Viggo Mortensen no podía vivir sin crear. Lejos de mostrarse presuntuoso, el actor procura pasar desapercibido y solo aparece en los medios cuando está de promoción. En los catorce años de relación con la actriz Ariadna Gil, solo posaron juntos en los Oscar de 'Green Book'. Cuando debutó en el cine junto a Harrison Ford en 'Único testigo' (1985), la leyenda cuenta que no le llamaban para más papeles porque pensaban que era un granjero amish de verdad. «Todas las personas, aunque nunca pinten un cuadro ni hagan una película, pueden vivir artísticamente», contaba a este periodista. «Para mí ser artista es vivir como tal, permanecer abierto a lo que te rodea. Observar y tomarlo como algo irreproducible. Ser artista es permanecer consciente, y creo que todos tienen esa capacidad. Los niños la tienen, y según se van haciendo mayores la pierden».

Nacido en Nueva York en 1958 de padre danés y madre estadounidense, Viggo Mortensen vivió gran parte de su infancia en Argentina, donde aprendió a hablar español, uno de los muchos idiomas en los que puede expresarse. En la universidad, donde era el capitán del equipo de tenis, ya andaba con una cámara en la mano, lo que no le impidió licenciarse en Ciencias Políticas y Lengua Española. En sus inicios cultivó el cine de género y apareció en secuelas como 'La matanza de Texas III' e 'Intrépidos forajidos' (Young Guns II). Su papel de veterano de Vietnam en 'Extraño vínculo de sangre', de Sean Penn, precedió en los 90 a trabajos tan populares como 'Atrapado por su pasado', de Brian de Palma, 'Marea roja', de Tony Scott, 'Retrato de una dama', de Jane Campion, y 'La teniente O'Neil', de Ridley Scott. Su estatus cambió cuando le hizo caso a su hijo Henry Blake, fanático de Tolkien y que por entonces tenía 11 años, y aceptó encarnar al rey Aragorn en 'El Señor de los anillos'. Lejos de encasillarse en blockbusters, siguió guiándose por el riesgo en peliculones como 'Una historia de violencia' y 'Promesas del Este', de David Cronenberg, 'La carretera', de John Hillcoat, y 'Captain Fantastic', de Matt Ross.

Mortensen se ha ganado la libertad para saltar de una superproducción a una pequeña cinta argentina como 'Jauja', de Lisandro Alonso, en la que también se ocupó de la producción y que le trajo a San Sebastián hace seis años. Tampoco se cortaba durante el mandato de Bush al aparecer con camisetas con el lema «No más sangre por petróleo» o cuando le afeó a Pedro Almodóvar que no acudiera a los Goya cuando él estuvo nominado por 'Alatriste', en cuyo rodaje conoció a Ariadna Gil, que se separó del escritor y cineasta David Trueba. Desde entonces se les puede ver pasear por las calles de Madrid, donde la pareja vive. El actor estuvo casado hasta 1997 con Exene Cervenka, fundadora de la banda X, pionera del punk americano. En 2018, el actor se hizo socio de Òmnium Cultural, la plataforma cívica que se fundó para preservar la cultura catalana y en la última década ha mostrado su simpatía por los movimientos separatistas catalanes.